Domingo, 13 de abril de 2014

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo Soy la Señora de Fátima. En este día preparo el advenimiento del aniversario de uno de los principales acontecimientos de la historia de su humanidad, que es la segunda redención de la humanidad después de la Llegada de Mi Hijo.

Por eso, preparen sus corazones para el camino de luz que Yo tejeré hacia Europa; abriendo puertas y corazones, curando almas y vidas que quieren estar en Mis brazos viviendo la consagración del corazón el próximo 13 de mayo.

Hoy, derramo Mi Inmaculado Corazón sobre el mundo y espero que cada una de sus vidas Me corone como la Reina de la Tierra, a través de la oración del Santo Rosario, la oración del corazón, la oración que los llevará siempre a la paz.

Proclamen, en este tiempo, Mi Palabra de Vida.

Los invito, día a día, a vivir los Mandamientos del Señor, de esta forma gestarán a la Nueva Humanidad que Dios espera.

Hoy, Me abro a acoger sus corazones en Mi Corazón y a preparar esta próxima Semana Santa, como la gran fertilidad para sus vidas, en la que el Señor depositará nuevas semillas para que las plantas y las flores puedan crecer y puedan ofertar sus dones a Dios en un tiempo tan definitivo y delicado.

Hoy, los llamo a reunir las fuerzas a través del corazón para que se unan a Mi camino inmaculado.

Yo vengo a preparar a la humanidad para algo importante. Por eso, siempre pido regresar a Aurora, esta es la cuna de un nuevo proyecto de Dios, en el que algo se vivirá plenamente por todos, cuando se abran al Llamado del Padre y vivan sin miedo la transformación de la vida y de la consciencia.

Yo les ofrezco, día y noche, Mi Corazón Inmaculado. Aquí lo tienen, Él está en Mis manos para ustedes, un Corazón que vivió en esta humanidad y que comprendió la condición humana de todos los seres.

Yo les traigo, a través de Mi Corazón, el Espíritu de Dios. Él debe reinar en sus hogares y familias para que sea la nueva Luz del mundo después de Mi Hijo, Corazón que prepare sus corazones para lo que vendrá en poco tiempo.

Por eso, es ahora, queridos hijos, que llegó el tiempo de vivir en la escuela de la oración, en la escuela de la cura y de la redención.

Mi Corazón Inmaculado también llegará a Fátima en el próximo mes. Mi Espíritu Virginal e Inmaterial circundará a todo ese lugar. Aquellos que quieran verme de verdad, sintonicen sus oraciones con el corazón, porque allí Me encontrarán con seguridad y sentirán la confianza para poder seguir caminando.

Pues Yo Soy su Maestra y Peregrina, Aquella que acompaña a los rebaños de Cristo, que no se cansa de andar en este mundo a lo largo de los tiempos para iluminar los caminos de los que están en la oscuridad.

Vengo a resucitar a aquellos que Mi Hijo Me ha pedido. Vengo a abrirles los ojos a los que están ciegos y a los que han endurecido el corazón por las experiencias de la vida.

Yo tengo la llave para su consagración, como también para su santidad. Cada uno sabe lo que puede darle al Padre.

Vivan, en este tiempo, Mi Mensaje de advenimiento. Mi Hijo Me envía para prepararlos verdaderamente y con consciencia. Yo vengo a preparar sus corazones para la Nueva Tierra.

¿Quién se arriesgará a seguir Mi camino?

¿Quién se animará a vivir por entero Mi llamado?

Estoy formando las nuevas filas de los soldados de la Luz, estoy congregando a los que han caído y a los que no han caído, estoy llamando a todos a vivir la Transfiguración de Mi Hijo.

Queridos hijos, vengo a anunciarles que Dios Me ha concedido un tiempo de perdón para el próximo mes de mayo, en el que el Reino de Fátima resplandecerá una vez más en el mundo y se verán sus Jardines de Luz sobre la superficie. Aférrense a Mi Manto Sagrado, Yo no los separaré del Reino de Mi Hijo, sino que los llevaré hacia el Reino del Padre, en donde viven la Unidad, el Amor y el Perdón.

Por eso, Me nombro como la Nueva Aurora, la Luz del Universo que está llegando a ustedes. Yo Soy la Supraconsciencia Maternal, la Estrella que llega del Universo directo a la Tierra. Dios Me ha concedido ser la Estrella en sus vidas.

Los invito a imitar Mi camino de simplicidad y humildad, así comenzarán a vivir en Dios.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hijos Míos:

Como Estrella de la Mañana, vengo a anunciar el Sol de un nuevo tiempo, que purifica sus vidas, que renueva sus pequeñas almas. Este Sol que llega, Mis queridos, es el Sacratísimo Corazón de Mi Hijo, que iluminará los abismos y rescatará de lo profundo de esos abismos hasta la última de las almas que deben manifestarse, en este tiempo, como imagen y semejanza de Su Sacratísimo Corazón.

Vengo a anunciarles, hijos Míos, una Nueva Aurora en sus vidas, Aurora que nacerá a través de la Presencia de Mi Hijo en este Reino. Quiero que preparen sus corazones con amor, con profunda gratitud, para que sus almas puedan vivir en estos próximos días, con plenitud y esperanza, la Presencia de Mi Hijo en el mundo.

A través de Mi Inmaculado Corazón, hoy ilumino sus consciencias para que puedan descubrir los misterios que están guardados en la Pasión de Mi Hijo, misterios que hasta hoy la humanidad aún no desvendó.

Hijos Míos, quiero que descubran, en sus pequeños corazones, la verdadera victoria que existe en el Sacrificio de Mi Hijo, y que sus preciosas vidas puedan renovarse, en este tiempo, a través de pequeños sacrificios, pequeñas renuncias que puedan vivir para aliviar el Corazón de Dios. 

Hoy, quiero que descubran en la Pasión de Cristo la alegría de la salvación, la alegría de la redención que, a pesar de todo sufrimiento, la alegría y la esperanza jamás desaparecieron de lo profundo del Corazón de Mi Hijo. 

Hijos Míos, el Corazón de Cristo encontraba la fuerza para levantarse de cada caída en la esperanza del renacimiento de este mundo, y deben aprender de este Sagrado Corazón el poder de renovarse en cada instante de la vida.

Por eso, hoy les digo que no coloquen sus corazones en las pruebas que viven, sino que alimenten la esperanza, la alegría de poder renacer en cada día. Vivan la Pasión de Mi Hijo, ofertando sus pequeñas vidas para renovar el sacrificio de Cristo y, así como Él lo realizó hace tanto tiempo, que la oferta de sus corazones pueda generar méritos para el mundo, para que la humanidad tenga una nueva oportunidad de redención y este mundo, hijos Míos, no desaparezca del universo.

Hoy, quiero que alimenten la fe y la devoción en sus vidas, y que el poder de la oración sea más poderoso que cualquier mal, que la valentía de sus almas pueda vencer el temor que muchas veces amedrenta a las almas del mundo.

Hijos Míos, quiero que, a través de sus corazones, den el ejemplo al mundo de que Mi Hijo ya retorna a esta Tierra, porque Él ya retornó a cada una de sus vidas, porque Su Sagrado Corazón pulsa en sus esencias y renueva sus vidas y sus almas a través de Su Sagrado Sacrificio, a través de Su Amor Infinito.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vean, en esta noche, queridos hijos, nuevamente el ejemplo de la consagración a Mi Inmaculado Corazón, a través de estos hijos que Yo he llamado, que sirven a una gran parte del Plan de Dios.

Pero Mi Hijo dijo una vez, en un Mensaje, que en Su antiguo Sepulcro existieron violetas preciosas que lo restauraron, flores en Su Sepulcro de Amor que lo ayudaron a resucitar y a cumplir con el Plan de Dios en la Tierra.

Hoy, quiero llamar a una de esas violetas para que se consagre, como hija, a Mi Inmaculado Corazón y adorne a partir de este momento los Altares de Mi Reino Maternal.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Señora, vamos a escuchar el cántico: “Consagración”, para que Ella bendiga a estos hermanos y a todos estos objetos sagrados.

 

Cántico: “Consagración”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, lleven la Paz de Mi Corazón en sus corazones y por donde vayan. Solo eso es lo que basta para este tiempo.

Recuerden que Yo estaré al lado de aquellos que se animen a vivir la Pasión de Cristo, confortándolos y consolándolos, animándolos a seguir adelante, porque Algo Mayor los espera: el Espíritu de Dios, su Padre Eterno.

¡Les agradezco! 

Dios quiera que nos veamos pronto en Portugal.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

La verdad es que no sabemos cómo lo vivieron ustedes, los que están detrás de la pantalla; pero nosotros aquí hemos vivido un gran momento, en el que Nuestra Señora ingresó definitivamente en nuestra consciencia.

Hoy, en forma singular, aquí, en este espacio en donde nosotros estamos, todos los hermanos que participamos desde el Centro Mariano de Aurora nos pudimos sentir como una sola mente y un solo corazón; y Nuestra Señora vino a envolver a todas estas consciencias en una sola.

Esperamos que los que están del otro lado de las pantallas hayan podido sentir, igual que nosotros, el Amor de la Reina del Cielo y de la Tierra.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Quisiéramos compartir con palabras lo que Nuestra Señora transmitió hoy, pero a veces nos vemos muy limitados por nuestro idioma terrestre. Pero el Amor, que fluye del Corazón de María, todo lo hace confirmar y sentir en nuestro ser.

Durante la Aparición, Nuestra Señora llegó como Nuestra Señora de Fátima, como escucharon. Una manifestación muy contundente y definida.

Traía Su Corazón Inmaculado derramando sangre, ofertándonos los sacrificios que Ella vivió por nosotros, ofertándonos la cura y la redención; pero Su suavidad y serenidad nos acompañó en todo momento.

Las Palabras de María confortaban nuestro corazón y nuestra alma, momento a momento. Percibíamos, detrás de María, la Presencia de Dios y en Ella también percibíamos a Dios.

Ella también, en algunos momentos, nos mostró algunos pasajes de Su vida en Galilea y Su acompañamiento durante la Pasión de Jesús.

Percibíamos que Nuestra Señora estaba activando registros de Luz en nuestras consciencias; llaves crísticas para nuestros seres, que las reconocían en el instante en que Ella las activaba. De esa forma, comulgábamos, a través de María, de toda la vida que vivió Jesús sobre toda la Tierra.

Cuando María se refirió a Fátima, la sentimos en casa, Fátima y Aurora eran una sola. Y aquellos Reinos que Ella expresó hoy tan singularmente, esos Jardines de Luz, llegaron hasta aquí y dejaron algo en nuestros corazones: energías, presencias angelicales y también códigos de Luz que ingresaban específicamente en nuestros espíritus.

María nos fue envolviendo con el Reino de Fátima y nos mostraba, en el futuro, ya Su tarea concretada en Europa, y todas las conversiones y redenciones que Ella realizaría al pasar por Europa.

El momento más especial fue cuando llamó a los hermanos para la consagración y cuando habló directamente sobre las violetas que estuvieron en el Sepulcro de Jesús. Eso no era una metáfora, era un hecho que María estaba revelándonos a través de una escena que Ella nos mostró.

En el momento en el que Jesús fue colocado en el Sepulcro, un grupo de mujeres que acompañaban a María, ungieron con óleos, con aceites, el Cuerpo de Nuestro Señor. Había una mujer muy particular que llevaba en sus manos, en sus brazos, un ramo de flores, y cada una de las flores las fue colocando alrededor del Sepulcro.

Esas flores no solo emitían un aroma muy particular y especial, sentíamos y percibíamos un aroma dulce, suave, que iba envolviendo el Cuerpo de Nuestro Señor y todo el Sepulcro.

Y eso, según Nuestra Señora, fue restaurando el Cuerpo de Nuestro Señor que estaba herido, por la fe de esa mujer, por la fe con la que ella había confiado en Jesús. Ella sabía internamente que era el Mesías, el Redentor; aunque estaba muerto en el Sepulcro, ella confió en el Espíritu de Jesús y ese acto de fe lo resucitó, fue uno de los tantos atributos que ayudó en la restauración de Jesús.

Fue así como nos explicó nuestra Madre hoy. Y hoy explicitó, Nuestra Señora, que cuando llama a consagrar a Sus hijos, no los llama para consagrarlos físicamente, llama a cada una de nuestras almas. Ella quiere intentar que recordemos nuestro compromiso con Su Corazón Inmaculado. Quiere consagrar a los que están sanos y a los que están enfermos, a los que están lúcidos y a los que están locos.

Ella hoy se nombró como la Madre de la humanidad para los que son creyentes y no creyentes. Ella sabe bien quiénes somos nosotros, nos conoce profundamente, aunque no confiemos en Ella o que a veces le hayamos dado vuelta el rostro cuando la hayamos visto en algún momento. Ella nos quiere rescatar y está decidida a conquistar nuestros corazones.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Después de tantas cosas, lo único que quisiera agregar es que durante la oración, antes de que Nuestra Señora apareciera, parece que los ángeles nos escucharon y ellos llegaron de una forma muy rápida, durante las primeras oraciones que comenzamos a rezar.

Y hoy, de una forma particular, ellos iban trabajando con nosotros con mucha alegría, derramaban flores sobre este salón. Y, cuando Nuestra Señora comenzó a aproximarse, veíamos el camino por el cual Ella venía desde el horizonte; y comenzamos a ver otro camino que venía del fondo de esta sala, por donde venían algunos santos que cantaban con mucha alegría. En la primera fila de estos santos, reconocimos al Santo Padre Pío que traía una corona de flores. Los otros santos, que venían detrás de Él, cantaban y derramaban flores sobre el camino. Ellos se detuvieron junto al altar y se quedaron esperando la llegada de Nuestra Señora. Ellos dijeron que venían a coronar a Santa María de Aurora.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Son muchas emociones para abrir nuestros corazones.

Bueno, queríamos terminar compartiendo con los hermanos, que nuestra Madre, en los días de ayer y de hoy, anunció la Semana Santa, la Sagrada Semana con mucha contundencia.

Queremos compartir que esta Sagrada Semana es una invitación de Nuestro Señor Cristo Jesús, Sagrada Semana que también se prolongará en otros Centros Marianos y que será una vivencia de oración, de paz y de cura para todos.

Y les dejamos, a todos, unas preguntas:

¿Por qué será que Jesús Cristo retorna en la Sagrada Semana?

¿Qué es lo que los Sagrados Corazones quieren rescatar en estos tiempos y que podamos vivir de forma verdadera y simple?

Después de este gran impulso de María, llevemos estas preguntas a nuestro corazón para que, en esa semana, pueda ser contestada por Nuestro Propio Señor.

¡Gracias, Madre Divina, por cuanto nos das!