Viernes, 22 de junio de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BAD VOSLÄU, AUSTRIA, HACIA MÚNICH, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Octavo día de la Novena

Llevando hacia Mi infinita Misericordia a las almas que agonizan o padecen penas en sus espíritus, Yo podré ayudarlas y repararlas en la Fuente de Mi Amor.

Las almas que enferman su cuerpo o que viven penas internas son las que más necesitan Mi insondable Misericordia, porque dentro del Océano de la Misericordia de Dios encontrarán el consuelo espiritual que necesitan.

Es de esa forma que por intermedio de los que invocan la Misericordia de Mi Corazón puedo llegar hasta las consciencias que menos imaginan y, así, los prodigios de Mi Espíritu se pueden realizar en todas esas almas.

Tener devoción por la Divina Misericordia es aceptar la tabla primordial de salvación a fin de que el Reino de Dios se manifieste en la humanidad y este sagrado Reino manifieste los designios de la Voluntad Divina.

Amar la Misericordia Mía es sellar el compromiso verdadero con Mi Corazón, a pesar de las circunstancias.

Noveno día de la Novena

Y después de haber implorado de corazón por la Divina Misericordia, el Señor del Universo, con todo el poder de Su Gracia y de Su Piedad, deberá derramar la Misericordia insondable en toda la Iglesia de la Tierra, especialmente en aquellas almas que por diferentes razones, experiencias y circunstancias han ofendido el Nombre del Señor con sus acciones cometidas.

A todos ellos los seguirás colocando dentro del Universo de la Misericordia de Mi Corazón, para que Me representen como verdaderos y pulcros embajadores y apóstoles de la paz en estos tiempos.

El poder de Mi Misericordia, en la plenitud de la Justicia, hará revelar lo que permanece oculto dentro de Mi Iglesia, para que, finalmente, por la fuerza de la oración de todos, sea purificada y digna ante la Presencia del Padre Celestial.

Durante estos nueve días el Señor de la Misericordia no solo trabajó con Polonia, sino que también llegó a las almas que padecían muchas formas de sufrimiento moral e interior.

Es así que el poder de Mi Misericordia concedió la salvación a todos los que la necesitaban con máxima urgencia.

¡Les agradezco por rezar a la Misericordia de Mi Corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús