Lunes, 13 de marzo de 2017

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CASA NUESTRA SEÑORA DE LOS POBRES, CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo aquí a traer la paz que necesita esta ciudad y este pueblo.

Vengo con todos Mis ángeles a este encuentro, para que ellos también los puedan bendecir, porque son enviados del Padre para cerrar las puertas inciertas y abrir los corazones al amor.

Es por eso que he escogido venir aquí, queridos hijos, para estar más cerca de ustedes y traerles una buena nueva, el momento que se aproxima, tan esperado por toda la humanidad: la segunda venida de Cristo. Por eso, ustedes deben tener sus corazones prontos, no solo en la confesión, sino también en la comunión con Mi Hijo. Esas serán las llaves que prepararán sus corazones para lo que vendrá.

Me aproximo a ustedes, queridos hijos, para poder sanar sus corazones, para traerles nuevamente la alegría de saber que la Sierva fiel, la Madre del Altísimo, la Señora de los Pobres, estará aquí entre ustedes todos los meses, hasta que se cumpla Mi misión de tornar esta ciudad un punto de Luz y de oración para el mundo.

Por eso, he fundado esta casa con todo Mi Amor maternal, para que aquí se preparen y se gesten las bases del servicio y de la oración, de la fraternidad y del amor entre los seres, y así se lleve adelante esta obra, que no solo abraza al mundo entero, sino que también volverá aquí como punto final, como punto culminante de Mi obra en estos tiempos, pedida por Mi Hijo a través de Mi Inmaculado Corazón y de la unión de todos sus corazones con el Mío.

Hoy vengo aquí con los Santos Arcángeles para que su vida espiritual pueda revivir, para que sus caminos estén purificados. Y al final, en el horizonte, vuelvan a ver la Luz de Mi Hijo, Su Corazón Glorificado que se aproxima a esta región de Brasil para que, durante la Sagrada Semana, Él los bendiga y los sacramente a todos con la señal luminosa de Su Santa Cruz.

Queridos hijos, necesito en este tiempo de sus corazones simples. Así, con esa simplicidad que hoy sus corazones Me han donado por medio de su filiación Conmigo y de su presencia en este lugar, permitirán a Mi Inmaculado Corazón que Yo pueda seguir viniendo a esta casa para visitarlos todos los meses y nuevamente traerles Mis Gracias celestiales que serán la fuente de su reparación y conversión. Así encontrarán la reconciliación con Dios, en una profunda comunión interna de cada una de sus almas con Mi Alma y el Alma de Mi Hijo, y así con todo el Reino Celestial.

Yo les traigo, queridos hijos, siete llaves importantes que los ayudarán a llevar adelante esta misión que hoy les encomiendo, de poder tornar esta ciudad un punto de Luz para el mundo. Cada uno de ustedes, queridos hijos, será un referente para los peregrinos que vendrán del mundo entero. En sus ojos y en sus labios deben reflejarse Mi sonrisa celestial y en sus corazones, libres del sufrimiento y del dolor, debe estar la paz; porque Mi aspiración es curar a cada uno de ustedes para que puedan ingresar en el universo de Mi Amor maternal, en donde solo encontrarán alegría, esperanza y regocijo de poder estar en Cristo, Nuestro Señor.

Para que todo eso sea posible y los milagros se realicen en sus vidas, en un tiempo de gran desigualdad, Yo los invito a orar Conmigo todos los días. Quiero que esta ciudad se torne un gran Rosario de Luz para todo el mundo, y que cada cuenta de este Rosario de Luz, que será construido por ustedes, represente a un grupo de oración, un núcleo orante, en donde las bases de la Sagrada Familia se podrán expresar en sus corazones y vidas por medio de los Dones del Espíritu Santo.

Quiero volver a erguir a Nuestra Señora del Carmelo. Que esta ciudad sea bendecida por ese santo nombre. Que Nuestra Señora de los Pobres esté en el corazón de cada uno de Mis hijos y en cada lugar donde exista una necesidad.

Por eso, Yo les entregué, queridos hijos, en esta ciudad, la sagrada Casa de San José, en donde viven Mis misioneros de la paz; en donde podrán aprender a construir una verdadera vida fraterna, una vida grupal basada en la fraternidad y en el amor entre los seres, encontrando en cada lugar el servicio y una posibilidad de vivir la oración del corazón.

Es de esa forma, queridos hijos, que Yo los invito a ser una gran familia espiritual. Invito a sus familias a que sean renovadas por medio del servicio, de la oración y de la comunión.

Les traigo desde el Cielo todos estos dones para que la Iglesia Celestial que, en ustedes, habita en lo profundo de sus almas, pueda volver a ser erguida; y Mi Hijo, cuando retorne durante la Sagrada Semana, encuentre un refugio, un lugar de alivio y de oración, en donde Él pueda entrar en sus corazones y vidas.

Como Señora de los Pobres, Yo los invito a reconstruir esta ciudad a través de ejemplos y actos simples. Si su oración es poderosa y la viven diariamente, les aseguro, queridos hijos, con la autoridad que Me ha dado Cristo, que muchas cosas terminarán y la esperanza será recuperada en muchas consciencias.

Para que eso suceda, a todos ustedes, queridos hijos, en la humildad y en la simplicidad de sus corazones, los invito a dar el paso, a que acompañen a su Madre Celeste en esta misión y en este propósito que hoy vengo a presentarles a cada uno de ustedes.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Así como hoy consagro esta casa, espero consagrar cada una de sus casas, para que esta ciudad, hijos Míos, sea semejante a Mi Reino y aquellos que lleguen aquí, de los cuatro puntos de este mundo, buscando la paz y la reconciliación con Dios, puedan encontrar, en cada uno de ustedes, este camino que lleva a Mi Inmaculado Corazón.

Por eso, hoy les pediré que, mes a mes, anuncien Mi Presencia en este lugar; que lleven a sus familias, sobre todo a los más jóvenes, a Mi Centro Mariano para que Yo pueda curarlos poco a  poco, para que reencuentren un sentido en sus vidas, porque los más jóvenes, hijos Míos, se están perdiendo por las ilusiones e influencias de este mundo y el deseo del Creador es que Sus hijos lo encuentren, que puedan expresar en este tiempo la unidad y la semejanza con Él, así como lo expresó Mi Hijo Jesús.

Quiero, hijos Míos, que fortalezcan su fe, que fortalezcan la unidad Conmigo; porque Yo solo los llevo hacia Jesús para que lo encuentren cuando Él retorne al mundo, para que lo reconozcan entre los hombres, para que lo reconozcan caminando por las calles, convirtiendo a los corazones y recordándoles el compromiso de ustedes con Dios.

En esta noche, hijos Míos, establezco la paz en sus vidas y les pido que Me abran las puertas de sus corazones para que, con Mis ángeles, Yo pueda liberarlos, curarlos y colocarlos en un camino de paz y de crecimiento espiritual. 

No vengo aquí para fundar una nueva religión ni una nueva iglesia. Vengo para fortalecer la fe que ya existe en sus corazones. 

Sé que muchos Me aman y son devotos de Mi Divino Espíritu. Ahora, hijos Míos, deben dar testimonio de Mi Presencia en sus vidas, porque Yo estoy aquí para decir que escuché sus oraciones. Yo soy la respuesta a sus plegarias, todas aquellas súplicas que enviaron a Dios para que esta ciudad fuera diferente, para que sus hijos pudieran encontrar la paz. Yo estoy aquí, hijos, como un manantial único de paz. Solo les pido que abran sus casas y sus corazones, que tomen con sus manos sus rosarios y oren Conmigo para que, por la potestad que Dios Me concedió, Yo pueda transformar sus vidas. 

Confíen en el poder de la oración cuando unen sus corazones al Mío. Confíen en que, junto a Mí, el destino de esta ciudad puede ser diferente y ella podrá ser reconocida en el mundo entero como una fuente de paz para los que tienen sed, como una fuente de vida para los que mueren en espíritu.

Vengo a convertir este suelo para que se torne sagrado y anuncie al mundo Mi Presencia Maternal; para que dé el ejemplo a la humanidad de corazones que verdaderamente preparan el Retorno de Cristo, porque Él vendrá y no será solo en espíritu. Todos los ojos lo verán, todas las rodillas se curvarán ante Él porque no podrán, hijos, resistirse a Su Amor y a Su Poder. 

Aquellos que son Sus compañeros, lo seguirán y establecerán con Él el Reino de Su Padre. La Nueva Jerusalén, que los pueblos antiguos tanto esperaban, será visible para los ojos humanos, porque la Voluntad de Dios se establecerá y Sus promesas se tornarán vida.

Confíen en lo que les digo, hijos Míos, porque el mundo temblará y los corazones se arrepentirán de no haber despertado a tiempo. 

Hoy los llamo por el nombre para que estén ante Mi Presencia. Hoy los consagro y les ofrezco Mi Paz para que conviertan sus vidas y sean llamados verdaderamente Hijos de María. 

El Reino de Dios se aproxima a sus vidas. El Creador les ofrece Su Amor y solo es necesario, hijos Míos, que le digan sí al Dios Supremo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo a sacarlos del infierno para que ingresen a Mi Paraíso. Por eso, hoy estoy aquí, entre ustedes, muy feliz. No podrían imaginar, queridos hijos, cuán grande es Mi felicidad al estar consagrando a nuevos Hijos de María y en consecuencia, a cada uno de ustedes, que son permeados por los rayos de Mi Amor y de Mi Gracia.

Quisiera que, en el próximo mes, fueran el doble de los presentes. Abran las puertas de esta ciudad para que los ángeles puedan reinar y las almas, que han muerto espiritualmente, puedan resucitar, ante la venida gloriosa de Cristo.

Ahora, quiero que se aproximen los que se consagrarán como Hijos de María, a este escenario, para que Yo los pueda bendecir. Vengan a Mí, queridos hijos, estén cerca de Mi Corazón Inmaculado, no deben temer. Yo les traigo la paz y la felicidad celestial que tanto necesitan sus vidas, para poder cumplir el Propósito de Dios que, en este tiempo, se está llevando adelante a través de esta Obra.

Quisiera que todos los sacerdotes abrieran sus corazones a Mi llamado. Yo soy la Madre del ecumenismo y conduzco a todos Mis hijos hacia Cristo. Todos son merecedores de la Misericordia de Dios. Todos son merecedores de la Gracia de Dios. Todos son dignos hijos de Dios y merecedores de la salvación que Mi Corazón Inmaculado le concede a todas las almas.

Hoy no solo bendeciré a los Hijos de María, estos sesenta nuevos hijos que formarán los primeros grupos de oración en los diferentes puntos de esta ciudad. Serán los que sembrarán para que nuevas almas puedan surgir, por medio de este impulso de orar el Santo Rosario por la paz todos los días, con el fin de que esta ciudad se consagre a Mi Inmaculado Corazón.

También vengo a consagrar sus objetos sagrados, como todas estas flores que han colocado en Mi altar, en el sagrado altar de la Señora de los Pobres. Ustedes llevarán una flor como recuerdo de Mi Presencia en sus vidas. También bendeciré sus rosarios, bajo la autoridad que Dios Me concedió.

Ahora, que los nuevos hijos, que se consagran ante esta casa de la Señora de los Pobres, coloquen su mano izquierda sobre el corazón y sustentando la luz de su vela, confirmen la Presencia Divina en este lugar; la Presencia del Padre, la Presencia del Hijo y la Presencia del Espíritu Santo.

Hoy desato un gran nudo para que se puedan liberar y así reencontrar la paz, porque si la paz está en ustedes, la paz estará en esta ciudad, los corazones se convertirán, los enfermos se curarán y todos se sentirán más amados porque Yo estaré aquí presente. Cada vez que crucen la puerta de esta casa, sepan que la Señora de los Pobres siempre los observa y los acompaña con Su Amor.

Vengo a cicatrizar sus corazones, retirando las espinas de la vida. Vengo a sanar sus almas, para que se enciendan a través de Mi Espíritu Divino. Vengo a reencender, en sus vidas, la llama poderosa de la oración del corazón.

Hoy vengo a entregarles Mi Amor y toda Mi Gracia para que sean benditos, sean dignos merecedores de la Misericordia de Dios por todos aquellos que no la viven y que se apartan del Reino de Dios, alejándose del Amor y de la Verdad que vive en el universo.

Yo los consagro. Yo los bendigo. Yo los abrazo como buena Madre, como Madre de todos y Madre de la Nueva Humanidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Canten María de Nazaret y eleven sus rosarios para que Yo los pueda bendecir.

El Señor bendiga estos objetos sagrados que simbolizan la apertura de las puertas del Cielo en lo más íntimo de cada una de las almas. Que estas cuentas de oración sean permeadas por Mi Gracia y por Mi Luz. Que las almas se aferren a este instrumento celestial, para que siempre encuentren el amor y el camino que los llevará hacia Mi Hijo, hasta Su Sagrado Corazón.

Bendigo estos rosarios, para que sea bendecida esta ciudad, bajo la autoridad que el universo Me concedió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Lleven sus rosarios sobre el corazón para que el Cielo ingrese en sus vidas.

Les agradezco.

Los esperaré el próximo mes y estoy feliz por poder reencontrarlos en el espíritu de la fe y de la unidad.

Que así sea.

Sábado, 25 de marzo de 2017

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He llegado aquí con el Cetro de Luz de Dios para socorrer al mundo y establecer así la paz que aún falta en la humanidad.

He recibido de sus corazones todas sus oraciones y esto agrada mucho a Dios, porque los corazones peregrinos, los más humildes entre los humildes, han decidido ser fieles a Mi Corazón, para poder ser fieles a Cristo y, en consecuencia, al Todopoderoso.

Crean, queridos hijos, que hoy les entrego muchas Gracias, después de haber peregrinado hasta aquí, buscando fortalecer su fe, la unión entre sus familias y la comunión reparadora, que son invitados a vivir todos los días a través de la Santa Eucaristía.

Hoy sus corazones simples se confesaron a Mi Corazón. Como Madre piadosa, Yo los coloco a todos entre Mis brazos, para ofrendar a Dios lo mejor que ustedes tienen en su interior.

Quiero, en esta noche, expandir sus consciencias más allá de esta aparente vida material, para que sus almas puedan dar nuevos pasos en representación de toda la humanidad, que en estos tiempos está muy desconectada de Dios, lejos de la Fuente de Su Amor.

Ustedes, siendo misericordiosos y fieles a Mi Corazón Inmaculado, podrán siempre encontrar las puertas abiertas al Reino de Dios, en donde todas sus súplicas serán acogidas, no solamente por Mi Corazón Materno, sino también por el Corazón Sagrado de Mi Hijo.

Es así que hoy quiero decirles, queridos hijos, que infinita es Mi alegría, por encontrarlos hoy aquí conmigo, fortaleciendo en sus almas el camino de la perfección, el camino de la oración, que es muy necesario en estos tiempos.

Sientan que sus tristezas, problemas y obstáculos se disuelven ante Mi presencia, porque hoy llevando este Cetro de la Luz de Dios, no estoy sola aquí, queridos hijos, sino con todos los ángeles del Cielo que asisten a su Madre Celestial para llevar adelante esta Obra corredentora

Hoy vengo mostrando Mi corona de estrellas para iluminar los cuatro puntos de la Tierra y para que más allá de esta humanidad, los espíritus superiores de sus seres despierten a este llamado, y así lo reencuentren.

Los invito a vivir la instrucción de corazón y que sean la instrucción viva en estos tiempos, porque así el Evangelio de Mi Hijo se estará cumpliendo.

Hoy vengo con el Cetro de la Luz de Dios para apartar lo que Mi enemigo imparte en todas las mentes humanas que son muy débiles porque carecen de una verdadera vida de oración, de una verdadera súplica del corazón al Corazón de Dios.

Necesito, queridos hijos, que se fortalezcan. Por eso traigo este Cetro de la Luz de Dios, y hoy les extiendo esta revelación para que sus consciencias den nuevos pasos y no pierdan el impulso divino que está llegando directamente del Cielo y del Universo, para vivir esos impulsos espirituales que harán posible a la Nueva Humanidad, que será impulsada por ustedes.

Necesito que sean humildes, y si aún no han encontrado la humildad del corazón, los invito a vivir la resignación ante Mi Hijo porque así permitirán, queridos hijos, que Cristo cumpla Sus Obras a través de sus vidas y corazones.

Nuevamente los invito a la fidelidad, para que sean contemplados por Dios en la inmensidad de Su Divina Misericordia.

Por eso a cada uno de ustedes, queridos hijos, vengo a consagrarlos a Dios día a día, según lo que cada uno Me puede dar, en la escuela que se encuentre, para así poder aprender de todo lo que el Universo traerá a la Tierra, dentro de esta escuela de redención y de perdón.

Por encima de todo, que prevalezca en ustedes el Amor de Dios, porque sin el Amor de Dios, les aseguro, hijos Míos, que no podrán hacer nada; se sentirán muy limitados para poder resolver las cosas de esta vida superficial.

Sin el Amor de Dios, no podrán seguir a la Jerarquía Celestial, estarán muchos escalones abajo y no llegarán a estar en el punto que Dios necesita en estos tiempos.

Cada uno de ustedes, a pesar de las imperfecciones de la vida humana, es un precioso instrumento para Dios.

Yo vengo a encender la llama que existe en ustedes, para que a través de ustedes, estén al servicio de Mi Hijo en este Plan preparatorio de Su segunda Venida al mundo.

Quiero que puedan abrir los espacios de sus corazones, para que las espinas de la incomprensión puedan ser sacadas, y en lugar de ellas, sea cultivado el amor, el amor que les trae su Madre Celeste, para hacer resucitar sus espíritus y consciencias en esta propuesta de redención y de perdón.

No pierdan la oportunidad de amar, porque estoy muy segura de que ustedes saben cuando no están amando, ni tampoco perdonando a sus semejantes, apartándose del camino de Mi Hijo, con sus incomprensiones, por su ignorancia.

La Obra de Dios aún no es conocida por ningún ser de la Tierra. Es un misterio divino que se revela de a poco, para que las almas puedan aprender a amarlo de una forma desconocida y adherida, no importando lo que cueste.

Es así, queridos hijos, que Yo les invito a seguir a Mi Hijo por el camino de la luz y de la hermandad, de la consideración y de la conscientización de que en verdad, cada acto que cometan, por más pequeño que parezca, repercute en la humanidad y en el universo.

Ustedes son parte de la última fase de esta raza, antes de que surja una Nueva Humanidad, después de su purificación y entrega a lo que Dios necesita.

Mi Corazón de Amor y de Verdad les revela lo que Dios está pensando.

Los invito, queridos hijos, a corregir sus caminos porque aún están a tiempo.

Mi adversario hará temblar a la humanidad pero Mi Cetro de Luz, de la Luz de Dios, será invencible, cuando él golpee a la Tierra con el Poder de la Gracia y de la Liberación.

Este es Mi mensaje para ustedes, estas son Mis palabras para hoy. Necesito que las mediten y que no salgan de aquí como si no supieran nada, como si aquí nada hubiera acontecido.

Les traigo así el Don de la Sabiduría para que lo puedan contemplar en sus corazones.

Den los pasos hacia Mi Corazón en obediencia y sacrificio, para que puedan estar Conmigo en todo.

Quisiera, queridos hijos, que sus oídos internos no se cerraran, mas que sus corazones se expandieran al ser tocados por la luz de Mi instrucción, para que el se disipe, las almas recapaciten y puedan ser colocadas en el camino del cual se perdieron.

Es Mi amado Hijo el que en esta noche de oración y de consagración, Me envía para decirles todas estas cosas.

Ustedes saben, queridos hijos, a quién Yo le estoy hablando, a quién dirijo Mis palabras, para que su corazón pueda despertar.

Mi mensaje es para el mundo y especialmente para Mis siervos que hace tanto tiempo Me siguen por este camino de esperanza y de fe.

Y ahora les demostraré cómo es Mi amor maternal por medio de la consagración de nuevos hijos, que ahora llamo, para que estén cerca de este altar, de este centro de humildad que es ofrecido a su Madre Celeste.

Estas almas que hoy se congregan aquí para la consagración, representan a muchas más en el mundo; almas que deben ser tocadas por el fuego del Amor de Mi Hijo, para que todos reciban la oportunidad de ingresar en el ciclo de la salvación.

Los hijos de María son llamas que se reencienden a través del llamado de Dios, que es emitido por nuestros Sagrados Corazones.

Hoy, estoy ante hijos diferentes, pero en esencia muy iguales, porque hoy, aquí. los ha congregado el Universo de Dios para que pudieran recibir esta Gracia.

Ustedes hoy, queridos hijos, se comprometen a orar Conmigo todos los días por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón, no solo en sus consciencias,en sus familias, en sus seres queridos, sino también en el mundo y en la humanidad que necesita de una gran Gracia, para poder estar a salvo antes de que retorne Mi Hijo al mundo.

A través de su silencio interior, queridos hijos, hijos que hoy se consagrarán a Mi Corazón Inmaculado, coloquen en Mi Corazón sus intenciones para que el Padre del Amor, el Padre Celestial las escuche

Recibo ahora sus peticiones en el silencio del corazón y del alma, para que así toda la humanidad pueda dar el gran y esperado paso hacia la consciencia del amor y de la unidad.

Hoy no solo Mi Corazón los bendice como nuevos hijos renovados, sino que también el Cetro de la Luz de Dios es colocado sobre sus cabezas, para que la santa y divina Voluntad descienda sobre ustedes y así se cumpla el Proyecto Redentor.

Mis Rayos descienden sobre sus espíritus para consolarlos.

Mis Gracias tocan sus almas para convertirlos.

Mi Amor ingresa en sus corazones para que puedan revivir en Cristo, hasta que se cumplan los mil años de paz.

Yo los consagro, los bendigo y también hoy, los abrazo, colocándolos debajo de Mi Manto en donde no hay peligro, no hay mal, no hay adversidad, sino Luz, Triunfo, Redención y Misericordia para todas las almas que así lo acepten.

Los bendigo en Mí infinita alegría.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Les agradezco por responder a Mi Llamado.

Que sus fortalezas no tiemblén, pero que sus corazones se transformen para que la mente no los colonice. Que así sea.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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