Jueves, 9 de enero de 2014

Mensajes diarios
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Dejo para los Míos un agradecimiento profundo que brota de Mi Corazón Sacratísimo.

Por esta Gracia que nace de Mi Esencia, hoy les entrego una última oración, la que cerrará el ciclo de los nueve días de oración con Jesús Misericordioso.

Quisiera explicarles que esta oración es una confirmación interior de vuestras almas ante el Trono de Dios por medio de Mi Divina Misericordia. Permitan que a través de esta confirmación, todos los códigos crísticos sean sembrados en vuestros corazones, porque Mi mayor aspiración como Rey de las almas, es que puedan vivir eternamente en Mí.

Que después de estos nueve días de unión entre el Cielo y la Tierra, vuestras vidas encuentren reposo en Mi Sagrado y Divino Corazón de Paz. Que el camino que han recorrido a través de la Poderosa Novena los confirme como nuevos Cristos para el tiempo actual.

Caminen a Mi lado, porque así no los perderé; recuerden que siempre necesito de la amorosa ayuda de los Míos.
 

Oración a la Divina Confirmación

Señor, Dios Padre,
Infinita Fuente de Amor, Unidad y Luz,
  soy Tu humilde y pequeño siervo.

Soy Tu chispa de fuego que proviene de la Fuente Mayor.

Permíteme ser simple como Tu Amado Hijo,
permíteme ser puro como Tu Preciosa Madre Universal.

Libera de mi camino todas las amarras,
corta con Tu Espada de Luz los lazos que ha instaurado el enemigo,

porque viviendo en Tu Suprema Libertad,
encontraré esperanza en el futuro,
encontraré fortaleza en la Luz de Tu Divino Corazón.

Que los nueve poderosos hechos
que Cristo vivió sobre la Tierra,
se siembren en mi corazón,
para que en el día de la Gran Victoria Celestial,
los Ángeles y Arcángeles
guíen el propósito de todas las esencias
y vivamos junto a Ti, Señor del Amor,
n el Reino de la Eternidad, del Servicio
y de la Entrega Absoluta a Tu Plan de Redención.

¡Que se eleven los que han caído!

¡Que Tu Divina Misericordia
resucite el espíritu de nuestros hermanos en el mundo!

¡Que Tu Amor y Compasión nos unan como un solo corazón
por los siglos de los siglos,
unidos a Cristo Nuestro Señor!

Amén

Y Gloria Infinita en toda la Tierra.

Bajo la Luz de Dios, sean bienaventurados.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Cristo Jesús Misericordioso