Sábado, 3 de noviembre de 2018

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS PARA LA 64.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Primer Mensaje

Hijos, en el silencio de Mi Corazón se escucha la introspección de Dios, momento en el cual el Universo reflexiona sobre los próximos tiempos.

Por eso, Mi anuncio es preciso y contundente. Mi Palabra es clara para traer sabiduría a los corazones.

No tenemos tiempo que perder, hay mucho más que madurar y crecer interiormente.

Necesito que sepan que el Universo contempla este momento, sobre todo el comienzo de esta Peregrinación, en donde la Jerarquía reunida establecerá las nuevas pautas y los nuevos principios para todos los que se quieran adherir y ser regidos por la Jerarquía.

El Universo no detendrá los pasos de los que quieran seguir libres, porque el Padre les ha dado la libertad, les ha dado la concepción de la vida, les dio la oportunidad y la alegría de poder vivir la Creación.

El Universo contempla los pasos que toman las naciones y todos sus representantes. Eso restringe el despertar del Plan de Dios en la consciencia de la humanidad y la correspondencia de todas las criaturas.

Es hora de ver la dualidad manifestarse y cómo todo está en juego.

Es hora de vencer esa dualidad y de trascenderla por medio del amor; de un amor que nunca vivieron, de un amor que nunca alcanzaron, de un amor que todavía no descubrieron y que están a camino de poder vivirlo.

Mientras estoy aquí, estoy con esta parte de la humanidad que necesita mucho de la Misericordia de Dios para poder tener una oportunidad de redención, para que se abra una puerta a la conversión de los corazones y a la transmutación de muchas vidas.

El Silencio de Mi Corazón representa el Silencio de Dios, que contempla todo el Universo y especialmente este planeta, el cual Él creó con tanto amor a través de los arcángeles y de los ángeles, así como de los grandes devas que hoy son desterrados por la humanidad por medio de sus acciones y de una gran ignorancia que corroe a los Reinos de la Naturaleza.

Pero, a pesar de que sucedan todas estas situaciones, los propios Reinos de la Naturaleza no dejan de expresarse y de demostrar lo que en verdad ellos son.

Cuando toda la humanidad valore a los Reinos de la Naturaleza podrán encontrar en ellos la regeneración de la vida y la cura de muchas enfermedades.

Pero aún el hombre de superficie no comprendió la Creación ni tampoco el sistema de vida universal; de lo contrario, los efectos serían otros y las oportunidades para las almas serían otras.

Mientras tanto, la Jerarquía Espiritual intenta buscar una solución que pueda beneficiar a toda la humanidad; aunque en este tiempo estén presentes muchos que ofenden a Dios y destruyen el Plan Divino con sus acciones, no solo dentro de las naciones, sino también dentro de las sociedades, dentro de todo lo que debería ser armonía y equilibrio para la humanidad, orden y justicia, igualdad, solidaridad y cooperación.

Pero estos atributos aún la humanidad no los ha encarnado de una forma justa. Cree vivirlos y comprenderlos, pero en su esencia no tienen fundamentos, porque la humanidad aún deberá aprender a evolucionar y a crecer interiormente para poder expresar la Voluntad Divina que va más allá de los ideales y de las formas, de las constituciones y de las leyes de la Tierra.

Cuando el ser humano se decida a vivir la Voluntad de Dios, todo cambiará.

Quien mantenga su voluntad propia no podrá sobrevivir.

Estoy siendo justo y claro para que no haya malos entendidos.

Es hora de saber que el Universo necesita de consciencias despiertas que sean capaces de espejar en la Tierra el Plan de Dios, que sean capaces de ayudar a corregir todo lo que la humanidad ha desviado a través de los tiempos y de las generaciones.

Para eso será necesario de mucho esfuerzo, entrega y sacrificio; algo que no se ve en estos tiempos, porque la humanidad está distraída y su atención está colocada en otras cosas.

Por eso, el amor será lo que los ayudará a vencer esa dualidad, y cuando esa dualidad sea vencida dentro de ustedes, generarán oportunidades para otras almas que también esperan por un próximo paso, por una próxima oportunidad, por una gracia extraordinaria.

Como Sacerdote Mayor, he venido al sur del Brasil para poder corregir los desvíos de esta parte del país que se reflejan en muchas almas más.

Por eso, es hora de caminar con la consciencia bien despierta, dejándose impulsar por la vigilancia ardiente que la Jerarquía les puede imprimir a través de sus impulsos y de sus corrientes cósmicas.

Vengo a advertir que aún hay tiempo para poder corregir el camino de millones de almas; que hay tiempo para poder unirse a la Voluntad de Dios y vivificarla por medio del plan que le corresponde a cada uno.

Cuando estamos presentes, como Jerarquías, se construyen posibilidades para las almas y oportunidades únicas para las consciencias; porque lo que les costaría transformar durante años, se puede simplificar y resolver en segundos por la presencia de Nuestra energía divina que viene directamente de la Fuente para traerle a las almas la energía de la redención y de la renovación.

El núcleo profundo de la Verdad debe despertar en el ser humano de estos tiempos para que pueda percibir que hay algo que cambiar y es urgente.

Eso ayudará a que la Hermandad Celeste pueda actuar en las almas y en el planeta; eso permitirá que lo más sagrado que existe, dentro de esta humanidad y dentro del planeta, pueda permanecer vivo y resplandeciente, como fue desde los primeros tiempos.

Por eso hemos escogido venir al sur de Brasil, porque aquí existen las raíces de muchas situaciones pervertidas de la consciencia humana y que solo por el amor, y en el amor, serán redimidas y transformadas mediante una súplica verdadera y sincera al Reino de Dios.

Eso transformará todo dentro de los seres que se han pervertido; eso cambiará el destino, también de esta nación.

Hemos venido al sur del Brasil para despertar la consciencia de la sabiduría y una profunda reflexión en el corazón de cada ser humano, para que puedan sentir, en lo más íntimo, lo que el Universo les está pidiendo y hacia dónde el Universo les está indicando seguir adelante.

Mientras tanto, el Silencio de Mi Corazón proclama una espera.

Mi Corazón está a la espera de un cambio y de una respuesta de parte de los seres humanos; de una respuesta que sea constructiva y evolutiva, de una respuesta que sea elevada y que tenga discernimiento.

Después de tantos impulsos que el Padre les ha dado, a través de tantas generaciones y en todos los tiempos, es hora de recuperar el tesoro de lo sagrado que existe aquí para que el Nuevo Edén pueda volver a manifestarse como consciencia y propósito.

Eso es todo lo que hoy les quería decir como primera instancia.

El Fuego Divino de la transformación está tocando a todas las consciencias y nadie podrá oponerse a él, porque revelará lo que en verdad es cada ser, para el bien y la gloria del Padre.

Los animo a ofrecer esta Maratón como un camino de reconstrucción espiritual, no solo de la consciencia de la juventud, sino de la otra parte de la humanidad que, a pesar de ser más adulta, es muy inmadura.

Que en el impulso de la renovación se pueda concretar el cambio, y que en ese cambio la vida sea reconsagrada a la Voluntad Mayor.

Les agradezco por abrir las puertas de sus corazones para escuchar, porque Mis Palabras no solo pueden pasar, ellas deben permanecer en la consciencia, porque algún día las necesitarán.

Yo los bendigo con la Luz de Mi Espíritu y de todo el Universo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.