Lunes, 29 de octubre de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Vengo al mundo para llamar a los que prepararán conscientemente Mi segundo retorno a la humanidad.

Por esa razón, vengo en búsqueda de los más imperfectos.

Vengo en búsqueda de los más pecadores, de los más ingratos e infieles para que algún día, a través del vasto ofrecimiento de Mi Amor, aprendan a ser personas buenas, justas, caritativas y misericordiosas.

Nunca Me verán en los palacios, entre los ricos, con los que se dicen poderosos o los que dicen saberlo todo. A ellos, espero que la propia Ley les muestre la Verdad y dejen de ver los espejismos de su propio yo.

Yo vengo a buscar a los que se decidan a seguirme hasta el final, a pesar de cargar todos los días con sus defectos, imperfecciones y pecados.

No vengo a buscar almas realizadas o diestras, no.

Así como vine una vez hace más de dos mil años, Yo vengo desde el Universo a formar nuevos apóstoles, aquellos que, con todas sus miserias, quejas e incomprensiones se dejarán llevar por la guía de Mi Amor, un Amor inmutable, incondicional y fiel, que todo lo comprende, que todo lo acepta, que todo lo soporta.

Deseo que esos nuevos y últimos apóstoles, que se formarán para servirme y vivirme, sean como Yo, o mejores de lo que Yo Soy; que sean capaces de no vender al Maestro como fue vendido por treinta y tres monedas; que se animen a aprender de la fidelidad, así como Mi Padre les enseña a ser fieles.

Para alcanzar ese grado de unión Conmigo, solo deben ser obedientes y no engañarse más a ustedes mismos, porque la obediencia los protegerá de ustedes. Así Yo los podré colocar, a pesar de lo que suceda, en situaciones extremas de riesgo o de emergencia para que testimonien Mi Amor Consolador.

Los que hoy no están aquí, entre ustedes, es porque no fueron obedientes y, en consecuencia, no consiguieron ser fieles a Mí.

La obediencia no es hacer solo las cosas perfectas para Mí, sino es ser verdadero y transparente con uno mismo, con la vida, con el prójimo; es decir: “no entiendo”, pero también es aceptar y renunciar.

Hoy les digo esto porque vendrán tiempos difíciles, así como llegaron para los apóstoles.

Es hora de que se pregunten, sinceramente, todo lo que hoy les digo, así Yo encontraré más refugio en sus corazones.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús