Viernes, 5 de febrero de 2016

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE LA 31.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He visto a muchos de los presentes en el desierto de Shambhala respondiendo una vez más a Mi Llamado, en el nombre de Mi Padre que está en los Cielos y que los reúne en este Propósito de Amor y de redención de la humanidad.

Hoy Mi Corazón Glorificado se ilumina al recibir las respuestas de las almas que se congregaron en torno a este oratorio para rezar al Padre Universal, al Infinito, al Único. Por eso hoy extiendo Mis Brazos hacia ustedes, y en donación les entrego Mis Manos para que reciban de lo profundo de Mi Espíritu los rayos de Mi Bendición Paternal, de Mi Amor Misericordioso.

Hoy Mis Ojos lloran no solo por la tristeza del mundo, por el padecimiento, por el caos, por la aniquilación humana, sino que también Mis Ojos lloran porque Mi Espíritu se regocija de los rebaños que Me escuchan verdaderamente; que más allá de sus intenciones y de sus pruebas responden al Pastor, que los ha congregado en este desierto de Shambhala para descubrir el propósito interior en cada ser, en cada uno de Mis hijos, de Mis compañeros.

Gracias al esfuerzo de todos y a la recepción que han dado a Mi Sagrado Corazón, es que esta obra aún se expandirá más. Y eso exigirá de todos ustedes, compañeros, una cordial confianza en los Proyectos de Mi Padre y en los pedidos de los Mensajeros Divinos; los que interceden por ustedes y por millones de almas en el mundo, a través de esta Obra Universal. Porque es el Universo que los congrega, que los une, que los reúne en el nombre del Señor, Dios Todopoderoso.

Aun en sus flaquezas Mi Espíritu los colma, los vivifica, los renueva para que puedan seguir adelante. Si hoy, en este Centro Sagrado de oración, dedicado a los Sagrados Corazones de Cristo, de María y de San José, hay más de 500 almas congregadas, ¿cuántas almas ustedes creen que habrá, en este momento, unidas a Mi Corazón Misericordioso a través de este encuentro?

Es por eso que les he pedido que vinieran aquí. Pero no quiero que sientan aflicción los corazones que no pudieron llegar, porque si los corazones orantes del mundo están unidos a Mi Corazón, ellos también están aquí. Pero aquellos que tuvieron la Gracia de venir hacia Mi encuentro, también para recibir Mis Gracias, es porque el Universo les demuestra que es posible donarse más y cada uno salir de su propio lugar. Porque en verdad, compañeros, nunca pierden nada, sino que ganan los tesoros del Cielo, que están disponibles para los corazones receptivos al llamado del Hijo de Dios.

Si Yo los uno a todos en Shambhala es para renovar los votos originales que hicieron con Mi Espíritu Crístico en el Getsemaní, en la plaza de la flagelación, a las puertas del sepulcro o en la Ascensión.

¿Cuántos de ustedes retoman lo que han dejado atrás Conmigo?

Y amorosamente Yo les traigo este recuerdo, compañeros, porque sus espíritus deben participar vivamente de esta obra corredentora que prepara el retorno de Cristo, Su Señor, en esta hora crucial del planeta. Por eso Yo los he llamado a Shambhala, para que pudieran retornar al Corazón del Corazón, a la esencia de la esencia verdadera, a su principio original, a su pureza.

Hoy los rayos expandidos por Mí, los une a todos a Mi Sagrado Corazón. Y así les demuestro que Mi Obra se realiza de diferentes formas y por diferentes caminos, cuando obedecen a la Ley del Señor y no se involucran con otras cosas que no sea la vivencia del Sagrado Corazón de Jesús o del propio Padre Celestial, que los ama y los reúne nuevamente.

Y así como Me han respondido en este día de Misericordia, en donde el Infinito se aproxima a la humanidad para recordarle que debe arrepentirse, soltar las riendas y caminar libres en el sendero de la redención, Yo los estoy llamando a concretar Mis Obras, a abrir sus brazos, a expandir sus corazones en el Amor de Mi Corazón Vivo para que más almas se congreguen. Para que se congreguen las almas que siguen a Dios por otros senderos, senderos que se encuentran en el espíritu de todos los seres donde mora Dios, donde los reúne a todos, sin separación ni diferencias, sin credos ni religiones, porque la verdadera religión es el amor.

Es en el amor donde ustedes deben religarse una y otra vez en este tiempo final; porque es el Amor de Dios que les permitirá ver las cosas y auxiliar a aquellos que más necesitan en estos momentos tan difíciles. Es el amor que también nace de Shambhala y que congrega a los autoconvocados para responder a la Jerarquía Celestial. Ese es el camino que les ofrece la Jerarquía Universal a todos los que una vez fueron principiantes y que ahora ya son discípulos de Mi Misericordia. Es esa Misericordia que Yo quiero expandir sobre el mundo a través de sus corazones y de su vivencia viva sin fantasías ni formas, sin ilusiones ni engaños.

Quiero que sean rayos de Mi Corazón definitivamente. Quiero que se decidan por un solo camino, el cual Mi Madre les ha ofrecido hace tantos años, el que muchos no comprendieron lo que significaba; camino que después de todo lo que han vivido a través de los tiempos, de sus experiencias y pruebas han abierto sus ojos para reconocer que en esto no había nada oculto, no había ningún misterio, ninguna interrogante. Solo la esencia del Amor de los Sagrados Corazones que ingresó a la consciencia de su obra a pedido de Dios Todopoderoso, para convertirlos en aquello que aún no han conseguido ser: verdaderos apóstoles de Mi Corazón.

Ahora, compañeros, en este desierto de Shambhala que les revela muchos tesoros, muchas señales de luz para el alma y para el espíritu, ¿ustedes ya se consideran Mis apóstoles?

Están siendo formados por Mí mismo para algo definitivo que desconocen, pero por más que no comprendan, Dios siempre les mostrará Su Verdad en los pequeños detalles.

Si creen que Yo estoy aquí presente entre ustedes para amarlos una y otra vez, crean que están en el camino que fueron llamados a recorrer en este tiempo final. A través de este retiro interior en Shambhala y por medio de la oración misericordiosa los corazones se unen a Mí Espíritu y las obras se manifiestan para todos los que dicen “sí” a Mi sagrado llamado.

Mientras se purifiquen no desistan. Mis Pies no dejarán de caminar a su lado. Mi Corazón iluminará sus caminos y podrán ver en el horizonte la Estrella de Dios que los guía hacia el encuentro del verdadero refugio que brota de Mi Insondable Corazón.

Los preparo para realizar una obra planetaria a través de las misiones humanitarias, pues eso es solo una pequeña muestra de lo que el Plan puede realizar en estos tiempos. Pero aun es necesario más.

Sigan con valentía Mi Camino, porque en este día también Yo los preparo para que Me encuentren en la Sagrada Semana del mes de marzo, donde volveremos a reunirnos en este Centro Mariano de Aurora para dar un paso más hacia adelante, en la confianza absoluta de que con su disposición interior y espiritual podrán unirse al Universo y traer hacia la Tierra lo que Él está donando para todos a través de Sus tesoros celestiales.

Quisiera compañeros, que todos los días levantaran los brazos hacia el Cielo, así como lo han hecho hoy, para confirmar Mi Misericordia entre ustedes y en cada parte del planeta. Porque a pesar de que las guerras continúen, y que las masacres se lleven adelante sin misericordia ni compasión en el corazón de los hombres injustos, Mi Espíritu Crístico en cada discípulo nunca morirá; quien cree en Mí, tiene vida eterna.

 

Oración de intercesión de Cristo ante el Padre Abba

Señor del Universo, Padre Abba,
que riges todos los mundos, dimensiones y planos,
que vives intensamente como chispa de luz en todos los espacios,
que Te expresas en las formas, elementos y vibraciones más sutiles,
que Te unificas, Padre, a los espíritus que Te invocan,
que Te haces presente para dar ayuda a Tus hijos,
que Te reflejas y Te muestras en los elementos,
en el viento, en el agua, en el fuego, en la tierra y en la vida,
que Tu Espíritu colma todo lo que fue creado a Tu semejanza.

Hoy Te pido, Padre Abba,
que ayudes piadosamente a los que se han autoconvocado,
pues si desde el principio los llamaste para vivir Tu Obra,
Te ofrezco, nuevamente,
Mi Corazón Misericordioso y Glorificado para que los redimas.

Así como la lanza traspasó Mi Corazón para derramar Misericordia,
hoy intercedo por ti, pequeño corazón humano,
pequeña alma que debe vivir su divinidad y su ascensión.

Intercedo ante el Padre Abba para que cumplas con tu parte
en este Proyecto infinito del Universo.

Escucha, Padre,
el clamor de los que pronuncian Tus Palabras en las oraciones diarias,
escucha la voz de los corazones que sienten el amor de Tu Espíritu
y de Tu Presencia invisible en todos los planos,
aléjalos, Padre, del gran adversario.

Libera a las almas
a través de las oraciones que ofrecen Tus hijos a Tu Corazón Puro y Grandioso.

No mires los errores del mundo,
que Tu Corazón no se lastime por los pecados de la humanidad,
sino que Él se restaure por medio del bálsamo orante de Tus hijos,
que en fidelidad y fe aspiran a seguir Tu Camino.

Hoy intercedo por el Universo y la Tierra,
por el Cosmos y las almas
pidiéndote, Padre Amado,
que les des fuerza y convicción para vivir Tu Plan,
redención para purificar sus espíritus y un amor tan profundo, divino y verdadero
que invada cada parte de sus cuerpos y de sus células;
así, Padre, como Tú Me colmaste en la Resurrección.

Padre Eterno,
si Tú te glorificas en Tu Hijo,
glorifícate, Padre, en aquellos que Te escuchan.

Te ofrezco Mi Corazón para que sea el portal
que conduzca los corazones hacia el Propósito.

Cuando finalmente todos hayan despertado
podré fundirme con Tu Espíritu, Padre Amado,
y seremos uno con Tus hijos para siempre.

Amén.


Los espero en la Sagrada Semana para vivir un momento de renovación, pues este ya es el último tiempo que Yo vengo al encuentro de ustedes antes de que todo suceda.

Cristo Jesús Glorificado