Queridos Míos:
Adoro a los que se arrepienten de corazón por todo lo que han hecho; dichosos de ellos porque serán transparentes como la sinceridad que brota del corazón.
Ánimo y valentía son necesarios en estos tiempos; quien se encuentre consigo mismo sabrá qué es lo que deberá purificar del corazón y, si se toma de Mi manto, nada en él temblará y sabrá cómo proceder correctamente en el camino de la transformación.
Para que eso suceda surge el poder de Mi Misericordia, que equilibrará al mundo de las consecuencias del pecado y le posibilitará vivir en la salvación del corazón para alcanzar la Eternidad. Deben velar antes que nada por ustedes mismos, para percibir qué es aquello que aún no se ha purificado y qué significa una piedra incrustada en el camino de la redención.
Vigilen Conmigo, únanse a Mí para que en estos tiempos se revelen los misterios más ocultos de la consciencia, los cuales necesitan de perdón, cura y misericordia. No teman perder el control de la vida ni teman quedarse vacíos de ustedes mismos, ese será el comienzo para que el alma viva el estado de consagración a los Planes del Padre.
Corran hacia Mí y liberen sus flaquezas, abandónense por entero en Mis Brazos y déjenme ser en ustedes, lo que intento desde el surgimiento de sus vidas. Sean valientes y con coraje libérense de las amarras.
El primer paso es vivir en Mi Voluntad para después conocer la consagración de la vida a Dios.
Bajo la Misericordia del Padre, confíen en Mi Llamado.
Gracias por consagrar la vida al Padre Creador.
Cristo Jesús