Domingo, 21 de julio de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El corazón que Me abre la puerta y la de su casa siempre será bendecido por Mi Presencia Misericordiosa, principalmente en los momentos de desafíos.

El corazón que se une de forma profunda a Mí en oración, cosechará los frutos de oro, los que Yo le entregaré como un tesoro de los Cielos.

Por eso, en estos tiempos de cambios y de pruebas, Mi Retorno se prepara primero en el interior de las consciencias, así Mi Espíritu está congregando a cuantos se han distanciado en otros tiempos de Mi Camino de Redención.

Como Buen Pastor vuelvo a unir los rebaños y los conduzco silenciosamente por nuevas praderas, limpias y frescas, con aires renovadores y frutos ricos para el corazón y la vida.

Pero para llegar a esta Sagrada Tierra Prometida, Mi Corazón antes que nada los debe llevar por el camino del sacrificio y de la oración para que, en nombre de la humanidad, puedan redimir el mal que el mundo genera al flageladísimo Corazón de Dios.

Por esto Su Hijo Amado, aquel que será visto y vendrá entre las nubes, está pulsando como un sol radiante dentro de los espíritus solitarios y vacíos, y en la vida de los que se han comprometido Conmigo.

Hoy vengo al encuentro de ustedes para cerrar un ciclo y comenzar otro nuevo, un nuevo ciclo guiado por la luz de Mi Amor Sacerdotal, un ciclo que intentará colocar sus seres en el camino correcto y seguro.

Nutran sus espíritus con Mis nuevas Parábolas e Instrucciones que Yo les entrego día a día desde el Cielo.

Estoy unido a ustedes para caminar en amor a su lado; por eso Yo necesito de almas dispuestas a vivir Mi gran milagro de Amor, Amor en el que pueden confiar, pues no les fallará ni una sola vez, Amor que es poderoso y semejante al amor que la humanidad puede expresar.

Quiero ser su Amor cuando tan solo Me lo permitan, así vivirán el gran milagro de Amor. Que los apóstoles, como en el origen, caminen juntos de dos en dos para llevar Mi Misericordia. Y esto no será una promesa, será una realidad que ustedes cumplirán Conmigo.

Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.

Cristo Jesús, vuestro Único Rey