Sábado, 28 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como Madre de la Humanidad sigo caminando y cruzando los desiertos de este mundo, en búsqueda de las almas que se pierden y de las almas que claman por alivio y redención.

El llanto de los inocentes toca Mi Corazón, porque veo brotar de los buenos cristianos mutilados un acto de amor y de perdón por los semejantes. Pero el mundo cruel no percibe esto y el universo observa con atención todos los acontecimientos.

Vuestro amado Jesús, salva sin demora a las esencias de los seres que son exterminados y las eleva a lo más Alto del Cielo, para que reciban la Gracia de vivir eternamente en el Corazón de Dios.

Pero aún, hijos, Cristo llora sin consuelo y Su Sagrado Corazón, que está lleno de Piedad y de Misericordia, es despreciado y negado por los corazones crueles. ¡Ay de ellos si no recapacitan a tiempo!, porque la Justicia de Dios ya está actuando, pero Mi Corazón Inmaculado intercede para que al menos se establezca el Reino de Mi Paz, de la Paz del Creador.

Mientras hermanos lastiman a hermanos, la esperanza de los sometidos se ve comprometida al momento de la angustiante muerte, pero Mi Espíritu Inmaculado hace prodigios de amor y retira de la faz de la Tierra a las almas que son condenadas al purgatorio de este mundo.

No habrá mayor consolador que el amor que puedan entregarle a Cristo, Él ahora necesita de vuestra donación y sacrificio, para que Dios al menos vea que la humanidad es rescatable.

Hijos Míos, todavía recorreré los rincones de este mundo para salvar a los que podrían ser el resultado de un grave desastre planetario. El Señor Me ha permitido derramar Mis últimas Gracias; pero si en verdad no hubiera un gran arrepentimiento de corazón y una penitencia mayor de parte de las almas, el mundo entero deberá aprender a restaurar, con sus propios esfuerzos y trabajos pesados, todo lo que fue ignorantemente destruido.

Por eso hoy quiero que sepan que Mi Corazón será el refugio de los inocentes, de los desamparados y de los que son asesinados por las manos del enemigo.

Mientras Dios lo permita, Yo vendré a este mundo, que Me pertenece, y en el cual deseo despertar para Mi Hijo a los apóstoles del nuevo tiempo.

Dejo para cada uno de ustedes la aspiración profunda de siempre buscar el Reino de Dios, a pesar de todo lo que hoy sucede en esta humanidad; en vuestra interna unión Conmigo, permitirán hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón, que es totalmente vuestro desde el principio.

Hoy les recordaré una inspirada oración de un alma unida a Cristo, imprescindible para estos tiempos:


Es maravilloso Señor

Gracias Señor,
por mis brazos sanos
cuando hay tantos mutilados;
por mis ojos perfectos
cuando hay tantos sin luz;
por esta voz que canta
cuando hay tantas mudas;
por mis manos que trabajan
cuando hay tantas que mendigan.

Es maravilloso Señor,
sonreir, amar y soñar,
cuando tantos lloran, tantos odian
y tantos mueren antes de nacer.

Es maravilloso Señor
tener un lugar donde volver
cuando hay tantos que no
tienen un lugar adonde ir.

Es maravilloso Señor,
tener tan poco para pedir
y tanto para agradecer.

Amén
 

¡Gracias hijos del Cristo del Bien, por haber respondido a Mi importante llamado!

Los reúne, los bendice y los ama,

Vuestra Santísima Madre María, Rosa de la Paz

 

(1) Autor de la oración: Michel Quoist. Sacerdote católico del siglo XX

Sábado, 28 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE Y REINA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo sufre las consecuencias de sus propias acciones, vengo a traer Misericordia para los que se abran de corazón.

Mientras muchos están ciegos, hijos Mios, vengo a abrir los ojos de aquellos que aún pueden recibir una nueva oportunidad y que la aceptan.

Mi Corazón viene para anunciar al mundo el último tiempo de Salvación. Todavía hay posibilidades para aquellos que no conocen a Dios, pero muy poco es, queridos hijos, lo que la humanidad genera como mérito para el rescate de este mundo.

La realidad aun no tocó vuestras vidas, solo vuestras mentes. Muchos tienen conocimiento de los tiempos que llegarán, pero casi ninguno de ustedes comprende verdaderamente lo que está ocurriendo con la humanidad, con los reinos de la naturaleza y con el planeta.

Aquel que sabe realmente y que comprende Mis palabras y Mis intenciones, no mide esfuerzos para estar Conmigo, no piensa antes de dejar todo para entrar en oración cuando el tiempo anuncia que llegó la hora de orar.

Ya no sé con qué palabras decirles, Mis amados, o cómo hacerles sentir lo que siente Mi Corazón al llegar a este mundo.

Busco almas que estén en oración verdadera y no solo verbalmente; almas que oran con el espíritu y con el corazón, para equilibrar la indiferencia de este mundo para con Dios.

Falsos dioses surgen permanentemente en este mundo. Las modernidades y los placeres mundanos se están convirtiendo en la meta de adoración de los hombres. Todo esto perecerá con el primer soplo de la Justicia Divina, no quedará nada consolidado en la consciencia de gran parte de la humanidad.

De todas las formas les anuncié, en todos los siglos les advertí, pero ¿quién escuchó Mi voz? ¿Quién cambió definitivamente la meta de su vida? ¿Quién renunció a las ilusiones de este mundo, para dar verdadera importancia a lo que encontrarán en el próximo?

Mis amados, este es el mundo al cual llegan las almas para definir su evolución. Muchos no percibieron que están delante del último Llamado y que las trompetas ya están sonando, anunciando el último tiempo. La Voz del Creador resuena por medio de Sus ángeles y arcángeles que gritan a la humanidad adormecida: ¡Despierten! ¡Despierten!

¡Qué sueño tan profundo arrebató a la humanidad! ¿En qué andan los ejércitos del Señor?

A los que Me escuchan, Yo les clamo: ¡entren en oración! Entren en perpetua oración, pues el mundo entero la necesita. Enseñen a sus hijos a orar, enseñen los verdaderos valores que deben cultivar en sus pequeñas almas. No dejen que se pierdan los niños y jóvenes, esta es su última oportunidad de redención, ya no habrá otra para el mundo. Esta escuela está en al final de su ciclo, un nuevo tiempo se anuncia.

Los que no escuchen el último llamado, perderán la barca y se perderán en el mar de las ilusiones del mundo.

Escuchen Mi voz que clama.

A los que responden a Mi llamado, les pido que no se cansen jamás, que persistan en oración, servicio, donación y amor. Sean fraternos, sean puros de corazón. Generen méritos para el equilibrio de este mundo.

Yo les agradezco por escuchar Mi llamado y por venir al encuentro de Mi Inmaculado Corazón.

Es tiempo de difundir la Paz en el mundo.

Yo los bendigo.

María, Madre y Reina de la Paz

Sábado, 28 de febrero de 2015

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CASA DO CRISTO DO BEM, RIO COMPRIDO, RIO DE JANEIRO, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, quiero que todos Me canten el Ave María. Estoy aquí para escucharlos.

Liberen sus culpas y abran sus corazones. Yo soy su Madre, la Reina de la Paz.

Eleven sus velas como una señal de paz para el mundo. Hoy vengo a rezar por ustedes y por la humanidad, a desatar los nudos que impiden la liberación de Mis hijos.

Escuchen Mi Corazón, Él es su único refugio.

Estoy aquí, acogiendo sus súplicas, hijos Míos, y las de sus familias; entréguenmelas todas.

Ahora, hijos Míos, escuchen Mi Mensaje.

El enemigo teme Mi poder, porque lo desconoce profundamente. El poder que Yo tengo es el del Amor, aquel que vence a todo mal, convierte a todo corazón y transforma a toda una vida.

Busquen en este tiempo tan difícil el poder de Mi Amor, que es el Amor misericordioso de Mi Hijo, que Yo derramo a través de Mi Corazón Inmaculado para todos.

Abran las puertas de sus corazones y vidas, y busquen la esencia de Mi Amor maternal. Yo espero depositarlo en cada uno de ustedes, como en cada momento de oración que sus labios comparten con Mi voz.

Hoy, Soy recibida con alegría y regocijo, y eso alivia mucho a Mi Corazón ante las faltas graves que comete la humanidad entera.

Depositen en Mi Corazón Inmaculado sus aspiraciones. Dios desea hacerlos vivir cosas nuevas, cosas transformadoras que no reconocerán en ustedes mismos.

Por eso, será a través de la esencia de Mi Amor y de la potestad de Mi poder celestial que sus vidas se liberarán pronto; alcanzarán la cura que tanto buscan espiritualmente y estarán muy cerca de Mi Corazón, en el regazo de Mis brazos maternales, donde siempre Yo los quiero tener para poder observarlos, consolarlos y entregarles Mi Amor purísimo.

Ustedes, hijos Míos, pueden ser chispas de Mi Corazón Inmaculado. Vean cuántas chispas ya se encendieron a través de los Hijos de María. Busquen la consagración de sus vidas.

No teman por lo que los perturbe o los pueda inquietar. Mi Corazón siempre los protegerá.

Yo vengo a aliviar sus dolores y faltas. Vengo a entregarles el manantial de Mi cura divina, pero necesito corazones depositarios de Mi Verdad, de Mi Amor y de Mi oración.

Así, poco a poco, hijos Míos, como si nadie lo percibiera, el mundo se irá transformando internamente. La semilla interior de todas las almas, que es la Luz Divina de Dios, se está apagando en muchos corazones.

Por medio de Mi promesa ante el Creador, Yo vengo a reencender sus espíritus para que alcancen el camino inmaculado, el camino sagrado que siempre los llevará a vivir la redención, la redención a través de Mi Hijo Jesús. Él ardientemente los espera en la hora de Su infinita Misericordia para que todas las almas del mundo puedan reconocer la fuente de Su Amor, que todavía sigue siendo derramado sobre el mundo, aunque la Justicia ya esté actuando.

Busquen el manantial de Mi Hijo. Busquen Su Misericordia y Su Compasión. Ya no se lamenten más por sus vidas, dejen de padecer sus propios dolores. Coloquen sus manos en servicio y caridad, así alegrarán el Corazón del Padre Celestial; porque Él, desde Su Reino Mayor, verá a los soles brillando en todo este firmamento planetario.

Yo vengo a despertar su corazón misionero, su ansia por servir y por donarse, por perdonar y por amar.

La humanidad ha olvidado la esencia del perdón. Por eso, Yo vengo en esta noche a su encuentro porque, a partir del primer momento en el que Yo aparecí para ustedes en esta noche, sus almas y corazones Me entregaron lo que aún no han perdonado.

Mi Corazón transforma todas las cosas. Mi Corazón es Ley divina de Paz y Amor. Anímense a perdonar aquello que no han perdonado. Hijos amados, están a tiempo de poder hacerlo.

Mi Corazón siempre los socorrerá. Yo nunca los dejaré solos mientras oren Conmigo a través de la oración del corazón.

Refuercen sus súplicas al Cielo. Los Ángeles de su Guarda están disponibles para servirlos. ¿Quién los escuchará? ¿Quién percibirá su invisible presencia?

Hay muchos ángeles que están siendo sometidos, principalmente en estas grandes ciudades, porque no consiguen llevar las almas hacia el Amor de Dios porque son amarrados por las vidas de los hombres. Y cada vez que Yo vengo a este lugar, como a cada ciudad que Yo visito, Mi Corazón los libera y los lleva al Cielo, para que los Ángeles de la Guarda de todas las almas de la Tierra puedan renovar el principio de su misión y volver a servirlos en la simplicidad, en la caridad y en el amor.

No solo vengo a verlos a ustedes, sino a cada uno de sus ángeles; los ángeles que están perdidos en esta ciudad y que necesitan de todas sus oraciones, hijos Míos, para que ellos mismos puedan ser liberados y alcancen a transformar la vida de todos los seres, que está muy perdida.

Pero Mi Corazón hoy fue consolado por sus corazones. Puedo reflejar hacia sus vidas Mi sonrisa de Luz. Eso siempre Me calmará, porque veo corazones consecuentes y disponibles, en cualquier horario y lugar, para responder a Mi llamado a la oración, al servicio y también a la transmutación.

Queridos hijos, amados hijos, guarden Mis Palabras en sus corazones.

Yo vengo en esta hora tan difícil a trabajar con Mi Amor en cada uno de sus corazones, para que ellos puedan fortalecerse para los tiempos que llegarán, porque deberán estar preparados para el Retorno de Cristo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aquellos que responden a Mi llamado, representan a la esperanza de Mi Inmaculado Corazón. Porque aunque este mundo, hijos Míos, muchas veces parezca irreversible ante la oscuridad que en él habita; cuando llego al mundo y encuentro corazones que oran, que encienden la llama de la devoción en lo profundo de sus esencias, abro una puerta al Trono de Dios, y así le muestro al Creador cómo la humanidad todavía genera méritos para la salvación de este planeta y de los Reinos de la Naturaleza.

Pero, en esta noche, les digo que el mundo aún necesita mucho de su auxilio, de que oren perpetuamente. Que, así como oran cuando están ante Mí o cuando preparan el camino para Mi llegada a la Tierra, de esa forma deberían orar todos los días; porque siempre que oran verdaderamente con el corazón, encuentro una oportunidad de venir al mundo. Y, aunque no me vean, podrán sentir Mi Corazón, porque Yo estaré próxima a ustedes, llevando sus oraciones al Señor, como méritos de la humanidad para la salvación de tantas almas que están perdidas.

No se imaginan, hijos Míos, que el gran dolor del Señor puede ser aliviado por tan pequeñas oraciones. Así, verán que no es mucho lo que les pido, les pido pequeños esfuerzos, sin embargo sinceros y verdaderos. 

Por eso, en esta noche, les hago un nuevo pedido: quiero ver en esta casa un punto de Luz para el mundo. Y, así como hoy están aquí, les pido que encuentren un espacio en sus vidas para no dejar que se pierda la fortaleza que estoy construyendo en este lugar y que debe ser construida con el esfuerzo de cada uno de ustedes.

De la misma forma, hijos Míos, necesito que cada Centro Mariano sea ayudado por los Hijos de María y por todos aquellos que sienten en su corazón responder a este llamado.

Dios necesita ver el esfuerzo de los hombres para equilibrar toda la indiferencia que existe en el mundo. El mal se esfuerza día y noche, hijos Míos, para expandir su reinado en el planeta. Y, ¿adónde estarán los soldados de Cristo que, por medio de la oración, del servicio y de la caridad, deberán expandir una nueva Luz en el mundo, que encienda los abismos, que ilumine a las esencias de todos los seres, que rescate a los Reinos de la Naturaleza, que están tan perdidos?

Este es Mi último llamado. Estoy haciendo, hijos Míos, todos los esfuerzos que puedo. Todos los días, Me arrodillo ante el Señor, ofreciéndole todo lo que tengo, hasta la más pura Rosa de Mi Corazón por la salvación de la humanidad. Mas, el Señor Me pide que venga al mundo y despierte al corazón de los hombres; porque no solo Mi Corazón Divino deberá clamar,  también el corazón humano deberá elevar al Cielo diariamente su clamor, así como hizo el Hijo de Dios; para que, por medio del sacrificio y de la entrega de sus vidas, la Misericordia pueda volver a derramarse sobre este mundo.

Escuchen Mi llamado, hijos Míos, que con tanto Amor ingresa en sus seres. Mi Paz retorna al mundo por medio de sus vidas y se debe expandir en cada espacio de este planeta a través de sus corazones, de la pacificación que realizarán en sus familias, en sus hogares, en sus trabajos, en la vida diaria de cada uno de ustedes. Quiero estar con ustedes no solamente en la oración, sino también en el servicio y en cada pequeña acción diaria.

No se olviden, Mis queridos, de que cada pequeño acto de sus vidas es una oportunidad para generar méritos ante Dios para la salvación de muchas almas que no la merecen, pero que la necesitan.

Hoy, mientras este lugar, esta ciudad, se pierde en las ilusiones, en los festejos, quiero que clamen por todos aquellos que no escuchan Mi Voz, por todos aquellos que no Me conocen; porque así, hijos Míos, Mi Manto no solo se expandirá en este lugar, sino también en toda esta nación y en este mundo.

Oren Conmigo por la paz en cada instante de sus vidas. Yo siempre los aguardo y siempre los escucharé.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

El Universo de Dios les dio esta casa para que aprendan a servir, a amar y a perdonar.

Llegó la hora, hijos Míos, de que renueven este espacio sagrado, porque aquí los Cristos internos deben despertar por medio de la redención y de la paz.

Veo, queridos hijos, que Me han donado un corazón de rosas. Que al final de este encuentro entreguen una parte de Mi Corazón a cada alma para que vean, en este símbolo, la infinita expresión de Mi Amor por todo el mundo, por esta humanidad y por cada una de las almas.

Sigan rezando por las almas que se pierden, principalmente por las que son mutiladas y sufren las consecuencias del enemigo. Mi Corazón, por medio de sus sinceras oraciones, socorrerá al mundo y siempre lo librará de todo mal; pues llegó la hora, hijos amados, de que los soldados se pongan a trabajar y formen los ejércitos de Luz en el cenáculo predilecto de Mi oración.

Me retiro de aquí con alegría. Mis ojos alumbran sus caminos.

Sigan transformando sus corazones con la paciencia. Yo siempre los guiaré, hijos amados.

Nuevamente les pido que, en honor a Dios, el Creador, y por todos los que sufren, canten a Mi Corazón. Así, Yo elevaré al Trono del Padre sus dulces voces, que deben ser voces de amor que expresen las gracias y el amor al Creador.

Les agradezco, hijos amados, por responder a Mi llamado.

Recen, recen mucho, no se olviden de orar, ustedes lo necesitan y el mundo también. Así, permitirán que Yo vuelva aquí para bendecirlos.

Y mientras Me cantan, eleven sus rosarios para que Yo los pueda bendecir con la señal luminosa de la Cruz de Mi Hijo.

Yo bendigo estos elementos sagrados e inmaculados que proporcionan la Luz y la conversión a las almas, con el permiso celestial de Dios y con la intercesión de Mi Hijo amado, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

Canción: “Nuestra Señora”.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Les pido que se levanten y que canten, porque así consagraré cada una de sus almas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Estoy presente escuchando sus voces, abriendo las puertas de Cielo para los corazones que sufren.

Cántenme con más amor y con fe.

Los vuelvo a bendecir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Caminen Conmigo.

 

Madre María Shimani de Montserrat: 

Bien, vamos a compartir con ustedes algunas cosas que han sucedido y algunos pedidos de Nuestra Señora.

Vamos a pedirle primero a Fray Elías que comparta aquellas cosas que Nuestra Señora nos pidió.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Cada encuentro con María es una renovación para nuestras vidas. Ella llegó aquí como la Reina de la Paz, vistiendo Su Manto azul, Su túnica celeste clara con un cinturón azul, descalza, rezando por cada uno de nosotros. A medida que nosotros íbamos orando, un hilo de Luz fue descendiendo sobre la ciudad de Rio de Janeiro, todo lo que estaba oscuro alrededor comenzó a ser absorbido por ese canal de Luz, y dentro de ese movimiento estaban muchas almas que también fueron liberadas por los ángeles que acompañaban a nuestra Madre.

Cuando Nuestra Señora nombró a nuestros Ángeles de la Guarda, por algunos minutos, cada uno de nuestros ángeles se manifestaron y éramos muchos más de los que estábamos presentes. Los Ángeles de la Guarda, de cada uno de nosotros, agradecieron el que Nuestra Señora haya respondido por ellos, porque ellos son serviciales permanentemente.

Cuando estábamos entonando el cántico, ahora al final, apareció la manifestación de Nuestra Señora María Auxiliadora, llevando al Niño Jesús en Sus brazos, que se manifestó fuertemente, abrió Sus Brazos, mostró Su pequeño Corazón y dijo: “Yo siempre reinaré”.

Después, Nuestra Señora mostró Su Corona, que no era una Corona propia de Ella, sino que Ella decía que hoy nosotros la coronamos con nuestro amor.

Ella hizo dos pedidos importantes, que para que este nuevo ciclo de la “Casa do Cristo do Bem” pueda continuar no solo a través de los grupos de oración, sino en la tarea de servicio que siempre cumplió esta Casa, la Madre Divina dice que debemos renovar y acoger a las almas, porque hay muchas, muchas almas aquí, en esta ciudad, decía María, que necesitan despertar su Cristo interno. Y Ella estableció aquí una bendición especial para que eso pueda suceder y María nos decía que eso sucederá a través del acto de nuestro servicio.

Ella se comprometió a acompañarnos en esta tarea del “Cristo do Bem” y Su pedido fue que aquí se manifestara la imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.

Ella consagró este espacio donde está el altar para colocar la imagen, como está en varios Centro Marianos, la imagen blanca que lleva el rosario entre Sus manos; y también esa imagen estará en el Centro Mariano del Niño Rey, porque Ella siempre dijo que será la Portera de nuestras casas.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

 Y, cumpliendo con un pedido de Nuestra Señora, vamos a revelarles un nuevo ciclo que vamos a vivir con Ella.

Ayer, cuando estábamos haciendo una oración en el Centro Mariano del Niño Rey, en la liturgia, sorpresivamente Nuestra Señora apareció y Ella nos mostró algo bien importante, Ella nos mostró cómo comenzará a aparecer en este ciclo de la humanidad.

Ella nos dijo que le pidió a Dios, un pedido especial de fin de ciclo, porque Ella necesita recoger todos nuestros corazones en Su Corazón; y Ella va a hacer un último intento por esta humanidad, porque las cosas cada vez se ponen más difíciles y el dolor más grande de Nuestra Señora y de Cristo es que la humanidad está rechazando la Misericordia.

La humanidad no presta atención al llamado de los Mensajeros Divinos y le da la espalda a las Gracias de Dios. Por eso, Nuestra Señora va hacer Su último intento maternal y vamos a leer ahora la experiencia que Fray Elías vivió ayer, en donde está descripta la nueva Presencia de Nuestra Señora y lo que Nuestra Señora hará con nosotros durante todo este próximo año.

 

La Hermana Lucía de Jesús lee el relato sobre la Aparición extraordinaria de María, Rosa de la Paz, del 27 de febrero de 2015, durante una oración reservada de los consagrados de la Orden Gracia Misericordia, en el Centro Mariano del Niño Rey, Teresópolis, Rio de Janeiro, Brasil.

 

Madre María Shimani de Montserrat: 

La rosa que nos ofrece María es el símbolo espiritual de Su Concepción. Diríamos así, que cuando Dios concibió el Espíritu de María, a través de Su Pensamiento y de Su Amor, Él materializó una rosa blanca, que sería el símbolo de la Pureza Original.

Por eso, María hoy ofrece a toda la humanidad lo más apreciado que como Consciencia posee, aquello que Dios concibió para Su Espíritu en el origen, es lo último que le queda.

Por eso, tenemos que tener bien presente la urgencia que María tiene porque nosotros escuchemos Su llamado. Ella ya se ha despojado de todo, hasta de lo más puro que posee, que Dios le ha entregado desde Su Origen. Por eso, es muy importante que nosotros podamos responder al llamado de María.

A partir de mañana, 1 de marzo, todos los días María descenderá sobre el planeta para entregar nuevamente un Mensaje diario con Sus Instrucciones, Su llamado de Amor para el rescate de toda esta humanidad. Así, estaremos atentos para poder recibir esa Gracia de Nuestra Señora y poderla acompañar en este ciclo para que, como Ella dice, Dios pueda ver que esta humanidad todavía es rescatable y podamos mostrarle a Nuestro Señor de que Sus ángeles no tengan necesidad de enviar Su Justicia.

Así, los invitamos a todos a estar atentos a partir de mañana; en realidad más atentos para que todos podamos compartir este nuevo ciclo que seguramente será un impacto importante para la consciencia planetaria; porque como hemos podido ver, en este último tiempo, nuestra Madre ha sido bien directa y nos ha dicho muchas verdades, porque Ella considera que ya somos hijos adultos y que necesitamos saber sobre las verdades de este mundo.

Entonces, para todos, buena atención a partir de mañana, o más atención. Vamos a despedirnos cantando como hacemos siempre y nosotros, personalmente, les queremos agradecer a todos el calor del corazón que hoy pudimos vivir aquí.
 

Canción: “Misericordia, María”.

Viernes, 27 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DURANTE UNA ORACIÓN RESERVADA DE LOS CONSAGRADOS DE LA ORDEN GRACIA MISERICORDIA EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el mediodía del 27 de febrero de 2015 al término de una oración reservada en la sala de oración del Monasterio de la Divina Esperanza y en presencia de algunos hermanos de la Orden Gracia Misericordia, la Virgen María apareció para fray Elías del Sagrado Corazón, nombrándose como la Rosa de la Paz.

Nuestra Señora apareció vistiendo una túnica blanca, con un cinturón azul y un manto celeste, descalza. El manto que caía sobre el hombro derecho de la Virgen, estaba amarrado hacia el hombro izquierdo; Su presencia representaba una vestimenta de origen oriental.

Su mano izquierda posaba sobre Su Corazón, el que se manifestaba solamente irradiando rayos blancos en varias direcciones. Su mano derecha se extendía en dirección a nosotros en señal de donación, estaba con la palma hacia arriba y sus dedos sostenían un rosario de cristal, el cual tenía cuentas de color sangre en las decenas y cuentas blancas en la unión.

El rosario en su extremo tenía la Cruz de la Nueva Humanidad pero esta vez, en el centro de la misma, vimos un busto de Cristo de color plata. Por encima de Su mano derecha, en ese momento, se manifestó una rosa blanca y Ella dijo:

“Yo Soy María, la Rosa de la Paz...”

Momentos más tarde, Nuestra Señora muestra la siguiente visión:

Aparecieron tres ángeles de luz en un lugar del universo local; ellos tenían cabellos dorados y largos hasta sus hombros, llevaban túnicas blancas y holgadas, con ambas manos sostenían un rayo blanco zigzagueante. Estos ángeles dirigían los rayos en una sola dirección, hacia el planeta.

Más tarde, Nuestra Santísima Madre muestra que los ángeles estaban formando un círculo entre sí y debajo de ellos, en el centro, apareció la imagen del planeta en tamaño pequeño. Los ángeles señalaban con sus rayos toda la esfera del planeta; en él se veía claramente la imagen de algunos continentes, como por ejemplo de África.

Los ángeles demostraron que ellos estaban obedeciendo solamente a un pedido mayor de Dios, manifestando algunas expresiones de sus rostros, las que reflejaban preocupación y hasta espanto por lo que veían del planeta; sus rostros miraban hacia atrás, como no queriendo ver lo que estaba por ocurrir y era como si ocultaran sus rostros por todo lo que veían de la humanidad.

Pero antes de que los ángeles lanzaran los tres rayos hacia la Tierra, vi que se manifestaba una columna de luz circular mayor que el diámetro del planeta, la cual sorpresivamente descendió del universo celestial sobre el pequeño planeta Tierra. Minutos más tarde, vi en lo más alto de esa columna de luz la presencia de Nuestra Señora, como María, Rosa de la Paz.

En ese instante, Nuestra Madre estaba en el centro de esa columna de luz que descendía sobre nuestro planeta y los ángeles se detuvieron obedeciendo a la intercesión de la Virgen María. Enseguida, vi que la fuerza y el poder de esa columna de luz se emanaba desde el Inmaculado Corazón de María sobre todo el planeta, los continentes y la humanidad.

Después de esto, la Madre Divina me dijo:

“Hijo, el mundo está muy difícil; por esta razón Yo nuevamente les entregaré lo último que podrá ayudarlos: Mi Rosa de la Paz, que es Mi Inmaculado Corazón.

Para eso, Yo volveré a estar más cerca de ustedes, todos los días durante un año entero a partir del 1 de marzo de 2015, en el segundo ciclo de los mensajes diarios de María, Rosa de la Paz.

Quiero renovarlos y socorrerlos, pues deseo profundamente que Mis palabras sean escuchadas por todos, ya que estos serán Mis últimos mensajes de emergencia para la humanidad. Vendré del Cielo todos los días a las 12 horas; en ese horario se concentrará una ayuda espiritual y divina para el mundo entero.

Tú, hijo Mío, Me esperarás todos los días rezando el Rosario de las Lágrimas derramadas por Jesús, pues este rosario que hoy sostienen Mis manos es rezado por Mí misma para aliviar el llanto constante de Mi Amado Hijo”.

Después de esto, Nuestra Señora derramó sobre nosotros un aroma de rosas, que se emanaba desde la rosa blanca que sostenía con Su mano derecha. Una paz profunda, y al mismo tiempo desconocida, se instauró dentro de nosotros por un largo tiempo y entramos en un estado de silencio que María dejó grabado después de haber desaparecido de la sala de oración.

Miércoles, 25 de febrero de 2015

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El mundo aún no ha comprendido que debe cambiar para alcanzar la paz y el fin de la guerra sangrienta.

Mis Ojos aún siguen llorando y los corazones están desconsolados. Estos no reciben la ayuda divina porque no oran y no se abren para responder al llamado del Creador.

¿Qué más deberé decirles, Hijos Míos, para poder llegar hasta aquí y revelarles el dolor de Dios?

Yo los invito, Hijos Míos, a que recapaciten pronto y no se pierdan en las cosas superficiales. Porque mientras ustedes hoy están aquí, Conmigo, muchas almas se están apagando y son sumergidas en los abismos de la oscuridad.

Yo Soy la Mujer vestida de Sol, coronada de estrellas, con la luna a Sus Pies.

Queridos hijos, el tiempo de la gran revelación llegó al mundo. Están caminando por una transición difícil. Pero pocos perciben que esta realidad está sucediendo.

Yo vengo para abrir sus ojos a la Luz divina que viene para auxiliarlos. Por eso, aún están a tiempo de redimirse y de cambiar.

Muchos no escucharon a Mi Hijo. Él les dijo que se arrepintieran.

Esto ya no es un juego, Hijos Míos. El mundo se está perdiendo.

El mundo está perdiendo la luz y pocos consiguen rescatarse a sí mismos.

Por eso, recen a Mi Corazón con fervor y salgan ahora de la normalidad que los rodea. No se pierdan en el sentimentalismo. Vivan en el Amor de Dios.

En esta noche, Yo les traigo el Amor del Creador, pero muchos no quieren recibirlo. Prefieren vivir el amor mundano a vivir el Amor divino, aquel que fue cultivado en Mi Corazón purísimo, desde el principio, cuando Yo estuve aquí, en la Tierra.

Yo Soy su Gran Madre Consoladora, pero vengo a anunciarles una última advertencia: No vengo a impartir miedo para sus corazones, sino a abrir sus ojos a la sabiduría que trae Mi mensaje.

Hijos Míos, salgan de sus comodidades. Es hora de servir y de sacrificarse. Muchos no saben vivir la penitencia, ni siquiera orar con el corazón, ni ofrecerme, aunque sea, una pequeñísima oración todos los días.

¿Qué es lo que Yo podré hacer por ustedes, Hijos Míos? Hijos de esta humanidad perdida y sufriente, que camina día a día en la decadencia espiritual y que es controlada por la gran modernidad de este mundo.

Como en Garabandal y en Medjugorje, en Fátima y en Guadalupe, Yo les traigo una advertencia mayor. Vengo a auxiliarlos, a encauzarlos por el camino de la fe, del perdón y de la reconciliación con el Padre Eterno. Pero, ahora están muy distraídos.

Hijos Míos, sientan en sus corazones Mi gran llamado, pues  es el último para ustedes.

El mundo no quiere cambiar. Se resiste cada día más a poder vivir una vida sagrada e inmaculada.

Mientras muchos, en esta hora, se sumergen en el fuego del infierno, Yo les traigo, a través Mis manos, la Gracia Sublime y derramo Mis códigos de Luz sobre aquellos que no los merecerían.

Hoy, estoy en un punto muy elevado para que puedan ver el Cielo. ¡Miren las estrellas que los llaman a la Redención! ¡Vean las señales en el Universo! Todo el Universo está hablando de ustedes. Los universos celestiales se congregan para derramar la última Misericordia de Dios sobre el mundo.

Pero aún muy pocos son consecuentes. Mis ejércitos no se deben debilitar, no deben  dejar de responder a Mi llamado mariano.

Yo vengo a retirarlos de la normalidad y a concentrarlos en la Luz de Mi Inmaculado Corazón.

Mientras este mundo gira al revés, muchas almas esperan por una salvación perpetua. Muchos corazones esperan que alguien pueda hacer algo por ellos. La fuerza interior se está acabando porque los corazones no se donan a Dios, no viven Mis mensajes y no quieren escuchar Mi llamado de Amor.

¿Qué es lo que Yo podré hacer por ustedes en esta hora?

Estoy frente a los Altares del Creador, junto a los ángeles custodios y a todos los ángeles de la guarda de este planeta. Estoy rezando de rodillas frente al Altísimo, pidiéndole con súplica y con amor una gran oportunidad, que sea imprevisible para ustedes, porque los corazones no responden con amor. Y principalmente, hijos Míos, se olvidan con facilidad de amar a Dios, de buscarlo todos los días, dentro de ustedes.

Por eso hoy, Mi llama se irradia sobre ustedes.

Los dones del Espíritu Santo intentan construir algo nuevo en todo lo que parece imposible. Por eso, Mi Voz no se cansará de pronunciar la paz, pero tampoco de corregirlos y de llevarlos por el camino verdadero, aquel camino que Dios espera que cada uno recorra en la fe, en la verdad y en la unidad.

Hoy traigo entre Mis Manos el santo Rosario de Luz y Mi oración crece por cada uno de ustedes y es escuchada en cada punto de este Universo por los corazones internos, que se abren para vivir la oración del corazón.

Los tiempos están cambiando rápidamente.

Hijos Míos, ¡despierten, despierten! Escuchen Mi llamado al gran cambio interior. Muchos templos internos se están derrumbando, de la noche a la mañana. Las almas se pierden y buscan otros caminos que no son los de Mi Hijo.

Yo les traigo, en este último tiempo, la oportunidad de vivir algo nuevo, algo que ustedes desconocen y que aún no han vivido de corazón, ni de alma. Pero si solamente rezan a Mi Corazón con devoción y con amor, Yo les abriré la puerta de Mi Inmaculado Corazón para que cada corazón sea protegido y amparado por Mí misma y así Yo los pueda liberar de las garras del enemigo, que se ríe en sus rostros, porque ustedes se pierden sin percibirlo.

Hijos Míos, escuchen el llamado de Mi Corazón.  En esta última noche, en la que todos participan de la Luz divina, que cada uno de ustedes haga una profunda memoria de Mis Palabras y que no se borren como el pasar del viento, sino que ellas se encarnen en sus espíritus, en los principios de Mi energía mariana, porque así estarán salvaguardados de todo.

Y en la última hora, cuando se inicie la gran tribulación, Mi Hijo vendrá a socorrerlos y lo podrán reconocer como el único Maestro entre los maestros, como el Gran Corazón del Universo que pulsa perpetuamente en Su Misericordia y que aspira todo el tiempo a derramar Su Gracia sobre ustedes.

Por eso. hijos Míos, Dios Me envió aquí, en esta noche, para anunciar Mi último mensaje para el mundo. Recuerden que Mi tarea se está recogiendo y que ustedes en esta hora deberán estar preparados para enfrentar el final de los tiempos y para activar cada una de las llaves que Yo les entregué en estos últimos años.

Porque si solo viven Mis mensajes y los practican profesando el amor, el servicio y la caridad, Yo los reconoceré como rebaños de Cristo y los colocaré dentro del establo de Su Corazón Eterno. Así, nadie se perderá cuando las cosas sucedan y el mundo entre en caos por no haber escuchado a Dios y ni siquiera haber puesto la mínima atención en la Sierva de Dios, en aquella mujer que viene, de ciclo en ciclo, anunciando el llamado a la conversión y a la redención de los corazones.

Pidan perdón a Dios y reflexionen, hijos Míos. Las fuerzas están atacando. El mal no descansa ni un momento. Pero aquel que responda a Mi llamado será protegido por Mi Espada de Luz y ni una mínima partícula de su ser será tocada por el enemigo, porque Mi Luz prevalecerá, Mi Amor reinará y Yo estableceré el retorno de Cristo.

Que Mi Voz haga eco en cada espacio de este mundo, porque todas las criaturas que viven en la Tierra deben escuchar Mi último llamado.

Hablo a todos los seres vivientes, porque  la humanidad, Hijos Míos, necesita transformarse, necesita saber de Mi Presencia en el mundo y tener una última oportunidad para recibir la Misericordia de Mi Hijo.

Que en ningún corazón de esta Tierra prevalezca  la ignorancia que las modernidades infunden en él.

Hijos Míos, quiero que sepan que en este momento planetario ya no basta con moverse ante  Mi Presencia. Necesito que transformen sus vidas en una vida de santidad y de oración. Que no den tanta importancia a las modernidades del mundo ni a todas las ilusiones de la vida material. Porque todo lo que el mundo les ofrece, perecerá en la hora final de este planeta. Pero la fortaleza que construirán por medio de la oración, entregará no solamente a ustedes, sino también a cada criatura de este mundo y a todos los Reinos de la Naturaleza, una oportunidad para elevarse a los cielos y  no desintegrarse en los infiernos de este mundo.

Necesito, Hijos Míos, poder hablarles verdades a sus consciencias. Necesito que Me escuchen como hijos ya preparados y adultos, porque ya pasaron muchos años desde que Mi voz se pronunció por primera vez a sus corazones. Deben ser espíritus transformados y fortalecidos para dar el ejemplo a aquellos que están ignorantes en esta Tierra.

Mis queridos, no den  ejemplo de degradación al mundo, porque muy pocos son los que escuchan Mi voz y estos deberán realizar un gran esfuerzo, en este tiempo, para equilibrar la ignorancia de la humanidad.

No es mucho lo que les pido. Solamente les pido que oren todos los días con el corazón. Que donen sus vidas por amor a Dios. Que comprendan que en este tiempo, el planeta necesita paz y que muchas almas se están perdiendo.

En sus familias, Mis queridos, existen muchos que ya están perdidos y ustedes lo saben bien. Por eso, oren, no solo por los que están cercanos a ustedes. Pues, si así están sus familias, ¿cómo estará este mundo?, ¿cómo estarán las almas que no conocen a Dios, que ni siquiera escucharon hablar en Su Nombre y viven perpetuamente en las acciones del mal?

Hijos Míos, necesito traer verdades a sus corazones. Porque, ¿cómo pediré la intercesión del Señor si la humanidad no genera méritos para que Su Misericordia sea derramada sobre el mundo?

En este tiempo, los Reinos de la Naturaleza claman  por  cura y por  redención. Y los hombres están sordos a este grito de Misericordia que los Reinos elevan todos los días al Corazón de la Madre Naturaleza.

¿Quién orará, Hijos Míos, para equilibrar las atrocidades que son causadas a los Reinos?

¿Quién clamará con el corazón por las almas que se pierden en los infiernos de este mundo?

¿Quién generará una oportunidad de redención para aquellos que estuvieron perdidos a lo largo de los siglos y no consiguieron liberarse de sus vínculos con el mal?

¿Quién clamará, Hijos Míos, para que en el final de este tiempo, este planeta Tierra alcance la redención y los seres que aquí habitan, puedan retornar a su origen celestial?

Mi llamado es urgente. Mi Voz ya no hará eco en este mundo, aunque Mi Corazón reclamará perpetuamente por sus almas.

¿Quién Me acompañará en esta oración permanente?

¿Quién se arrodillará frente a los Altares del Creador para generar méritos para la salvación del mundo? ¿Quién se olvidará de sí para servir al prójimo?

¿Quién cumplirá con el Plan de Dios para esta raza?

Ustedes, Hijos Míos, son los que escuchan Mi llamado de este tiempo. Difundan Mi Voz. Que no haya lugar en este mundo que no sepa de Mi Presencia.

Vivan Mis Palabras. Este tiempo urge y la humanidad necesita de su transformación. Sean testimonios vivos de Mi Presencia en el mundo. Lleven Mi Paz en sus corazones, pacifiquen sus vidas, sus hogares y todos los lugares por donde pasan. No alimenten los conflictos en sus familias. Sean aquellos que cortan con las cadenas del mal.

Por eso, hijos Míos, nunca se cansen de pacificar el corazón, porque el mundo  lo necesita. Si lo hacen así, la Misericordia de Dios podrá ser derramada sobre esta Tierra y  en el tiempo de justicia que ya se inicia, las almas tendrán una oportunidad.

Cuando eleven sus manos a los cielos encontrarán el auxilio que necesitan.

Necesito que despierten los apóstoles de este tiempo. Necesito que despierten los verdaderos servidores.

¿Quién responderá a este llamado, Hijos Míos?

¿Quién llevará Mi Paz al mundo?

Como Estrella de Orión, Yo les digo que siempre tendrán un lugar en Mi Corazón, en donde podrán residir y vivir eternamente en  perfecta unión con Mi Espíritu, con Mi Pureza y con Mi Amor maternal.

Y a pesar de que estas palabras son difíciles para muchos, Mi mensaje es importante para la humanidad.

Yo nunca los dejaré ni los abandonaré. Mis Manos acarician sus rostros y Yo los abrazo fuertemente, como a Jesús.

Por eso, en esta noche, hijos Míos, en la que sus corazones hicieron un compromiso ante el Creador, del que deberán dar testimonio en el tiempo que llegará, Yo los invito hijos Míos, a que se aproximen a Mí, hacia Mi Corazón, para que Yo los pueda bendecir y consagrar como parte de Mi Manto de Luz, de Amor y de Gracia, que se expande nuevamente al mundo.

Vengan a Mí, queridos hijos.

Mis Queridos hijos, hoy Mi Corazón emana para todos el Amor del Creador. Pero también una simple oración que hoy les dejo como enseñanza, para que  puedan practicarla y unirla a sus corazones como un emblema de protección, para los tiempos que llegarán.

Como Maestra de la oración, queridos hijos Míos, Mis pequeños discípulos, repitan Conmigo la siguiente oración:

 


Centro Mariano del Niño Rey
fortaleza indestructible del Creador,
irradia para todos Tu Misericordia, Amor y Perdón.

 


Yo los consagro, hijos Míos, como Mis hijos amados y siempre deben saber que Mi Corazón los escucha, que Mi Manto los protege y que Mis Ojos iluminan sus caminos.

Yo los bendigo y los consagro, bajo la Autoridad Celestial que Dios Me dio, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que sus corazones sean Luz para el final de los tiempos y que las tinieblas se aparten de los inocentes, para que reine por siempre el Amor del Creador.

Ahora, hijos Míos, para consolar a Mi Corazón herido por las ofensas de este mundo, canten el himno de todos los pueblos: "María de Nazaret"

Que las campanas repiquen, porque elevo al Cielo sus súplicas, sus familias, su amor.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Recuerden vivir en paz.

Hasta pronto.

Miércoles, 25 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

Mis amados hijos:

Quiero que reconozcan Mi llegada a vuestras vidas y que sepan que nunca más estarán solos.

Yo habitaré en cada corazón que Me abra la puerta de su interior y allí reinaré como vuestra Madre Celestial por toda la eternidad.

Cuando cada uno de Mis hijos pueda vivir Mi Amor en su interior, este mundo dejará de sufrir y padecer por las asechanzas del enemigo.

Hoy llego a esta, Mi Casa, una morada predilecta para Mí. Aquí encontré el amor de los simples, de los desposeídos, de los imperfectos y también de los puros de corazón, de los fuertes de espíritu, de los incansables en el camino de la caridad y de la entrega al prójimo.

Aquí Yo sembré la semilla de la Nueva Tierra en el corazón de Mi amada hija Pama, para que ella se donara por entero y, a través de sus manos y su corazón, Yo pudiera obrar y rescatar a las almas frágiles, almas que recibieron el amor de madre y de padre que Dios destinó para Sus Criaturas.

En este día, pido a todos los que escuchan Mi Voz que oren, para que este delicado y precioso proyecto de Dios se mantenga a salvo de las garras del enemigo, el que busca intervenir en cada uno de los proyectos de Mi Hijo.

En esta casa, que con tanto esfuerzo y amor se le tiende la mano al inocente que sufre, que padece por la ignorancia de otros, en este lugar sagrado, Yo deposité Mi Luz y Mi Amor maternal. Son ustedes, Mis servidores, los que deben cuidar y proteger con amor cada consciencia que aquí llegó a encontrar una luz para su alma.

Quiero expresar para todos Mi gratitud, porque sé lo difícil que es para todos ustedes, dentro de este mundo agonizante, crear un espacio de verdadera luz y redención, de amor y evolución.

Hoy les pido a todos que coloquen en el corazón este, Mi proyecto de amor y de redención, donde Mi Hijo aspira llegar un día, para que todos sepan en los tiempos que vendrán, que una vez Dios con Su dedo de Amor señaló esta sierra, este lugar y estos corazones, para que se gestara aquí la semilla de una Nueva Tierra, una nueva humanidad fraterna. Cuidemos, todos, esta aspiración del Creador.

Hoy bendigo a cada uno de estos niños, de estos jóvenes y a aquellos espíritus guerreros que los acompañan con tanto amor. Derramo Mis Gracias nuevamente sobre este lugar y en nombre del Creador, dejo Mi Estandarte de Paz, Amor y Protección, para que el enemigo no coloque aquí sus pies.

Benditos sean los que con la pureza del corazón construyen la fraternidad. Ellos serán llamados Hijos de Dios, el Altísimo, por todos los siglos que vendrán.

Benditos sean los que se esfuerzan verdaderamente, día tras día, por trascender los males de este mundo y ofrecen al universo una puerta segura para que la luz de las estrellas pueda descender. Ellos serán llamados guardianes del universo, por todos los siglos que vendrán.

Benditos sean los que persisten, los que ya han colocado, con determinación, sus almas en el final del camino y construyen con su fidelidad al Plan de Dios la oportunidad para otros. Esos serán llamados por el Creador los eternos fieles, por todos los siglos que vendrán.

Benditos sean ustedes, Hijos del Altísimo, por abrirme la puerta del corazón día tras día.

Oren, oren, de día y de noche que Yo los tengo siempre bajo Mi Manto.

Los amo y los guardo dentro de Mi Materno Corazón.

Gracias por esperarme con tanto amor y por estar hoy Conmigo.

Vuestra Madrecita del Cielo, María, Madre y protectora de todas las criaturas del mundo

Miércoles, 25 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, SEÑORA DE LOS POBRES Y REINA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo Soy la Señora de los Pobres, pero no solo de los pobres en la materia. Soy la Madre de los pobres de espíritu, de los pobres de corazón. Soy la Madre de los que carecen de amor y de paz, de los que carecen de fraternidad en sus hogares y en sus vidas.

Así vengo, hijos Míos, para demostrarles que la verdadera riqueza no proviene de este mundo y en él no se encontrará, hasta que puedan descubrir el manantial purísimo de donde provienen todas las cosas.

Yo Soy la Señora del Cielo, reconocida por los ángeles y arcángeles, por los santos y bienaventurados, por Dios y por Su Hijo; y al mismo tiempo, vengo al mundo como Señora de los Pobres, para que sepan que no es con las riquezas materiales que un alma se ennoblece. La grandeza de un alma se expresa en su pura unión con su Creador, que es el verdadero Rey de todas las cosas y que reina en todos los espacios.

Quiero que sepan que de nada valen las riquezas de este mundo, si pobre es el corazón. Aquel que más riquezas posee, es el que sabe que debe dar y donar más a los demás, no solo lo que tiene, sino también a sí mismo. Porque les digo, en este día, que no hay mayor grandeza y gloria que despojarse de todo lo que proviene de este mundo, inclusive de sí mismo, para encontrar todos los bienes celestiales.

Hijos queridos, aquel que todo da, siempre recibirá del Señor el auxilio para seguir adelante en su camino de evolución; nada le faltará. Si bien Dios podrá permitir que aprenda por medio de las dificultades que deberán forjar su espíritu, jamás dejará que perezca ese espíritu y que se apague la llama en su corazón.

Yo Soy la Señora de los Pobres, pero también la Reina de la Paz, pues el mayor tesoro que traigo al mundo es la Paz de la cual tanto carecen los corazones. Abracen ese tesoro que les traigo como algo único para la humanidad y multiplíquenlo por medio de vuestras oraciones y de la entrega de vuestras vidas.

Mis amados, jamás se olviden que la llave para abrir todas las puertas, comprender y conocer todas las cosas, es la oración hecha con el corazón. Por eso los invito hoy a consagrar vuestras vidas a este manantial infinito de Paz y de Redención, que es la oración verdadera.

Dejo en este día Mi bendición para este Centro Mariano, que crece a medida que aprende con las dificultades de la vida.

Les pido a todos los que hoy se consagran como Mis hijos, como símbolo de su disposición a consagrar la vida a Dios, que jamás permitan que aquí no se forme un canal verdadero de oración. Este Centro Mariano pertenece a vuestras almas y al mundo entero y debe estar, constantemente, generando luz y amor para la Tierra, por medio de vuestras oraciones.

Por eso, les pido a todos ustedes que no dejen de venir a este lugar y colocar aquí un ladrillo de oración, para que se construya la gran fortaleza que este Centro Mariano necesita para seguir cumpliendo la misión que Dios le encomendó.

Yo los aguardo en oración y en fe, generando Paz y Redención para el mundo.

Cuento con la respuesta de vuestros corazones.

María, Señora de los Pobres y Reina de la Paz

Miércoles, 25 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, SEÑORA DE GUADALUPE AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Mientras la Paz verdadera se acaba en el mundo, Yo vengo a vuestro encuentro una vez más, para ofrecerles Mi regazo de luz amorosa, donde ustedes siempre y ante cualquier circunstancia podrán reposar.

De esa forma abro Mis brazos y extiendo Mis manos, llamándolos a vivir el camino de la constante reconciliación con el Padre Eterno.

Mis queridos, mientras Mis palabras de luz se expanden en todo el mundo y Mis Gracias llegan a los corazones más desprotegidos; les pido que no se cansen de reforzar la alianza perpetua con Cristo, porque así ustedes permitirán que vuestros caminos sean los caminos predilectos de Mi Amado Hijo Jesús.

Hoy llego a este lugar, al pedacito del paraíso de salvación y de rescate, el que fue construido por las manos de los simples, las que acogieron a las almas inocentes. Hoy llego nuevamente a la Nueva Tierra, para dar alivio y serenidad a todo lo que parece imposible de sanar y de curar.

Así como hoy Mi Corazón reencenderá vuestras almas y este lugar, también el Bendito Corazón de vuestra Madre iluminará los abismos más oscuros en donde muchas almas están presas cada día.

Desde el principio deseo tenerlos junto Conmigo en el Cielo, para poder establecer el Reino de Dios a través de la presencia redentora de Cristo. Pero aún ustedes deberán aprender a amar y a perdonar; muchos de ustedes deberán valorar y agradecer todo lo que con tanto esfuerzo y amor les fue entregado a cada uno.

Reconozcan hijos, que el mundo ya está en tiempos difíciles; por eso hoy les pido que valoren los lugares sagrados que Dios les entregó a través de las almas servidoras, así todos seguirán siendo merecedores de la Misericordia de Dios, de aquella Gran Fuente de Gracias que muy pocos reciben.

Las islas de salvación en las que hoy muchos de ustedes viven, son únicas en el mundo; al igual que en los Centros Marianos del mundo, ellas son amparadas por la ley de Mi Inmaculado Corazón.

Hoy los invito a la alegría, para así dar consuelo a los que no lo tienen. Hoy los invito a la reverencia y a la cura, para así dar alivio y valor interior a aquellos que los perdieron. Hoy los invito al Amor del Padre, para que este poderoso afluente se extienda a los que están vacíos y sin Dios.

Queridos hijos, ya estamos finalizando un ciclo en este planeta y está a punto de comenzar otro; los invito a fortalecer vuestra confianza en el Creador, así ayudarán a que gran parte del mundo sea digno de recibir la Compasión de Dios.

Estoy aquí entre ustedes, derramando las Leyes Divinas, para que sean renovados por Mi Espíritu y así proclamen el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo a todos los que sufren.

Hoy nacerá un niño interior en aquellos que se animen a encarnar el Amor de Cristo; es este Amor el que trascenderá el fin de los tiempos y los llevará a todos a alcanzar la meta final: el retorno al Corazón de Cristo.

Agradezco a los más pequeñitos por haber cantado para Mí; la voz de los inocentes acerca el mundo a la Misericordia de Dios.

¡Les agradezco en este día por haber respondido a Mi llamado!

Los bendice y los abraza fuertemente con amor maternal,

María, Señora de Guadalupe

Viernes, 13 de febrero de 2015

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, Mis Gracias pueden ser derramadas sobre los inocentes y puros. 

Hoy, Mi Corazón ha percibido la grandeza de sus corazones y Dios Me ha permitido llegar en gloria hasta aquí, en compañía de San José, trayéndoles el alma misionera a todos, el espíritu de servicio y de caridad. Eso es, en verdad, queridos hijos, lo que convertirá sus corazones todo el tiempo.

Hoy, he recogido con Mis propias manos a las almas que padecieron en los últimos meses y fue el fruto de sus oraciones lo que abrió una flor en Mi Corazón; y pude sentir el aroma de sus sentimientos, la pureza de sus corazones que se animaron a responder y Me dieron un absoluto sí para que la Justicia no descienda al mundo.

Pero no les prometo, hijos Míos, que muchos no padecerán, muchos deberán pagar lo que han hecho con el mismo precio que la Ley indica. Pero si ustedes siguen orando de corazón, Mi Corazón Inmaculado se expandirá por el mundo y así, como Yo una vez lo hice en Fátima, podré revertir todos los males de la humanidad.

Recuerden que Yo soy el gran Sol del Universo que acoge en Su Corazón eterno las súplicas de todos sus hijos.

Vivan la transformación con tranquilidad. Que sus corazones no sufran más, pero que ellos se fortalezcan, día a día, con cada nueva oración que pronuncian.

Mientras estén Conmigo, hijos Míos, les prometo que no sufrirán, pero que sí deberán purificarse, porque están en el tiempo indicado de vivirlo, día a día, así como Dios lo prevé en Su Pensamiento Divino. Algunos sufrirán más, otros padecerán menos, pero el mundo entero deberá transformarse; porque todos deben ser dignos de recibir a Mi Hijo por segunda vez, cuando Él venga en Su Gloria y en Su Misericordia.

Recuerden todos los días la Misericordia de Dios. Dios ha escuchado la voz de sus súplicas y de todos aquellos que pronunciaron con amor el verbo divino de la oración, que es lo que transformará completamente a la humanidad y ayudará a las almas que están condenadas al fuego del infierno.

Hoy, pude elevar a muchas almas hacia el Reino de Dios y esto es producto de su esfuerzo constante, de su respuesta inmediata a Mi Corazón Inmaculado. Hoy, Me encuentro ante almas simples y humildes, peregrinos que han venido de varios lugares a visitarme. Por más que ellos no Me puedan ver, que sepan que Yo visito sus hogares cuando abren los cenáculos de oración y se consagran todos los días a Mi Corazón Divino.

Recuerden, Yo soy la Reina de la Paz, María de las Gracias, la que promueve la paz en toda la humanidad y que viene desde el Reino de los Cielos a traerles la esperanza y la alegría que muchos hijos Míos han perdido a lo largo de sus vidas.

Prometo que algunos se curarán; pero muchos deben curar sus espíritus, ayunar y hacer penitencia para concretar la reconciliación con Dios. Así, serán dignos y puros para que Mi Corazón se aproxime a sus hogares todos los días.

Yo les pido simples sacrificios, pero cuando ellos son verdaderos y hechos de corazón, así como ha sido desde ayer hasta hoy, todo se puede transformar a tiempo.

Recuerden, hijos Míos, Yo soy su Santa Mediadora de la Paz, entiendo y comprendo a sus corazones sufridos. Veo sus obstáculos y limitaciones, pero el Amor todo lo puede, hijos Míos; el Amor de Dios en sus corazones todo lo podrá.

Cuando vean que el mundo esté por terminar y que en las calles existan revoluciones sociales, almas caídas y sufridas, vivan el servicio con plenitud. No teman, abran sus corazones para ayudar a los demás.

Lo que sucede en Oriente es parte de esta humanidad, es producto de la maldad del enemigo. Pero Mi Amor siempre vencerá y Mis pies pisarán la cabeza de la mala serpiente para que los corazones puedan prevalecer y vivir en Dios.

Hoy, le anuncio Mis Gracias al mundo; pero ahora, queridos Míos, necesito de su sincero permiso para que eso pueda suceder. Yo sé que muchos de ustedes necesitan de Mi ayuda espiritual. Muchos deberán seguir rezando todo el tiempo; otros deberán esforzarse en el servicio y en la caridad; y algunos deberán entregar la vida en nombre de Mi Hijo, para que este mundo se vuelva rescatable y se pueda convertir completamente a la Luz de Dios.

También recuerden, hijos Míos, que Yo estuve entre ustedes en este mundo. Mi Corazón formó parte de la Sagrada Familia de Nazaret. Vivifiquen sus familias a través del Espíritu de Mi Hijo, renueven sus hogares a través de los cenáculos de oración. Así, como Madre Celeste, estaré entre ustedes todo el tiempo que pueda, aliviando sus sufrimientos, alegrando sus corazones, trayendo la cura universal a sus vidas.

Pero, existe una única llave a la cual ustedes deben responder, es la llave del cambio y de la transformación. Es momento, hijos Míos, de que en sus vidas recapaciten y observen todo lo que hacen día a día, porque eso también influencia mucho en el Plan de Dios y si no lo hacen crearía imposibilidades de que el Plan se pueda concretar.

Si sus vidas son simples pero verdaderas, el mundo se podrá transformar y volverse salvo, y la Misericordia de Dios llegará a los corazones simples. Ella se extenderá a los corazones que han hecho el mal y las almas se podrán convertir al gran Corazón de Cristo.

Así, como lo he hecho a lo largo de los tiempos, recorriendo cada país y cada nación, cada población de este mundo que ha conocido Mis diferentes Faces; hoy, vengo con la Faz de María de las Gracias para que ustedes, hijos Míos, se unan a Mi Gracia suprema que es fuente de reparación y de cura para el mundo.

Para que Yo pueda seguir derramando las Gracias sobre el mundo, necesito que sus corazones sean orantes y que no se cansen de pronunciar el verbo creador. Eso los librará de todos los males que existen en el mundo cuando tan solamente, hijos amados, oren y canten a Mi Corazón, así como siempre lo hacen, Yo siempre los escucho desde el Reino Celestial junto con los ángeles de Dios.

Mientras cantan, que los Hijos de María se aproximen y formen a Mis pies el cenáculo de oración y de amor.

Principalmente a los que se consagraron en San Carlos, les envío Mi rayo de gratitud; y a los que ahora se consagrarán, que sus camisetas sean símbolos de luz y espejos de amor para el mundo, desde el corazón de cada alma.

Eleven sus velas al Cielo, levántense de sus sillas y pronuncien la Paz de Dios para el mundo.

Canten con el corazón y escuchen Mi llamado. Entréguenme sus súplicas y pidan perdón por todos aquellos que no lo hacen y no recuerdan a Dios.

Que los peregrinos, que llegaron hasta aquí, también se aproximen y formen este cenáculo de amor alrededor de Mi Inmaculado Corazón.

 

Canción: “Señora de las Gracias”.

 

Eleven al Cielo sus súplicas, pues Mi Corazón hoy se abre como una flor para poder elevar hacia el Reino de Dios sus simples peticiones, en honor al Sagrado Corazón de Dios y por la salvación de esta humanidad.

 

Oración:

Señora de las Gracias, Espíritu de la Paz,
brota como llama en nuestros corazones.
Amén.
(ocho veces, en portugués)


Mientras Mi Corazón se eleva al Cielo y todo el universo se congrega bajo el poder de la Luz del Creador, sigan cantándole a Mi Corazón Inmaculado, pues un dolor ya fue aliviado. Solo restan seis para que la humanidad se libere y alcance, en el fin de los tiempos, la consagración al apostolado del Amor.

Que suenen las campanas. Que los ángeles se congreguen y eleven las ofertas de los seres de este mundo.

¡Les agradezco, hijos Míos, por responder a Mi llamado!

Que la Gracia de Dios los colme y que la esperanza universal sea el propósito de las almas consecuentes.

Yo los bendigo, hijos Míos, bajo la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Después de este precioso encuentro que tuvimos con Nuestra Señora, en el que parecía que el sufrimiento de ayer no se calmaba con nada, ese pequeño esfuerzo que nosotros hemos realizado, que casi podríamos decir que es insignificante, puede cambiar los acontecimientos de este mundo.

Por eso, siempre tenemos que tener claro, en nuestro corazón, que debemos dar lo mejor que tenemos, porque realmente podemos cambiar los acontecimientos de este mundo. Tenemos que tener siempre mucha fe de que eso será así y hacer todo con amor. Eso va a cambiar a este mundo.

Vamos a pedirle a Fray Elías que nos cuente cómo llegó Nuestra Señora hoy.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella se nombró Señora de las Gracias y muchas cosas siguieron sucediendo antes, durante y después de la Aparición.

La Madre Divina apareció esplendorosa, brillante. A medida que Ella venía descendiendo desde el Cielo, muchas cosas fueron aconteciendo antes que llegara.

Ella mostró cómo rescataba a las almas a través del magnetismo que tiene por medio de Su Corazón. A través del sentimiento de Amor que Ella irradia por nosotros, las almas se van aproximando hacia Su Reino, y es de esa forma que María las va elevando poco a poco.

Mientras María nos daba el Mensaje, Ella iba hablando sobre los peregrinos y nos invitaba a imitar a esos peregrinos en la vida de simplicidad y de humildad que ellos viven.

María nos explicaba esas cosas para que nosotros pudiéramos entender que Ella vivió también así cuando estuvo en este planeta. Cuando Ella pronunciaba esas cosas, mostraba escenas de la Sagrada Familia que sucedieron en el pasado y que trajo como un presente para cada uno de nosotros.

Después, Ella nos invitó a reactivar el espíritu de consagración de nuestras familias a los Sagrados Corazones, porque muchas familias se están dividiendo en este tiempo y es importante que el espíritu de oración esté en ellas para que nada malo les pueda suceder. Era algo así lo que nos decía nuestra Madre.

Después, Ella dijo que muchos vivirían varias situaciones, que no nos podía decir cuáles eran, pero que se referían al camino de nuestra transformación y de nuestra entrega a Dios, día a día.

Ella estaba hoy rodeada por muchos ángeles. Nos mostró diferentes coros que se fueron colocando sobre nosotros, mientras entonábamos el cántico Señora de las Gracias. Ellos trabajaban con nuestros seres, con nuestras almas y retiraban muchos dolores internos y sufrimientos, porque Nuestra Señora así se los indicaba.

Después, Nuestra Señora, no solo trabajó con nosotros, sino con el mundo. Ella mostró que varias regiones del planeta, por el esfuerzo de nuestra oración, eran ayudadas; y también muchas almas eran ayudadas.

Hoy, María tenía una mirada muy bondadosa, un Amor sereno y también muy bondadoso y dulce. Ella irradiaba ese Amor y esa Luz no solo con Su mirada, sino también con Su Corazón. Y de alrededor de Su Ser salían muchos rayos que se irradiaban hasta 2 o 3 metros de Ella. Entonces, cuando Ella nos pidió que nos aproximáramos, nosotros entramos dentro de esos rayos de Luz. Y de cada rayo que irradiaba María, desde alrededor de todo Su cuerpo, nosotros recibíamos una ayuda especial. Cada rayo, que era irradiado, hacía una tarea con nosotros, y Ella unía los Cielos con la Tierra.

Por unos instantes, esta colina se volvió sagrada, porque estaba llena de ángeles que trabajaban en este lugar y en otros lugares, con nuestras almas y con muchas almas más.

Cuando María nos pidió que le entregáramos las súplicas a Su Corazón, Ella fue guardando cada una de nuestras intenciones. Y, en un momento, Ella mostró Su Corazón; cómo Su Corazón recibía todas nuestras súplicas, que eran pequeñas esferas de luz que llenaban Su Corazón, lo rodeaban, lo colmaban; y Ella irradiaba a cada una de nuestras intenciones con Su Amor. Lo más importante de todo es que hoy nos hizo sentir la Paz, como Madre que es, la Madre de la Paz.

Ella nos devolvió la Paz. No solo a nosotros, sino a muchos hermanos que no están aquí.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Viernes, 13 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, INMACULADA MADRE DEL ALIVIO DEL SUFRIMIENTO, EN EL NÚCLEO DE FIGUEIRA EN SAN CARLOS, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo duerme y las almas se sumergen en las ilusiones de la vida material, quiero abrir aquí una fuente de Gracias y de aliento para todos los seres. De esta forma, hijos Míos, aquellos que tienen sed de Dios encontrarán el Agua de Vida, que brotará del servicio, de la cura y de la oración en este lugar.

Quiero encender una luz en este mundo que vive en la oscuridad.

Quiero dar a conocer a los hombres la realidad superior que habita en su esencia más profunda.

Quiero demostrar a los seres la capacidad de amar que existe en lo profundo de sus corazones.

Quiero que conozcan la verdad sobre sí mismos.

Quiero que curen el pasado por medio del perdón y que se rehabiliten por medio de la redención.

Quiero que encuentren aquí, en este lugar, las llaves para ingresar en el Reino de los Cielos.

Quiero que vean con los propios ojos el camino de retorno al Origen Divino.

Por eso, Mis amados, les pido que hagan de este lugar el puente para Mi Reino, el camino hacia lo sagrado y, de cada uno de ustedes, los porteros y los celadores que conducen a las almas perdidas al verdadero despertar.

Que aquellos que tienen un antiguo compromiso Conmigo retomen sus puestos, pues ya es la hora de recomenzar a construir el nuevo futuro que nacerá en el interior de todos los seres.

Quiero de esta casa una fuente de cura, no solo para el cuerpo, sino también para el espíritu.

Quiero que aquí las consciencias puedan nacer, renacer y dejar este mundo, seguras del camino que las llevará al Padre, a la reconciliación con Su Sacratísimo Corazón.

Quiero en este lugar la presencia viva de Mi Hijo, en Su Cuerpo Eucarístico, para que sea contemplado y adorado por aquellos que se consagraron día a día a Mi Inmaculado Corazón.

Que en esta Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento las almas reciban la oportunidad, que hace tanto tiempo esperan, de reconocer lo que verdaderamente son. Esto se dará hijos Míos, cuando, por medio del amor que recibieron, descubran el amor latente en el propio interior.

Que al recibirla, los corazones aprendan a dar, dar de sí a los que más necesitan en este mundo.

Los que estuvieran recibiendo esta oportunidad de cura espiritual y física, que estén en permanente oferta a Dios, de todo lo que reciben. Para eso, orarán con el corazón y con el espíritu y descubrirán en la oración y en la donación de sí la razón de su existencia en este mundo. Así brotará en vuestros corazones el amor verdadero y profundo que el Universo tanto aguarda que puedan descubrir y vivir en este tiempo.

Yo los amo y los espero en oración por este mundo tan necesitado de paz.

Jamás se cansen, hijos Míos, de entregar la vida por amor a los que no tienen a Dios.

Si Dios vive en vuestros seres, son portadores de todo el Bien y de toda al Gracia. Todas las riquezas de este mundo les pertenecen, pues no hay riqueza mayor que el Amor de Dios Vivo en Sus criaturas.

Por eso, oren y pidan al Padre por los que no Lo conocen y no descubrieron Su Grandeza infinita.

Yo los bendigo para que sigan en oración y en entrega hasta el fin de vuestras vidas y por toda la eternidad. El mundo así lo necesita.

María, Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento  

Viernes, 13 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SEÑORA DE LOS DOLORES AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hijos:

Sigan orando el Santo Rosario todos los días, porque será a través de los misterios que fueron vividos por la Sagrada Familia que en la oración se revelará el camino de la redención y de la paz.

Hoy, Mis pequeños y amados hijos, Me vuelvo a presentar a ustedes como la Señora y Madre que soporta los ultrajes y los dolores del mundo; Me presento como la Madre que junto a ustedes carga con la cruz de la aniquilación y del martirio. Ayuden a vuestra Madre Celeste para que, al menos por vuestros sacrificios, pedidos y súplicas, Mi Gracia infinita pueda interceder por todos.

Cuando la humanidad enfrenta, de ciclo en ciclo, pruebas duras y difíciles, Mi Inmaculado Corazón se prepara, en nombre de Cristo, para orar por ustedes y ayudarlos amorosamente a corregir vuestros desviados caminos.

En este tiempo, Mis hijos, el mundo camina rumbo a un desastre espiritual y planetario; por eso Mi Corazón asumió los siete principales dolores del mundo con el fin de aliviar a los inocentes y de revertir, mediante vuestra oración, los padecimientos que nunca terminan.

Necesito en este momento de vuestra consciencia misionera disponible, la que sea capaz de renunciar a sí misma y donarse completamente, en la esperanza de colaborar y de revertir a tiempo las consecuencias de una humanidad camino a la decadencia total.

Muchos de los hechos que hoy suceden son parte del Armagedón, de un Apocalipsis que despierta y se desarrolla rápidamente a la par de las acciones injustas de la humanidad. Si al menos se respetara la ley y se amara la Vida Divina de cada alma, muchas de las dolorosas experiencias que enfrenta vuestro mundo podrían disolverse de la realidad de los hombres y convertirse en paz a través de la oración inmediata de todos.

Pero lo que ha de venir, aún no llegó; el arrepentimiento y la penitencia es algo que la humanidad nunca ha practicado de corazón. Pero no será necesario vivir flagelaciones propias, ya basta con todo lo que hoy Mis hijos enfrentan injustamente; el verdadero arrepentimiento deberá brotar de vuestros corazones, como un acto de amor reparador y de equilibrio interno ante las atrocidades humanas que hoy suceden.

De no haber un cambio urgente en la actitud de los hombres, les digo que los ángeles de la Justicia Divina de Dios se aproximarán al mundo para poner orden en todo lo que es apocalíptico e injusto.

Rezo por ustedes desde Mi Reino Maternal y espero, hijos amados, que se recuesten sobre Mis brazos para que Yo los alivie de esta fatiga y cansancio que nunca termina.

Recuerden que el amor vence todo mal; Yo les he enseñado a amar la vida, a amar a los semejantes y a amar vuestros trabajos. Ahora es momento de reflejar el amor en este mundo, como una flor que se abre a los rayos del sol.

Generen la Fuente del Amor, vivan en el Corazón de Mi Hijo y ayuden para que Mis siete dolores se conviertan en redención y amor para todos. ¡Sigan Mis pasos!, pues solo deseo llevarlos a Jesús, a los brazos del Gran Amor Redentor.

¡Que las almas escuchen Mi llamado!

¡Que los corazones sean portadores de la Misericordia de Dios! Yo siempre los esperaré en oración.

Les agradezco por aliviar Mis siete dolores.

¡Gracias hijos Míos por hoy responder a Mi llamado!

Los auxilia, los redime y los ama,

Vuestra Madre María, Señora y Madre de los Dolores  

Jueves, 12 de febrero de 2015

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

El mundo está en el mal. Los invito a arrodillarse por aquellos que ofenden a Dios.

Como Madre Dolorosa, he venido del Cielo a traerles un importante llamado, el más importante en estos tiempos, que es la oración del Santo Rosario, por esta humanidad y por este planeta.

Hoy, traigo en Mis brazos a Mi Hijo flagelado. Este es el ejemplo verdadero, la referencia para todos, de lo que los hombres le hacen al Corazón de Dios.

Recen por Mis siete dolores. Recen por las espinas que recibe Mi Hijo. Recen por los ángeles y sus trompetas, antes de que Dios declare la Justicia al mundo.

Los tiempos se aceleran, los cambios también. Por eso, prepárense en la oración, no desistan de orar con el corazón.

Perseveren, solo perseveren. Mi llamado es urgente, a esta parte del mundo, porque sé que ustedes Me pueden escuchar con el corazón.

Hoy, traigo a Mi Hijo en Mis brazos, herido y llagado completamente, para que ustedes vean, hijos Míos, la crueldad de los hombres, la indiferencia de los corazones, la falta de amor a la vida que Dios les ha dado.

Por las calles de este mundo, por las regiones de Oriente, muchos hijos Míos están siendo mutilados, mientras ustedes están aquí reunidos en oración.

Perseveren, hijos Míos; les pido que piensen, por solo un momento, lo que Dios está percibiendo de esta humanidad y principalmente lo que Su Corazón siente de ustedes.

Hoy, aparezco sobre este mundo.

Necesito que respondan a un llamado urgente, con un esfuerzo extremo, con un sacrificio mayor por aquellos que no hacen nada y que siguen las tribulaciones con deseos y expectativas propias; pero aún la humanidad no ha conocido el Poder de Dios.

Hoy, coloco frente al Altar del Creador Mi Corazón materno como única salida para esta amada humanidad, que se pierde día a día en el sufrimiento y en el dolor.

Mi Corazón está lleno de dolores. ¿Quién lo podrá aliviar? ¿Quién se arriesgará a salir de sí mismo? ¿Quién dejará sus comodidades y preferencias para contemplarme por tan solo solo cinco minutos y sentir Mi Corazón doloroso y el Corazón flagelado de Mi Hijo?

Vengo a anunciarles un llamado especial. Hoy, no podré derramarles Mis Gracias, porque muchos no las merecen. Ustedes son parte de esta humanidad, de este Plan que Dios los llamó a vivir. Aún su esfuerzo no es suficiente.

Coloquen la oración en el corazón y no en la mente.

Perseveren, hijos Míos, Yo necesito que en este tiempo solo Me den respuestas de amor y de caridad. Llamen a sus hermanos a vivir la oración, díganle a sus familiares y amigos que oren. El mundo se está oscureciendo y la mayoría no lo percibe.

Mientras la sangre de muchas almas inocentes corre por las calles de este mundo, Yo los invito a meditar en Mi Corazón y a que piensen solo en vivir en la Misericordia de Dios, que está muy olvidada por este mundo entero.

Yo los invito, hijos Míos, a reforzar sus ejércitos. Los caminos deben ser más luminosos, así Yo apartaré las penumbras de los caminos de todos Mis hijos.

Quiero que sean verdaderos, hijos Míos, y que escuchen la súplica y el llamado de Mi Corazón, pues Yo ya hecho mucho por ustedes. ¿Y quién hará lo suficiente, lo que Dios necesita en este momento, que es la oración del corazón y vivir en la Verdad de Dios?

Recen Conmigo, hijos Míos, porque el mundo está padeciendo.

Hoy, vengo con los Ángeles de la Justicia de Dios, pero les pido, hijos Míos, que no tomen este momento como algo normal.

Agradezcan que Yo les hable de todas estas cosas que están sucediendo, porque muchos deben despertar a lo que está aconteciendo. No pueden estar distantes de lo que sucede en este mundo.

Yo no vengo a traerles miedo, sino a establecer la paz. Pero si la paz no está en Mis hijos, ¿cómo existirá la paz sobre la Tierra? Por eso, los corazones y las almas están muriendo, los cuerpos están siendo mutilados y aniquilados, en la vida que Dios les entregó. ¡Ay de aquellos que hacen esas cosas!

Yo solo Me recuesto a los Pies del Señor para implorarle por Su Misericordia.

Misericordia, Misericordia, Misericordia,
Redención, Redención, Redención,
para este planeta.
Amén.
(se repite seis veces)

Mientras respiran, mientras duerman, cuando despierten, cuando se alimenten, cuando estén en oración o aun hablando con otra persona, no dejen de repetir esta oración. Es la tabla de salvación y de Misericordia para Mis siete profundos dolores, a los cuales aliviarán, uno a uno; y será la tabla de la salvación para lo que sucede en Oriente.

Queridos hijos Míos, hoy no solo vengo a traerles la Luz de Dios, la Verdad que está siendo ocultada para muchos; les traigo también un pedido especial por el cual Yo rezaré a partir de este momento para que todos Mis hijos, independiente de dónde se encuentren, pero que estén unidos a Mi Inmaculado Corazón; vengo a pedirles una misión extraordinaria de paz a los misioneros de San José y de Mi Inmaculado Corazón, que deberán ir pronto a África para que, a través de sus oraciones, servicios y transmutaciones, equilibren en nombre de la humanidad todo lo que está sucediendo.

Por eso, hijos Míos, Yo los llamo a la colaboración, a la caridad, a la entrega de corazón para que esta misión se realice lo más pronto posible.

Si esto llegara a suceder, muchas almas que están siendo mutiladas y que ni siquiera reciben una mínima oración, podrán ser recogidas por Mi Espíritu Divino y elevadas al Cielo como un símbolo de equilibrio y de justicia para aquellos que sufren las acciones de los hombres.

Si ustedes supieran en verdad lo que siente un corazón cuando es mutilado poco a poco, su oferta sería infinita y solo pensarían en poder rescatar a esta humanidad; porque no solo en Medjugorje, sino también aquí, deben escucharme abiertamente. Este es un pedido de Mi Corazón Inmaculado, más allá de Mi Consciencia Celestial. Les pido, hijos Míos, que guarden este llamado en el Corazón.

Mis siete dolores son: la pérdida de la vida, el sufrimiento, la negación, el martirio, el falso poder, la injusticia y el sometimiento.

Yo los bendigo, hijos Míos, en nombre de la Justicia de Dios. Que la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ilumine sus caminos y los colmen de amor. 

Canten para aliviar Mi Corazón.

Canción: Ave María.

Siempre escucharé sus corazones y sentiré su amor en Mi Corazón Inmaculado.

Sean pacificadores y lleven la paz, la paz para el fin de los tiempos.

¡Les agradezco!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hermanos, a pedido de Nuestra Señora, vamos a explicar lo que sucedió en el momento en el que los hermanos estaban orando en lenguas africanas.

En ese momento, Nuestra Señora comenzó a aproximarse, en la manifestación de un gran sol que fue entrando por el lado derecho de aquí, del auditorio, cruzando los Cielos y las dimensiones. Atrás de ese sol venían los ángeles, algunos venían con estandartes y otros con trompetas, los que venían con estandartes tenían las estrellas de seis puntas. Era lo que se mostraba en ese momento.

Nuestra Señora pasó por encima de este palco, como caminando, y se colocó por encima del símbolo de este planeta, que tenemos aquí detrás.

Nuestra Señora, cuando venía caminando, venía llorando. Sus ojos eran ríos de lágrimas. Ella inclinaba Su cabeza hacia abajo como si estuviera pensando, meditando profundamente en Su Corazón.

En ese momento, Nuestra Señora se aproximó y los coros de ángeles se posicionaron formando una triangulación por detrás de Nuestra Señora.

Ella venía vestida con una túnica celeste clara y con un manto azul, con las manos hacia abajo, bien próximas a Su cuerpo, actitud que nos llamó mucho la atención.

En ese momento, Nuestra Señora refleja en Su pecho, en Su cardíaco, una estrella, dentro de esa estrella estaba Su Corazón Inmaculado. Durante la Aparición Ella mantuvo Su mirada hacia abajo y ese llanto no solo se derramaba sobre Su rostro, sino también sobre Sus vestimentas.

Cuando la vimos, nos impactó mucho; porque a través de Sus ojos, vimos lo que pasaba en Oriente. Ella trajo todo el acontecimiento no solo a nivel material, sino espiritual; y todo ese movimiento estaba apoyado y sustentado por los ángeles que estaban con María.

En ese momento, Nuestra Señora nos explicó que Sus manos, al costado del cuerpo, significaban la imposibilidad de que Ella pudiera derramar Sus Gracias. Entendimos, ante ese símbolo, que no tenía permiso de derramar Sus Gracias; después, todos pudimos entender cuando Ella dijo que no podía derramar Sus Gracias sobre nosotros. Aún así, Su Amor no dejaba de estar presente aquí, en este lugar. A pesar del sufrimiento y de las imágenes que rodeaban a María, Ella no dejaba de mirarnos con serenidad y con amor.

Ella durante la Aparición, nos llamó mucho la atención sobre los Hijos de María, porque decía que los necesita en este momento más que nunca, no solo en la oración, sino también en una actitud de pacificación; por eso, Ella ha bendecido y consagrado a muchos hijos.

Ella hizo un pedido especial a cada uno de ellos que, como miembros de esta humanidad y en esta transición que estamos viviendo, podamos comprender y entender conscientemente lo que nos quiso decir hoy. En ese momento, parecía que eso iba solo hasta allí; pero silenciosamente María fue revelando muchas visiones que fueron siendo guiadas por Ella.

Después de mostrarnos Su Corazón, Su llanto y Su dolor, que manifestaba en siete dolores, que hoy nos reveló. Ella nos fue mostrando, poco a poco, a un ser, una consciencia que tenía en Sus brazos y que parecía que pesaba mucho; pero la fuerza del Amor de María era lo que sustentaba a ese ser. En ese momento, se mostró una imagen de Jesús totalmente flagelado y transfigurado. La cabeza de Jesús caía hacia atrás. Era un Jesús que estaba agotado, cansado, lleno de llagas desde los Pies a la Cabeza. No pudimos contar la cantidad de llagas que tenía, pero eran muchas. Y nuestra Madre dijo: “Esto es lo que hoy siente Jesús por la humanidad. Miren como Él está en este momento”.

Y, después de eso, la imagen de Jesús en los brazos desapareció y a través de un rayo que emanó Su Corazón Inmaculado, Ella mostró a Sus pies una escena que tenía que ver con África y Medio Oriente, que fue explicando a través del Mensaje que todos escuchamos.

Cuando María explicaba que las calles que estaban ensangrentadas, mostraba algunos lugares de Medio Oriente y de África, en los que Ella revelaba situaciones que sucedían en el plano físico. En ese momento, Ella lo explicitó, especificando que no era una situación espiritual, sino que era algo físico; y, que Ella, por el poder que tiene de Mediadora y de Intercesora, tenía el permiso de mostrarnos, para que pudiera generar un impacto en nuestras consciencias y no en nuestro emocional, en nuestros sentimientos.

A los pies de nuestra Virgen María, aparecían cosas horrorosas, personas siendo quemadas, mutiladas, viviendo martirios poco a poco; pensamos que eso era algo del pasado que María nos estaba mostrando, nos estaba dando un ejemplo, una referencia; pero era una realidad que Ella nos traía sobre algo que está sucediendo en este momento y que todos pudimos escuchar y comprender.

Ella necesita, a través de este símbolo, que nuestra oración no solo sea diaria, sino también fervorosa. María nos dijo que no nos pedía que rezáramos continuamente, sino que a través de nuestras pequeñas oraciones pudiéramos hacer algo verdadero.

Entendimos que por eso María nos pedía que nuestra oración tuviera una cierta fortaleza, más allá de la cantidad o del número de oraciones.

Ella necesita, por lo que está aconteciendo en este momento, que nosotros recemos de corazón como  nos enseñó. Ella hoy nos dijo que nosotros podríamos haber orado más de corazón, porque Ella dice que nos considera Su ejército de Luz, a cada orante que se une al Corazón de María. Y esa será la única forma, dijo Nuestra Señora, de que muchas cosas se puedan revertir a tiempo.

Pero las cosas no llegaron solo hasta allí. A la derecha de Nuestra Señora, aparecieron tres ángeles con tres trompetas. Ella levantó Su mano derecha, señalando hacia un lado y dijo lo siguiente: “Hijos, hijos, las trompetas ya están sonando”; y parecía que María estaba muy tocada por esa situación, sentía que la situación estaba yendo hacia otro punto.

Cuando Ella se refirió a la misión de África, cuando nombró la palabra África, de Su Corazón salió un grito, un llamado de amor, un clamor de nuestra Madre para que esa misión se pudiera cumplir y nosotros pudiéramos apoyar a esos hermanos, no solo con nuestras oraciones, sino también que nuestras consciencias vayan internamente con ellos a esa misión, para que también reciban el apoyo que necesitan.

Era algo que pedía María; y Ella pidió esa misión especial de servicio, de oración y de transmutación como dijo, en tres países de África: Ruanda, Uganda y Congo.

Si esas tres misiones se concretan, va a suceder aquello que nuestra Madre prometió y que todos escuchamos. Eso podría revertir muchas cosas. En ese momento, le preguntamos: “Madre, ya no existen muchos misioneros en el mundo, ¿será que nosotros podemos apoyar a otras personas para que vayan allá o a personas de esa región, para que tomen consciencia del pedido de María?”. Ella nos respondió: “Hijos, no olviden que ustedes son Mis soldados, que responden a Mi llamado cuando Yo les pido algo. Siempre contarán con Mi apoyo y Mi protección”.

Eso fue lo que sucedió durante la Aparición, que Nuestra Señora nos pidió que compartiéramos con todos.

Y, para cerrar esta Vigilia de Oración, ahora vamos a asistir a un video de una Vigilia de Oración anterior que fue realizada en Caracas, Venezuela, en el que María nos deja un Mensaje para todos sobre la paz.

Agradecemos a todos por acompañarnos y los invitamos a llevar ese llamado de María en el corazón, a aliviar los siete dolores de nuestra Madre y a responder una vez más a Su llamado.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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