Domingo, 25 de diciembre de 2022

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Así como brilló la Luz en la humilde Gruta de Belén, una profunda Luz eterna brilla en la esencia de cada hijo Mío.

Aunque en este momento planetario, el Sagrado Proyecto de Dios, aquel Proyecto que fue pensado por el Padre Eterno, esté siendo colocado en juego por el hombre de superficie; a pesar de todas las circunstancias, a pesar de todas las situaciones que desvían a la humanidad de la Voluntad Suprema, a pesar de todo, hijos Míos, existe una Luz profunda en la esencia de cada hijo Mío, una Luz eterna, semejante a la que surgió en la humilde Gruta de Belén, en la Encarnación del Hijo de Dios.

Pero hoy, vengo como su Madre Celeste a recordarle al mundo, a recordarle a las almas que, más allá de todo error u oscuridad, esa Luz eterna nunca podrá apagarse; porque de allí proviene no solo lo que Dios espera de cada criatura, sino que en la Luz eterna y profunda de cada hijo Mío está escrito el camino y la trayectoria que deberá recorrer después de esta encarnación, con todo lo que haya aprendido y vivido en este planeta.

Por eso, que la humanidad no se olvide de esta Luz eterna y profunda que está latente en la esencia de cada hijo Mío, esencia que es iluminada y alimentada por la Esencia de Cristo; cumpliendo así, en este universo, el Principio Creador con el que Mi propio Hijo hará de Sus apóstoles los Cristos del Nuevo Tiempo, que recibirán el Legado espiritual y universal para que, después de esta transición de la Tierra, la humanidad sea repoblada de nuevos principios, atributos y códigos.

Pero no piensen, hijos Míos, que esto está muy lejos, porque si el Retorno de Mi Hijo está muy cerca en este tiempo, también está muy cerca este momento de que la humanidad sea liberada del cautiverio espiritual, de las cadenas, de las amarras y de todas las opresiones que colocan a las consciencias en el camino que está lejos de Dios.

Por eso, Yo vengo a reconstruir espiritualmente, en este momento, todo lo que Mis hijos necesitan para que en este tiempo vivan no solo su camino de despertar y de elevación, sino que estén colocados dentro de los Comandos de Cristo, siguiendo Su Voluntad, escuchando Sus orientaciones y concretando lo que Él Ha pensado en este tiempo final para preparar esta Tierra, para preparar los mundos internos para lo que ha de venir, lo maravilloso que ha de venir desde el universo cuando finalmente termine este cautiverio espiritual en el planeta.

Por eso, hijos Míos, hoy no vengo a contemplar lo que no hicieron bien, vengo a pedido de Mi Hijo a contemplar la Luz eterna que Dios les ha entregado desde el origen de sus consciencias, en los sagrados espacios de este universo, en donde el Proyecto de Dios una vez comenzó y que, aún ese Proyecto, por más que sea antiguo, está latente porque aún deberá cumplirse en aquellos que se animan a vivir su despertar.

Cuantas más almas despierten en este tiempo, mayores serán las intervenciones de la Jerarquía Espiritual para disolver y aplacar los acontecimientos del Armagedón.

¿Acaso están entendiendo lo que les digo?
 
Formar parte de este momento con la Jerarquía es único, no solo por lo que pueden vivir o experimentar, sino por lo que pueden conocer o descubrir de lo que está guardado como misterio en este cosmos.

Muchos llegaron a la Tierra como estrellas caídas. Después de tanto tiempo, de tantos aprendizajes y pruebas, muchas de esas estrellas se convirtieron y se transformaron en parte de este firmamento espiritual y eterno, dando un testimonio vivo y concreto de la conversión que Ha hecho Cristo en los corazones, llevándolos al camino del Amor y de la Verdad.

Por eso, hijos Míos, no se pueden desanimar en este momento; aunque los acontecimientos del planeta se agraven o se precipiten no pueden desanimarse, no pueden detenerse, hay una Vida Mayor que los espera no solo a ustedes, sino también a sus hermanos del planeta.
Quiero decirles en claras Palabras, Mis amados hijos, que hay algo más allá de esta vida material y concreta que los espera. Y eso que hay más allá no es solo espiritual o inmaterial, también forma parte de este universo material.

Por eso, la Jerarquía a través de los tiempos, los prepara para ese momento. No podrían estar ante la revelación de un misterio si sus mundos internos no estuvieran en la vibración correcta. Por eso, es necesario la purificación, porque si el Pequeño Niño, el Hijo del Padre, fue purificado en el Templo para vivir Su Gran Tarea, ¿acaso la Ley de la Purificación es innecesaria en este universo?

Se ha tergiversado la Ley de la Purificación, por lo que han comprendido en este momento. La purificación es un proceso de liberación; es el primer paso de la escuela de la trascendencia; es la gran oportunidad espiritual de que los corazones, delante de Dios, se liberen de las amarras, de las opresiones y del sufrimiento en el cual está inmersa la humanidad.

En la Ley de la Purificación está la Luz de la Esencia Divina, y las almas y los mundos internos la pueden encontrar cuando se animan a enfrentarla y no se resisten. Imaginen lo que hubiera sucedido si el Hijo de Dios no se hubiera purificado.

¿Acaso el Proyecto del Padre podría haber estado equivocado?

No, hijos Míos, no solo el Hijo de Dios se purificó en el Templo; también el Casto Corazón de San José, así como Su Santísima Madre, se purificaron en ese acontecimiento.

Sé que hoy de nuevo les hablo de un misterio, pero no hay mejor forma de comprender Mis Palabras que colocarlas en el corazón.

Oren, mediten, reflexionen e interésense para que lo que está guardado en el Misterio de Dios se revele, porque la vida, hijos Míos, no termina aquí.

Nuestra Obra en este planeta tiene un fin especial, que las consciencias encarnadas alcancen los pasos de la ascensión en la transformación del día a día, en el esfuerzo del día a día, en la determinación de poder convertir la consciencia en aquella aspiración ardiente, profunda y eterna, que el Padre Celestial pensó antes de sus orígenes.

Por eso, deben tener claro que esta es la causa de su encarnación. Así pueden, por un momento, sentir e imaginar lo que siente y ve la Jerarquía de las almas de este mundo que están alejadas del camino de la Verdad, que le han cerrado la puerta a su propio Propósito Espiritual.

Pero ahora, su Madre Celeste tiene la última chance, por medio de Su Palabra y en especial por medio de Su Presencia, de entregar la Gracia del despertar espiritual para que las almas no solo corrijan sus caminos, sino que puedan postularse a ser Nuevos Cristos, para que puedan estar en el lugar y en el momento en que Mi Hijo los necesite.

Su única morada está en el Reino de los Cielos. Cada momento vivido en este mundo, cada momento que experimentan o cada lugar donde pueden estar, es tan solo un pasaje, es un aprendizaje y una lección de humildad.

Hijos amados, es allá arriba en la Creación del Padre Eterno, es allá arriba en este Universo Sideral, donde se encuentra su verdadero ser, donde se muestra su verdadera faz, que muchas humanidades conocen hace tiempo. Trabajaremos hasta que todas las almas posibles lo alcancen, hasta que los que están más dormidos despierten de este letargo universal.

Por eso, traemos la Luz de Nuestros Impulsos Divinos para que no solo sean Palabras, sino sean Decretos eternos e inextinguibles para que las almas que los escuchen una y otra vez se transformen, sabiendo que en la Instrucción Sagrada de la Jerarquía siempre tendrán, ante ustedes, la oportunidad del cambio; el cambio que los llevará, sí o sí, a la transformación y a la redención.

Si Mi Hijo consiguió de los apóstoles convertirlos en buenas personas, convertirlos en Sus apóstoles para que hicieran perpetuar Su Obra en el mundo, ¿qué es lo que Mi Hijo podría hacer con cada uno de ustedes?

Hay solo una razón para todo esto, es que deben aprender a confiar para que aprendan a amar; y que este Amor que no es mundano, sino que es el Amor que surge de la Fuente a través de las almas que sirven y se entregan, pueda ayudarlos en el día a día a reflejar el Amor de Dios en sus obras de servicio y de caridad, con un solo fin: el alivio del sufrimiento, del sufrimiento que vemos en este mundo, en esta Tierra, del sufrimiento que paraliza y esclaviza a los corazones.

Nuestra Voz, Nuestra Palabra y, sobre todo, Nuestro Amor Divino y Consolador vienen a romper esta cadena de sufrimiento para que las almas se liberen y alcancen la paz, la alegría de sentirse amadas por el Padre Eterno; porque Él, siendo su Padre que está en los Cielos y que está en sus corazones, siempre tiene Sus Brazos abiertos a todos, porque Él es Misericordioso, Bondadoso y Prodigioso. Cuando sufren, cuando caen, cuando se alejan de Él, es porque no solo se olvidan de Su Amor, se olvidan también de que Él es pura Misericordia, Fuente Incansable de Compasión.

Por eso, hoy vengo no solo a celebrar la Natividad del Rey del Universo, a celebrar la Natividad de todos los Cristos Internos, de aquellos que se confirman día a día a través de su sí; sino también vengo a imponer Mis Serviciales Manos, como la Madre de la Cura Universal, para irradiar Mi Luz y Mis Gracias sobre Mis hijos, pidiéndole al Padre Celestial que las heridas más profundas y desconocidas en los corazones del mundo sean sanadas, a fin de que todos Mis hijos alcancen la felicidad de estar en Dios.

Únanse a Mí y trabajemos para cumplir con esta Aspiración de Dios de que las almas sonrían y alcancen la felicidad de estar en Dios, para así formar parte de Su Sagrado Reino.
Que la Luz de los Cristos Internos, en este momento del planeta, se perpetúe.

Que esta Luz de los Cristos Internos, nutrida por la Esencia de Cristo, les conceda la Gracia de la liberación y de la paz a las almas que más la necesitan, a fin de que se sigan rompiendo las cadenas que atan a las almas al sufrimiento y al dolor, y para que brote de cada esencia interior la Flor perfecta que Dios creó, a través del origen de cada Hijo Suyo.
Contemplen, en su mundo interior, la Flor de Dios y, así, alcancen su libertad.

Los veré el próximo día 31 de diciembre, cuando a través del Reino de Aurora, la Jerarquía Espiritual cerrará este año con un profundo acto de meditación y de reflexión ante todo lo que sucede y, sobre todo, con un profundo acto de ofrecimiento a Dios.

Acto que será ofrecido a través de los frutos que han vivido las almas en este tiempo, los frutos espirituales y los tesoros sagrados del corazón que aún mantienen vivo el Proyecto del Padre en este planeta, el fruto del sacrificio y la entrega del amor del corazón, pilares que sostienen Su Proyecto en este planeta.

Y así, a través de Aurora, en unidad y en omnipresencia, la Madre de Dios volverá a impartir Su bendición maternal, preparando junto a Sus hijos los próximos pasos que Cristo dará en Norteamérica y en otros lugares del mundo.

Oremos:

Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu Misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta Unidad.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a entonar una canción a pedido de nuestra Madre Santísima. Una canción que imita el sí de María, que Ella nos invita a vivir en este tiempo. La canción que se llama “Yo digo sí”.
Y a través de esta canción vamos a afirmarle nuestro sí a María, a Su Corazón, por todo lo que Cristo necesita de cada uno de nosotros; afirmando que a través de nuestro sí, el Señor concretará Su Victoria.

 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Que la Luz de la Natividad del Señor ilumine con Amor y Paz al mundo y, en especial, a Ucrania.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Domingo, 11 de diciembre de 2022

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LOS PICOS DE EUROPA, CANTABRIA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Después del Retorno de Mi Hijo, Yo también vendré como un Sol a darle la última bendición al mundo, para terminar de abrirles los caminos a todos Mis hijos, caminos que los llevarán hacia el Corazón de Dios.

Por eso, Él envía a Su Mensajera; envía a la Sierva y Madre de Dios para que, pronunciando Su Dulce Voz y entregando Su Mensaje Maternal al mundo, las almas encuentren dentro se sí mismas el camino de la redención y de la reconciliación, que en este momento le falta a la humanidad.

Por eso, Nuestras Divinas Consciencias no se cansan de acercarse al mundo para que Nuestros hijos de la Tierra sientan Nuestra cercanía, sientan Nuestra sagrada aproximación, llena de Amor y de Misericordia, llena de Luz y de Paz para todos.

Pero Mis Ojos de Madre no pueden dejar de contemplar la situación de la humanidad, grave, dolorosa y difícil para todos; en la que las almas necesitan de mucha orientación espiritual para que no pierdan de vista la Divina Voluntad y no se olviden del Propósito Espiritual que Dios colocó en cada uno de Sus Hijos.

Por eso, Nos hemos vuelto incansables con cada uno de ustedes, Mis hijos, para que puedan encontrar ese camino definitivo que los llevará no solo al gran despertar, sino al cumplimiento en obediencia de la Divina Voluntad que los acoge y que los recibe por medio de la Fuente del Amor y de la Unidad en el Reino de los Cielos.

Mientras Mi Hijo aún no llegue al mundo, Él envía a Su Madre Celestial a la Tierra, para que la Voz de la Madre de Dios pueda ser, una vez más, escuchada, así como fue escuchada por algunos hijos Míos en Lourdes, en La Salette, en Garabandal y en Fátima. Una Voz que no pudo tener eco en el fin de estos tiempos, porque Mi Mensaje no resonó como estaba previsto.

Por eso, vuelvo a estar aquí en este día. Vuelvo a estar aquí, en este sagrado lugar de los Picos de Europa, para que puedan comprender y también puedan percibir que en el silencio de las montañas es donde se encuentra la Presencia de la Jerarquía, así como también se encuentra en el silencio de sus corazones, en el momento sagrado de la oración y de la liturgia, y también en el incansable servicio al otro.

Estos son los atributos y los principios que la humanidad necesita urgentemente en este tiempo; porque la humanidad está perdiendo el sentido de la perspectiva, y al perder el sentido de la perspectiva, pierde el sentido del discernimiento. Y esto no trae luz a sus caminos, no trae sabiduría en las decisiones, no trae una decisión firme en los próximos pasos que se deben dar.

Por esa razón, Yo estoy aquí, enviada por Mi Hijo, para que puedan hacer resonar la voz de Mi Mensaje de Garabandal. Porque todo lo que allí sucedió no fue en vano, todo lo que allí sucedió no fue comprendido por no haber sido aceptado, por no abrirse a las Leyes Superiores que actuaron en esos acontecimientos de Garabandal de forma contundente y determinante.

Pero Mi Mensaje de Garabandal pudo resonar en los corazones simples y humildes; porque es allí donde está Dios, en los corazones simples y humildes; en los aparentemente perdidos espacios del planeta, en donde la inocencia y la pureza se pueden encontrar.

Esto permite que Dios se exprese con Su Poder y Voluntad, superando las leyes de la física y de la materia a través de acontecimientos sobrenaturales.

Pero la Jerarquía Espiritual no se concentra en los fenómenos y en los movimientos extraordinarios, la humanidad los necesita para poder despertar y comprender el Mensaje de la Jerarquía.

Por eso, una vez más, Yo estoy aquí para que Mi Mensaje pueda resonar dentro de ustedes, Mis hijos, y así se puedan abrir las puertas a la Misericordia y a la Gracia de Dios que el mundo necesita.

Mientras tanto, Mis hijos, Yo estaré muy cerca de ustedes, acompañándolos, porque una Buena Madre quiere que den los pasos seguros hacia la paz, porque cuando estén en la paz estarán en la fraterna hermandad.

Queridos hijos, hoy Me tomo el tiempo en este espacio para que puedan sentir y, sobre todo, escuchar cada una de Mis Palabras y, más allá de escucharlas, puedan sentir Mi Vibración Espiritual, Divina y Cósmica que les trae los Atributos y los Principios de la Fuente en cada momento de Aparición, con el fin de su cura y de su regeneración espiritual.

Estoy reunida aquí, en lo alto de estas montañas, con todos los ángeles de Garabandal; trayendo Mi Mensaje de Paz, trayendo Mi Palabra, pero también Mi Grito al mundo para que detengan la guerra y la destrucción; porque el hombre de superficie le sigue abriendo las puertas inciertas al mal y no solo compromete su vida espiritual, sino también compromete la vida de todo el planeta.

Aún deberemos seguir rezando con fervor y determinación para que las pocas puertas que están aún abiertas hacia los Cielos se mantengan abiertas, para que se cumpla la sagrada intervención y el auxilio que todos los grupos de almas de este planeta necesitan, a fin de que encuentren el camino definitivo hacia el Señor.

Estoy a los pies de la cruz del calvario del planeta y espero a cada uno de ustedes, Mis hijos, para que Me acompañen en este momento; llevando en sus corazones Mi Mensaje de Madre para que, antes de que todo suceda, exista la Gracia de revertir ciertas situaciones que parecen irreversibles.

Pero, Yo los confío al poder de la oración, al servicio incansable, al Amor Eterno, que todo transforman y consagran la vida de las consciencias que caminan en Cristo.

Me recojo, en este día, en la oración de Mis hijos, para que sigan acompañando Mis Pasos, de Esclava y Sierva del Señor, por este planeta, por Mis hijos de toda la humanidad.

Que, en la concepción de esta próxima Natividad del Señor pueda surgir el Espíritu de la Paz y del Bien que colme a los núcleos internos y a los corazones de la Soberana Verdad del Universo, que algún día los colocará delante de la realidad, a fin de que se rediman y se reconcilien con el Padre Eterno.

Rezaré por esto, porque sé que es muy importante y urgente.

Una vez más, les agradezco a todos los que Me acompañaron en esta peregrinación y, especialmente, les agradezco a todos aquellos que viven Mi Mensaje.

Yo los bendigo en el nombre del Señor, el Creador del Cielo y de la Tierra, ungiéndolos a través del Espíritu del Señor, de Su Amor-Sabiduría.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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