Domingo, 15 de septiembre de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Corazón es el centro de la Eucaristía y, por la Eucaristía, sus seres serán redimidos del pecado y del error.

Quien comulga Conmigo limpia todos los días las manchas de su corazón y afirma, en cada nuevo encuentro, que Mi Sagrado Espíritu es parte de él.

Por la Comunión Eucarística, los males del alma son liberados y los pasos son seguros para quien se disponga a caminar por la senda de la transformación.

Es por Mi Corazón Eucarístico que los seres ingresan en el acto sublime de la verdadera reverencia, y es en ese momento cuando la consciencia encuentra el consuelo y la fortaleza que tanto busca. Mi Cuerpo Eucarístico es el elemento solar capaz de liberar y de transmutar las secuelas profundas que el mal pudo haber dejado en la consciencia por los asedios recibidos.

Desde el primer momento en que Mi Vida instituyó la Comunión Eucarística como ministerio, Yo estaba dejando para el mundo el poder de Mi Esencia Solar y Divina, porque era y es solo a través de la Eucaristía como la humanidad podrá liberarse de los errores que ella misma comete.

Por eso, en cada nuevo acto de comunión de un alma Conmigo se establece una relación espiritual y divina capaz de unir el Cielo y la Tierra, universalmente, por algunos momentos.

Quien comulga de Mí no solo abre su consciencia para nuevas Revelaciones Celestiales, sino que también, en un acto de pacificación, se remueven del mundo las graves y pesadas ofensas que hieren al Padre Dios.

Es necesario que la humanidad, antes de Mi Regreso, entienda, comprenda y conozca qué es lo que sucede cuando un ser de la Tierra comulga de Mi Espíritu Santo Eucarístico: las Leyes cambian y se revierte el mal existente en el corazón de todas las almas del mundo.

La propia consciencia que comulga Conmigo es perdonada y cada vez que participa de esta Sagrada Ceremonia, su vida queda en blanco como las hojas de un libro sagrado donde aún nada fue escrito.

Las almas más pecadoras reciben la oportunidad de encontrarme en algún momento de la vida y, especialmente, la Comunión Eucarística de todos los seres Conmigo repara y restablece los planes de vida y de evolución, tanto para las consciencias como para sus espíritus.

Es hora de abrir el cofre que existe en el corazón de cada ser para que la Luz Infinita vierta y expanda los Códigos Crísticos en cada consciencia.

La Eucaristía, en estos tiempos, prevé un rápido proceso de redención, expulsando las indiferencias y las arrogancias que las almas generan día a día.

Mi Cuerpo Eucarístico, adorado y venerado por las almas, establecerá los mil años de paz para la Tierra futura. Es momento de construir esa paz en un tiempo donde no existe la paz, para que así, todos la alcancen.

Bajo la Paz del Señor, sean bienaventurados.

Gracias por comulgar de corazón con Mi Espíritu.

Cristo Jesús, Espíritu Eucarístico