Domingo, 23 de febrero de 2020

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN TAHLEQUAH, OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Bases ardientes de una vida comunitaria y grupal - Parte II

El espíritu de una comunidad es la luz que ilumina su vida para siempre, siguiendo los principios propuestos por la Jerarquía y permitiendo que esos principios se amplíen según la necesidad de los tiempos y de los ciclos.

Para que el espíritu de la comunidad sea inmortal, sus miembros deben haber alcanzado la trascendencia de lo que es terrenal y vulnerable.

Las bases de la comunidad, detalladas en el mensaje anterior, representan ese soporte fundamental e inalterable para que se cumpla el designio o el propósito de esa comunidad, sabiendo que es importante la presencia de la Ley de la Jerarquía, porque en esa Ley, los miembros de la comunidad sabrán estar orientados todo el tiempo y, a su vez, esa Ley los ayudará a basar sus vidas en lo que es evolutivo y moral.

En este sentido, el centro de la comunidad es su espíritu que acoge a todos los que llegan y los hace partícipes de todos los impulsos representados en la experiencia de la vida grupal y del camino constante del servicio.

Mediante la Ley de la Jerarquía, la comunidad nunca estará desamparada, no sentirá soledad ni abandono espiritual. Al contrario, la Ley de la Jerarquía les aportará a sus miembros lo que sus miembros y simpatizantes necesitan aprender con el fin de crecer interiormente en su nivel de donación, de servicio y de entrega.

En simples palabras, el espíritu de la comunidad evita el ámbito de las apariencias, de la presencia de irresponsabilidades y, sobre todo, establece el amor, el que alimenta a las consciencias para que, con confianza, se animen a dar los pasos internos que necesitan dar.

En la comunidad se vive y se practica la consciencia, y esa consciencia permite alcanzar otros niveles más amplios de comprensión de lo que significa el propósito de esa comunidad y de la participación activa de todos sus miembros.

Así, el espíritu de la comunidad no se personaliza ni tampoco se individualiza en una persona. Todos son posibles instrumentos, y también pueden ser captadores de los sagrados impulsos de la Jerarquía.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús