Domingo, 27 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MED SHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN

Padre Santo de la paz
Tu Nombre, que es bendito y puro me salvará.
En Tu Reino de Paz adoraré Tu Arca,
en Tu sublime Luz comprenderé Tus sagrados misterios.
Te alabaré Emmanuel por toda la eternidad.
Amén.

 

Quien vive en Mí, vive en los ángeles, que decretan todo el tiempo poderosas afirmaciones para la vida inmaterial.

Elevados sean los altares sobre sus seres, para que estos participen de la Resurrección del Señor.

Que las Palabras Sagradas sean guardadas en sus corazones y que sus mundos internos resplandezcan por Mi Luz, para que las vertientes del mal sean cerradas hacia los corazones de la Tierra.

Revivirán Conmigo estas Santas Palabras, pero no podrán llevarlas. Si así lo hicieran, estarán fuera de la Ley, porque lo que Yo vengo a reconstruir en este séptimo día de Gloria y Resurrección, es concretar la elevación de sus espíritus y consciencias de todo el planeta, para que vivan el Plan y él se cumpla en todas las criaturas.

Este decreto es una cura para sus corazones. Es una respuesta a su llamado interior y a su oferta durante estos días. Háganlo en reverencia y en unión a Mi Corazón, para que Mi Propósito no se borre de sus células y que nunca olviden, compañeros, que donde Yo los he colocado en esta vida y en esta consciencia grupal, es porque tienen un propósito, del cual una parte nunca comprenderán.

Repitamos en adoración y de rodillas para los que puedan, sin someter los cuerpos al esfuerzo; porque lo que vibra en sus vidas son los corazones y no los movimientos. Así glorificarán a Mi Padre en este día de Gloria ante los doce coros que hoy he traído a Mi Encuentro para ustedes y el mundo.

Este es un decreto que fue transmitido por los ángeles serafines de Universo ultraterrestre, antes de la llegada de Cristo.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Cristo vamos a repetir palabra por palabra, primero el decreto y después repetiremos el significado.

 

SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MEDSHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN

Padre Santo de la Paz
Tu Nombre que es bendito y puro
me salvará en Tu Reino de Paz.
Adoraré Tu Arca, en Tu sublime Luz
Comprenderé Tus Sagrados Misterios
Te alabaré Emmanuel por toda la eternidad.
Amén
(tres veces)

 

Siete campanadas...

Compañeros, pueden sentarse.

Ahora, compañeros, nunca pierdan lo que Yo he dejado para ustedes a través de este Sagrado Decreto, que los une con el Cielo y la Tierra, con los ángeles y los arcángeles, que adoran la redención del Hijo de Dios para el mundo entero y para toda la humanidad.

Los doce coros celestiales tienen misiones importantes para el mundo y para todas las almas de la Tierra.

Son los mismos que Me han ayudado a concretar el proyecto de redención en el pasado y a través de los tiempos y de todos los íconos que Yo he revelado al mundo a través de los siglos.

El ícono más inmaculado desde el principio de la Tierra es el Arca de la Santa Alianza. Es la síntesis que guarda todos los Misterios de Dios revelados en sus pergaminos internos, donde los Padres Creadores y Sus ángeles ayudantes han escrito la historia de la humanidad, la misma que se guarda como espejo en aquellos recintos sagrados del mundo, donde aún no han salido a la luz en su mayoría, solo algunos y para algunos.

Que el conocimiento sagrado de los patriarcas, de los profetas y de su propio Maestro, con la intercesión de todos los ángeles y de los doce coros, sea sagrado en sus vidas, ennoblezca sus corazones y no sus mentes, porque en verdad les digo, compañeros, que las cosas en la Tierra sucederán pero Mis Palabras permanecerán en aquellos que hayan sido consecuentes Conmigo y con los tesoros del Cielo, que fueron siendo fecundados por la Sagrada Familia desde los principios de sus encarnaciones en la Tierra, como consciencias de luz y al servicio del Plan del Altísimo.

Alegren sus corazones porque tienen que estar limpios de toda mancha, para que estos códigos de la Divinidad ingresen en sus consciencias y en consecuencia, en todo el mundo.

Esa es la tarea de todos los que oran a Mi Corazón y a los Corazones Sagrados de San José y de María. Esa es la tarea de las columnas que acompañan los grupos de oración en sus diferentes regiones del mundo.

Sus espíritus, compañeros, deben ser esos Discos Sagrados que guardan los códigos y las informaciones de la Alteza Mayor, de la Divinidad Suprema y del Infinito.

Será ese Conocimiento Sagrado, el que en reverencia y amor podrá llegar a aquellos que lo necesiten y podrá despertar a todos los que duermen en el sueño de la ilusión y del engaño.

Este Decreto que han repetido ante Mi Nombre Santo, forma parte de la Santa Alianza.

Lo he dado a conocer para ustedes como un voto de confianza y como respuesta a su dedicación. Graben estas vibraciones y palabras en sus corazones, más allá de sus memorias, porque les digo compañeros, que serán sus espíritus los que se elevarán al Reino de Mi Padre y no sus cuerpos y así podrán entrar en la moradas que Yo ya he preparado, después de Mi Ascensión; moradas eternas en el Universo, que siempre les irradiarán la paz.

Pregunto para ustedes, compañeros, en solemnidad y en júbilo: ¿Desean repetir el Decreto ante Mi Padre?

Si sus decisiones y acciones fueran como este "sí", el mundo estaría a salvo.

Glorifiquen a sus ángeles de la Guarda por tanta misericordia que ellos les entregan.

Y ahora recemos en Mi Gloria, para Adonai.

 

 

SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MED SHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN
(tres veces)
 

Para que este decreto, compañeros, pueda ser realizado por todos, él deberá ser cantado como una melodía, para que así lo aprendan correctamente en un próximo encuentro. Y esperaré, que esas palabras sagradas del arca de la Santa Alianza estén vivas para la próxima Sagrada Semana.

Compañeros, ¿ustedes desean que Yo vuelva aquí, por una semana más, en el próximo año?

¡Sí!

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Maestro está sonriendo.
 

No solo vendré por ustedes sino también por los que Me necesitan, porque sé que es importante para las almas y el fortalecimiento de la fe en los corazones.

Pero se comprometerán Conmigo, compañeros, a que aquí en el próximo año seamos dos mil, como fue en el Monte de las Bienaventuranzas.

Tendrán un año para trabajar en esa invitación; una invitación que no deberá ser forzada sino trabajada por su oración y su persistencia a Mi Corazón Sagrado.

Así podré decir, para el próximo año, que Mi tarea en gran parte estará cumplida con ustedes y que así pondrán al servicio sus talentos para los tiempos finales; el talento de su oración, de su caridad, de su servicio, de su confianza en Dios y de su hermandad con todos los semejantes, sin diferencias, ni juicios.

Para eso espero, compañeros, que para el próximo año las bases del Auditorio de la Misericordia estén siendo fundadas en el suelo de Aurora.

Me trasladaré en Gloria hacia aquí nuevamente para bendecirlos y llevarlos a todos a Mi Corazón.

Aurora les ofrece esta Gracia de estar aquí presente por un año más.

Cuando pase tan solo un tiempo, este auditorio será pequeño para Mi Obra. Pero Aurora abrirá sus puertas para recibirlos a todos así como esta casa lo ha hecho en honra a Mi Corazón.

Quisiera que vinieran aquí los coordinadores de los grupos de oración, para que lleven una señal para sus hermanos, que ahora les entregaré.

Que en este día de Gloria, todos los elementos sagrados sean bendecidos y santificados por los ángeles del Cielo y los doce coros.

El agua que los bendice y les sacia la sed.

El aceite que los cura y los sana.

La Sangre que los diviniza.

El Cuerpo vivo que se hace cuerpo en ustedes; el Cuerpo de Luz y de Verdad.

Esta es la Sangre que se guarda como Luz en el Arca Sagrada. Dichosos de aquellos que beben de Mi Gloria.

Beban y oren Conmigo, para que el Padre siempre los conforte en la unidad de Su Espíritu con Su Hijo y con el Espíritu Santo.

Beban y sientan Mi Paz, Mi Fuerza invencible que los reúne como rebaño alrededor del Cenáculo de su Señor. Sientan la confianza de lo que reciben y multipliquen estos códigos por donde vayan, en unión a Mi Espíritu y a la Voluntad máxima que se cumple en aquellos que corresponden a Dios y a Su legado.

Abracen esta llama de Mi Sangre, que los enciende y sientan en sus caminos la realización de Mi Voluntad, por aquellos que más necesitan volver a encender sus caminos en Mis caminos.

Beban y retiren dentro de ustedes aquello que los perturba.

Glorifíquense todos los días en la oración con sus hermanos.

Ustedes pueden ser chispas de Mi Luz, cada vez que se encuentren Conmigo en la adoración y en la oración.

Ustedes pueden ser vertientes de Mi Misericordia y así Yo los purifico de todo mal.

Podrán caminar a Mi lado en confianza, perseverando en todos los desafíos que el Señor les presenta, para poder redimensionar sus vidas al propósito del amor y de la verdad.

Sientan en este Misterio, que es infinito, la manifestación de Mi Amor por cada uno de Mis seguidores y de Mis discípulos.

Preciosa Sangre es vertida en los corazones fieles, que beben en unión a todas las almas que necesitan de la paz.

En esta obra que Yo realizo se encuentra un propósito para todos, que descubrirán y entenderán cuando Yo ya no esté aquí, hasta Mi retorno al mundo.

Que sus grupos sean esa luz que el mundo necesita para estos tiempos y que se disipen todas las dificultades, para que siempre renazca el Amor de Mi Corazón entre ustedes, hasta que Yo vuelva a buscarlos en la hora indicada. Hay muchos que dependen de ustedes para dar los pasos hacia Mi Corazón.

Santificado seas Padre, por cuanto Tú das a las almas; por cuantos remedios entregas a los que te escuchan; por cuanta confianza Tú emanas a los que te sienten; por cuanto Tú cultivas en los que te buscan.

Sagrada ceremonia de amor, Yo infundo para todos, con el fin de que se cumplan Mis designios en los que aguardan Mi llegada.

Beban en confianza y renueven sus votos a Mi Corazón, porque nunca Él los abandonará. Mi Luz es más fuerte que todas las tinieblas y Mi Corazón se regocija en los que comprenden Mis proyectos y doy la paz para los que más necesitan.

Con Mi Sangre puedo lavar todo un ser y unificarlo a Mí, para que se cumpla Mi Voluntad en los que Me siguen.

Beban del fruto que Yo les entrego.

Y ahora Yo los dejaré ungidos para su fortaleza, en el Nombre de la Santísima Trinidad y de todos los ángeles custodios que acompañan esta ceremonia, por las almas que se unen a Mí.

Nunca Me olvido de aquellos que Me lo piden.

Padre Nuestro... (en arameo)

Yo los bendigo y los guardo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora en la elevación que vivo con los ángeles del cielo, su Padre escuchará “Pacificadores” y que ese canto sea realizado como una sola voz por la humanidad.

Los aguardo y los espero para la próxima Sagrada Semana de 2017.

Sábado, 26 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por la lanza que traspasó el Corazón de Jesús
y derramó Misericordia para el mundo,
perdónanos Señor. 
(x 6)

 

Estoy en silencio, así como lo estuve en el Sepulcro, contemplando al mundo.

Quisiera ver el fruto de la trayectoria de estos días, y Mi Corazón se ennoblece por encontrarlo en los más simples y en los abiertos de corazón, porque aún Mis Llagas están abiertas y se muestran a ustedes en este día: Mis Llagas de Luz y de Misericordia.

Beban de la Fuente correcta que Yo les ofrezco y no beban de lo que ustedes más gustan, sino de lo que Dios ha preparado para ustedes.

Hoy estoy en el silencio de Mi Espíritu, hablándole a sus mundos internos, porque es en donde las verdaderas cosas se construyen.

Por eso, hoy estoy aquí, en el silencio de Mi Sepulcro, preparándome para resucitar, en el día de mañana, en aquellos que supieron ofrecerme lo mejor desde su interior.

Ya no tiraré de las cuerdas de los ingratos para que se salven. Si caen de Mi barca deberán aprender a nadar porque todo les fue dado, y eso es irrefutable. Mis tesoros no pueden caer en manos impuras, ni injustas.

Yo vengo a entregarles algo, compañeros, que servirá para la próxima vida. Pero algunos de ustedes aún no Me entienden, no viven Mi deseo y menos Mi Voluntad.

Creen seguir Mis pasos, pero no lo hacen. Ya no se engañen, abran sus ojos a la Luz que Yo les traigo, la Luz de la Verdad y de la transformación.

Si Yo Me ofrecí por ustedes, quisiera que ustedes se ofrecieran por Mí, verdaderamente y sin mentiras. Porque podrán mentir a sus semejantes, pero a Mi Padre no, y menos a Mi Corazón que se dona a ustedes por completo.

Quisiera en verdad, compañeros, que abandonaran sus abismos mezquinos, en donde solo pierden el tiempo por sus propias ideas. Yo no vengo a activar el poder de su pensamiento ni de su decisión. Yo vengo a despertar Cristos del Nuevo Tiempo en corazones que acepten Mis designios, así como Yo los escribo en sus espíritus.

Ya no podré esperar, compañeros, para que puedan cambiar. No serán sus hermanos que los quitarán del camino, sino sus propias decisiones y sus propios caminos que, a veces, no son los Míos.

Hoy vengo nuevamente a mostrarles la Llaga de Mi Costado, el último y gran sacrificio que Yo viví por ustedes, aun cuando estaba muerto en la Cruz. Si Yo Me dejé martirizar y flagelar por los injustos, ¿será compañeros, que habrán aprendido la lección de Mi Amor por todo el mundo?

No quisiera, compañeros, que después de esta Sagrada Semana vivieran en los mismos caminos de sus voluntades. Todo lo que Yo les he entregado en estos últimos días ha sido una preparación para este momento, más aun para aquellos que se consagraron a Mí e hicieron votos ante Mi Corazón, que a veces no los cumplen.

Pero hoy no vengo a darles Mi Justicia, porque no la soportarían. El mundo siempre busca su propia derrota y el hombre de superficie así lo hace.

Ustedes son igual que los Apóstoles del pasado, los que tuvieron que enfrentar su propio destierro, su propia ignorancia y falta de fe. Pero Dios mora en todos los corazones que lo siguen, pero no en los corazones que son soberbios y creen vivir en Dios. Dios no se restringe a almas injustas. ¿Cómo el Corazón de Dios puede estar en un corazón cerrado, cuando está ciego y no quiere ver lo que el Universo le muestra?

Para ser Mi discípulo no deben existir preferencias ni dudas, sino confianza, obediencia y amor. Si no viven en el amor compañeros, no podrán soportar la purificación, y en eso nadie tendrá la culpa, porque la Ley como es arriba es abajo, y Ella responde, así como ustedes responden, a la vida material.

Quisiera que sus corazones reflexionaran con el Mío, sin olvidarse de lo que Yo les digo, con tanto Amor.

No quiero que observen sus miserias con desprecio, sino que las destierren con amor y voluntad, al menos por Mí. No puedo construir Mi Obra en columnas frágiles y tibias. Les he dado todos los materiales para que su columna sea fuerte y victoriosa.

Les he dado a los Padres Creadores para que los conocieran por Su Faz oculta y profunda.

Les he dado a Mi Madre para que los consolara y los guiara en el camino de la fe y de la obediencia. Cada uno sabrá, compañeros, que es lo que no está haciendo bien aún.

Yo no vengo a desenmascararlos ni hacerlos sentir pecadores.

Yo vengo a mostrarles lo que en verdad es y la urgencia de que sus corazones sean cristalinos y menos falsos. Pero aún, Mi Corazón derrama Sus prodigios sobre los injustos, porque Mi aspiración es muy grande por cada uno de ellos, algo que nunca comprenderían en esta vida.

Yo les traje con amor durante todo este tiempo, el Reino de los Cielos para que sus vidas se levantaran del suelo, así como han caído tantas veces. Pero ya no es hora de juzgar. Les dije una vez que se quitaran la paja del ojo y no del de sus hermanos.

Nadie es perfecto en este tiempo ni en esta vieja humanidad, sino en la próxima que vivirán la resplandescencia de Mi Espíritu para aquellos que hayan dado el "sí" total a Mi llamado y no a su voluntad.

Así, como hoy Yo les enseño, compañeros, les he enseñado a Mis apóstoles la verdadera transparencia de las cosas y de los caminos. No quisiera que salieran de aquí pensando que está todo bien. Verdaderamente, compañeros, es hora de enfrentar lo que se debe enfrentar y no de ser tibios ante esos acontecimientos.

Quisiera hoy, de esta forma, que vivieran esta comunión Conmigo, porque así como los amo también los instruyo para que no se engañen nunca más. Si no aceptan lo que Yo les digo, porque sé que no lo aceptan, no podrán amar Mi Corazón. Pero Mi infinita Misericordia permite revelar estas cosas para que sus corazones maduren en consciencia y en amor.

A los doce Yo les pedí todo, y a ustedes compañeros, y todos los que Me escuchan, también les pido todo ¿Cómo pensarán que se reunirán los 144.000 si aún no aceptan Mi convocatoria? Yo los escogí para este momento y no pueden negarlo.

Pero sus pies son tan libres de caminar, así como sus corazones de sentir, meditar  y reflexionar. No quisiera que hoy se afligieran, sino que sintieran todo con más neutralidad para poder crecer, verdaderamente, sin emociones.

Yo vengo a pedir algo muy exigente de cada uno, sobre todo de los que se han consagrado y que por la Misericordia de Mi Madre hoy están aquí de nuevo, para no olvidar Mi Camino y para no olvidar en el camino que Yo los coloqué en unidad con sus semejantes.

Como una muestra de Mi Amor los volveré a bendecir en el Nombre de la Santísima Trinidad, para que sus consciencias se abran a lo nuevo y al camino que Yo los invito a recorrer todos los días.

Cuántas ofrendas han dejado aquí en Mi Altar para agradarme. Que eso siempre enriquezca sus espíritus en unión a Mi Corazón.

Yo purifico todas las cosas cuando los corazones se abren para recibirme. Yo consagro lo imposible y transformo lo imperfecto. Yo enciendo en los corazones la luz que siempre estuvo a oscuras.

En el nombre del Cielo y de la Tierra, pido a Dios por su salvación y la salvación de la humanidad. Que a través de este ejemplo vivo del Cuerpo y la Sangre de Mi Corazón, las almas encuentren la Paz.

Hoy daré Mi Santo Cuerpo a los que se esfuerzan Conmigo.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Los hermanos de la TV pudieran venir aquí. Abel y Anita también.

No pierdan la conexión Conmigo, estoy presente.

(Oración del Ángel de la Paz)

(Padre Nuestro en Arameo)

Y por el poder del Amor y de la Verdad, compañeros, Yo los bendigo a ustedes y al mundo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y ahora pueden ir en Paz siguiendo Mis caminos.

Canción: "Em Teu Olhar"

Viernes, 25 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Veneren y adoren al Señor Crucificado.

 

Por los martirios soportados,
por los dolores transmutados,
por la victoriosa Misericordia alcanzada,
Cristo Redentor, libéranos de las amarras.
Amén.

(x 3 veces)

 

Hoy vine aquí, mostrando Mi Costado para el mundo, desde donde brotó lo más insondable para todos y desde donde sigue brotando para toda la humanidad, hasta los últimos días de la Tierra.

Vean al Señor en recogimiento, preparando su momento para poder resucitar en más corazones que están muertos y que no me viven.

Vean al Señor junto a Sus Coros, penetrando los abismos de la Tierra a través del recuerdo de Su Crucifixión, para la salvación de la humanidad y la liberación de todos sus pecados.

Vean, a los pies del Sepulcro, a los Ángeles Custodios en adoración, para que pronto retorne el Hijo de Dios hacia la humanidad.

Los invito a todos a venerar Mi Cruz como una victoria, como la realización  de la Obra del Altísimo en aquellos que saben distinguir los prodigios del Mesías, de su Señor.

A Mi derecha, el Arcángel Metatrón, disipando hoy los abismos del mundo y a las tinieblas que abrazan a los corazones dormidos.

Su Fuego violeta todo renueva.

Su Luz ilumina lo que está oscuro, en unión al Hijo Predilecto, su Señor Jesucristo.

Dejen, compañeros, que esa llama se vierta en sus consciencias y almas.

Llamo a los que se han consagrado a Metatrón para esta tarea planetaria de liberación.

Vean los Aspectos de Dios manifestados en Resplandecencia y Luz sobre el mundo.

En esta hora de crueldad humana y de profunda indiferencia, retiren de sus corazones cualquier desunión con ustedes mismos, o con sus semejantes.

Dejen que este Fuego de Metatrón descienda en sus espíritus para que los purifique y los eleve a Mi Reino.

Vean la lanza ardiente de Metatrón en Su sagrada mano, que decreta los poderes del Cielo y los unifica con todas las almas.

Vean ese Fuego Solar y violeta que desciende sobre el mundo, en esta hora de conflicto y de falta de Paz.

Vean los prodigios que el Santo Padre Metatrón realizó a través de Mi Cruz contra los demonios del mundo y las bestias infernales que sucumben a los corazones perdidos.

Él es el transformador de la materia corrupta.

Él es el fuego que sublima las fricciones entre los corazones.

Él es el Unificador del pensamiento entre  las consciencias y el Patriarca de los elegidos.

Él es el portador del mensaje universal de la Llama Trina, el fuego incandescente del fuego liberador de todas las formas.

Hoy vean a Mi Cruz como una gran victoria y no como un fracaso, como muchos lo creen en la inmensidad de su ignorancia.

Vean al Hijo de Dios en el Sepulcro siendo exaltado, restaurado y transfigurado por los ángeles de la Luz y las legiones de los Padres Creadores que vivieron este Misterio junto Conmigo durante Mi Muerte y aun, cuando descendí a los infiernos para desterrar a los ambiciosos, a los perseguidores e infieles a la Ley.

¡A cuántos Yo retiré del abismo durante Mis días de sepultura!

Mientras Mi Padre Me tenía en brazos y mientras las mujeres santas oraban  en adoración a las afueras del Sepulcro, no dejé de trabajar por el mundo ni un solo minuto, esperando Mi Resurrección en el silencio.

Repitamos:

Arcángel Metatrón,
Patriarca y Portavoz del Fuego Divino,
trasciende la materia en liberación.
Amén.
(x 3 veces)


Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús dice ahora  que tenemos que hacerlo con un poco más de fe interior.
 

Arcángel Metatrón... (x 6 veces)

Y así, compañeros, podrán liberar los malos espíritus que corroen a las almas y a los corazones dormidos que aún no aceptan a Dios en el verdadero testimonio de la resurrección de Su Hijo y de Su segundo retorno al mundo, en el momento más crucial de la humanidad.

Cuando sientan falta de fe imploren y decreten, por esa oración, al Arcángel Metatrón, el Padre que transforma a través de Su Fuego Divino y que eleva a las almas por medio de la liberación.

Así podrán ver, queridos compañeros, cómo la Obra de los Padres Creadores es única y Omnisciente, cómo todas esas sublimes Consciencias intercedieron durante Mi Pasión por la salvación de los pecadores y de todos los mortales.

¿Cuál fue el gran misterio que reveló el Sepulcro durante los tres días en un profundo silencio? Fue la liberación que el Amado Hijo de Dios, Jesucristo, junto a Metatrón y Miguel realizaron de todos los infiernos de la Tierra por un ciclo de dos mil años.

Y aunque el mal aún esté presente en los corazones y en la superficie del planeta, deben creer, compañeros, que su cautiverio terminará y que su libertad estará  cerca, para el próximo mundo.

No esperen ver resultados con prontitud, pero sí, sacrifiquen sus vidas para que la Nueva Tierra pueda nacer en la victoria y el triunfo de Mi Sagrado Corazón.

¡Cuántos ángeles del Cielo hoy visitan sus moradas y las moradas de sus hermanos que hoy no están aquí, pero sí presentes en Mi Corazón Sacratísimo!

Tomen su cruz con coraje y valentía, y trabajen todos los días por su redención, así como Yo se los he enseñado amorosamente por medio de la paz, la compasión y la misericordia.

No sean más indiferentes con sus semejantes.

Quiebren y rasguen sus estructuras para que el verdadero espíritu del Cristo interior pueda nacer cuando Yo ya no esté más aquí, entre ustedes, dirigiendo Mis Palabras para el mundo.

Sean consecuentes con el Universo, y vivan su cruz como una perfecta alegría de poder servir a Dios hasta el fin de sus días.

Al menos, compañeros, háganlo por Mí y no me fallen.

Esta Obra, que hoy reúno en ustedes y entre ustedes, fue escogida por Mí con mucho amor después de Mi Pasión, de Mi Resurrección, de Mi Aparición a través de los tiempos y de la revelación de Mis íconos Sagrados de la Faz de Mi Misericordia y de Mi Gloria hasta los tiempos de hoy.

En este presente, la Obra continúa en unión a su Santísima Madre María.

Si ustedes compañeros, no apoyan este Plan, ¿quién lo cumplirá?

Nosotros venimos del Cielo con Metatrón para traerles la Gracia y la Piedad.

Ustedes, remanguen sus vestimentas y trabajen en los caminos que Yo construyo para que la Obra se cumpla, así como está previsto en el Corazón de Dios.

Si la Obra no se cumple en cada parte del mundo que nosotros amorosamente visitamos, ¿cómo se salvará la otra parte de la humanidad y despertará?

Podría enviar millones de ángeles para el despertar de los corazones sin su ayuda, pero, ¿cómo, compañeros, serán Cristos en colaboración al Plan de Mi Padre? 

No se olviden de todo lo que están recibiendo.

Deberán dar testimonio y juicio en el último día de la Tierra, y así sabrán que Yo he dicho la verdad y que aún separaré la paja del trigo.

Manténganse firmes, en oración y vigilia Conmigo, porque al fin verán su gloria en el Paraíso.

Incienso...

Padre Nuestro en arameo.

Y ahora purifiqué sus faltas para que, renovados por Mi Espíritu, carguen con la cruz de la redención y de la paz, que traerá la oportunidad para muchos corazones de la Tierra en la constitución que Yo hago y en la efusión que Yo construyo a través de esta Orden, con Mi Espíritu Sagrado.

En Presencia Amadísima del Arcángel Metatrón, entonemos Su nombre sagrado, para que Sus legiones auxilien y acudan a los corazones más necesitados, en esta hora de la Pasión del Señor en lo alto del calvario espiritual de todo el planeta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de nuestro Señor Jesucristo nos ponemos de pie.

Quien tenga  cruz, de los peregrinos presentes, el Señor pide que coloque esa cruz sobre el pecho para que Él la pueda bendecir también, en la Presencia de Metatrón, mientras cantamos e invocamos Su nombre.

Vamos a cantar Kodoish melódico y cuando el Señor diga, Nuestro Señor, comenzaremos a cantar.

Kodoish...

Metatrón...

Kodoish...

Que este recuerdo nunca se borre de sus vidas, y deben saber que cuentan con una intercesión divina que viene en auxilio de la humanidad en esta época, al igual que los demás Padres Creadores.

Que la confirmación de su cruz sea la entrega absoluta al Creador para esta sagrada tarea.

En nombre de los Cielos, den la paz para el mundo, Yo los bendigo a ustedes, a sus hermanos, familiares, necesitados y a todos los objetos sagrados que representan la presencia de la fe en los corazones.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Jerarquía Divina de Ángeles y Arcángeles... (x 3 veces)

 

Este es el aceite de la simplicidad para los que viven la consagración monástica a Mi Corazón.

Hoy a todos señalaré con una cruz para que el Padre, en Su Misericordia, a pesar de lo que suceda en el fin de los tiempos, los recuerde y los ayude.

 

Canción: "Cristo del Calvario".

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Canción: "Escúchame, Redentor"

Jueves, 24 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, las santas madres consagradas vengan aquí y póstrense ante Mi Altar.

Como a las santas mujeres de Jerusalén, Yo les entregaré Mi Legado para este tiempo definitivo.

Póstrense y vivan junto a Mi Madre Santísima, que hoy ha venido Conmigo, la Comunión Eterna, para concelebrar esta ceremonia con ustedes.

Arrodíllense los que puedan en el suelo, como los ángeles, por lo menos por un tiempo; así entrarán en el Universo de Mi Corazón para participar de esta Eucaristía que nuevamente vengo a renovar en este Jueves Santo.

Quisiera que las santas madres tuvieran una vela encendida para adorarme, así como las tuvieron ayer en unión a Mi Corazón de Luz.

Hoy el Cenáculo se establece en este lugar, el Cenáculo Espiritual que concibió y permitió la manifestación de la Santa Comunión, a través de Mi Cuerpo y de Mi Sangre en el pan y en el vino.

Dichosos de aquellos que saben celebrar esto, que se arrepientan y se humillen ante el Maestro de los maestros, porque podrán ser consciencias nuevas, almas en rehabilitación y paz, espíritus congregados por Mí de diferentes puntos del Universo que llevarán Mi estandarte de Paz, así como lleva Mi Corazón Glorificado para los cuatro puntos de la Tierra.

Alégrense y vivan Mi Comunión eterna, la renovación de sus votos en el Plan del Creador delante de un tiempo de crisis.

Antes de encender las velas quisiera bendecirlas para que ellas estuvieran purificadas, pues Mi Espíritu vive en la pureza, así como Yo los introduzco a todos en Mi Espíritu de Paz, para que trabajen su sublimación.

Estoy preparando una ceremonia para ustedes. Estén atentos a lo que hago, porque es único para este tiempo y para todos los corazones de la Tierra.

Renovaremos esta mesa sagrada con ofertas que me han hecho, desde sus corazones para el Mío.

Estén en adoración como está Mi Madre, postrada a Mis Pies, orando por el mundo en Su magnífica Santidad.

Agua bendita, por favor…

Sigan las instrucciones que Yo les estoy dando para que la Ceremonia sea perfecta, en el Cielo como en la Tierra, en sus almas como en sus cuerpos, en esta institución que Yo hago de los Códigos de Mi Luz en cada uno de los elementos.

Si las madres pueden venir aquí, por favor...

Con esta vela que Yo les entrego rezarán por trece días después de las Pascuas, para que Mi Corazón pueda ser más glorificado en el mundo, especialmente por las almas que deban despertar y que se pierden.

Así lo harán junto a Mi Madre, cada vez que enciendan esta vela, en conmemoración a Mi Corazón Misericordioso. Especialmente lo harán por aquellos, sus hijos espirituales, que deben ser cuidados por su maternidad, así como Mi Madre cuida a todos Sus hijos hasta el fin de los tiempos.

Queridas madres, den ese testimonio de perseverancia y de amor, para que sus hijos caminen así como ustedes caminan.

Ahora colóquense en semicírculo de un extremo al otro de la mesa.

Cada una, en su interior, emitirá una oferta a Mi Corazón, por la humanidad, la cual Yo acogeré con plenitud, para que sea transformada por Mi Misericordia y por Mi Paz.

Las escucho en el silencio.

Coloquen su mano izquierda sobre el corazón, madres y, emitan esa petición a su Esposo Celestial.

Ante la Divinidad de María, fúndanse con Mi Corazón y restablezcan Mi Legado en el mundo para todas las criaturas que encuentren en sus caminos y que necesiten de mucha ayuda para soportar la transición.

Así como Yo reuní a los doce en el Cenáculo, así reuní a las mujeres de Jerusalén, en la Comunión Espiritual con Mi Cuerpo y Mi Divina Sangre.

Reunidas con María todas comulgaron y se prepararon para enfrentar la Pasión del Señor y así Me ayudaron a soportar las crueldades del mundo, las injusticias del hombre y la omisión de los corazones, fases que podrían vivir en estos tiempos, madres. Pero en la plenitud del Inmaculado Corazón de María, su Gobernanta y Comandante, todo superará por el potentísimo Fuego del Amor y de la Paz, en Perdón y Misericordia.

Ahora, detrás de las madres, estarán los sacerdotes para que concelebren Conmigo esta renovación Eucarística.

Hagan todo en armonía, porque Yo estoy donando un tiempo especial para ustedes y para el mundo, y con suma importancia para este lugar.

Cuando ya estén los sacerdotes, podré proseguir con esta celebración y este Cenáculo.

Traigan a Mí el incienso y el agua bendita de nuevo, para que pueda purificar esta mesa.

Ahora compañeros, a los pies de este escenario, se colocaran los residentes consagrados de las Comunidades Luz y acompañarán Conmigo esta Consagración, así como Yo los consagro a Mi Padre Eterno.

Estamos preparando la mesa para este Sagrado Sacramento.

Vamos a cantar juntos Kyrie Eleison.

Kyrie Eleison...
 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Podemos ponernos de rodillas, las madres y los consagrados también.

 

Vamos a prepararnos, compañeros, para la divinización de estos elementos.

Agua, Sangre, Vida y Redención que brotaron del bendito Corazón herido de Jesús, 

ten piedad, misericordia y compasión por todos nosotros, Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús dice que escuchemos "Así habló el Maestro".

Las madres podrán venir a lavarse las manos.

Jesús dice que hay que traer otra jarra de agua.

 

Con esta agua Yo purifico sus sentimientos y sublimo sus ideas. Con ella bautizo a los humildes y elevo a los simples, uno a los puros con Dios, santifico a los que se consagran, elevo a los pequeños hacia el Reino de Dios; perdono y curo a los que siempre Me han buscado, encuentro en los servidores, la Paz, trasciendo a todos hacia Mi Reino, vivo el sacrificio de los que recién comienzan, Me presento en los corazones abiertos, Me vivifico en los que sufren. Me elevo en los que oran Conmigo, curo en los que Me buscan, Me sirvo en los que se dan, los libero en el poder del silencio.

En aquel tiempo, compañeros, las santas mujeres comulgaron Conmigo. De la misma forma que Yo lo hice con los doce, con Mi Santa Madre lo hicieron para instituir el poder de la maternidad, a través de los tiempos, la infinita obra del amor y de la caridad para todos los corazones caídos y perdidos.

Por eso María, en Su santa bondad, en vez de tomar un Cáliz con vino, tomó entre Sus manos un Cáliz con agua, lo elevó en el nombre del Poder de Su Hijo, para instituir la liberación del mal del planeta y la redención de las almas, a través de Su infinita caridad.

Y en aquel tiempo, en el Cenáculo silencioso de María, elevó el Cáliz en el Nombre de la Pasión de su Hijo, agradeció a Dios por ese sacrificio que viviría el Primogénito de Dios y siendo el Cáliz santificado por los ángeles de todo el Universo y en su santa visión y locución interior dijo:

Hijas Mías, tomen y beban de este poderoso Sacrificio que derramará Mi Hijo por ustedes y por todos los hombres, para el perdón de los pecados. Hagan esto por vuestra santidad y la santidad de todos los seres de la Tierra hasta el tiempo en que Él retorne al mundo, por segunda vez. Beban de la sangre Preciosa que es derramada por el Cordero de Dios. Purifiquen vuestros cuerpos con la infusión de Su Espíritu Divino, que los acoge en Su Purísimo Corazón. Beban de la Humildad que el propio Padre manifestó a través de Su Corazón, del Corazón de Su Hijo.

No pierdan tiempo, porque así como Él vierte Su Sangre, Él derrama Su Misericordia hasta el fin de los tiempos. Beban, hijas Mías del Código perfecto de la redención y nutran sus esencias con la divina Pasión de Mi Hijo.

De la misma forma Yo lo hice con los doce, cuando elevé el Cáliz de la Redención y de la Paz por todos los ultrajes del mundo y les dije a Mis compañeros como les digo hoy a ustedes:

“Tomen y beban todos de él porque esta es Mi Sangre que los elevará al Cielo y los purificará en espíritu”. Beban y no teman porque Mi Luz se hará visible en sus corazones.

Confíen en lo que Yo he derramado por el mundo entero. Confíen y amen así como Yo amé cuando derramé cada gota de Sangre por las almas de aquel tiempo y de los tiempos de hoy.

Arrepiéntanse de todo corazón y no perderán el camino que Yo he venido a encomendar para sus vidas, ante los ángeles del Cielo, que hoy se congregan para hacer resplandecer la Tierra por los siglos de los siglos.

Así María, entre Sus Santas Mujeres, tomó el pan, lo elevó en el Nombre poderoso de Su Hijo y de todos los Reinos Celestiales, pidiendo al Creador, Adonai, que se convirtiera en el Cuerpo precioso de Su Hijo y en la Comunión Espiritual con todas las almas de la Tierra.

En ese mismo instante su Maestro y Redentor también elevó el pan, instituyendo la Eucaristía en la Presencia de la Santísima Trinidad, lo partió y dijo en la humildad de Su Corazón, como dijo María, coman hijas Mías, este es el Cuerpo del Señor, que en nombre de todos se entrega para establecer el perdón de los pecados. Coman y vivan antes de Mi hora, la Pasión del Cordero de Dios. Coman y renueven sus votos con Dios, el Creador.

Y así compañeros, antes de Mi Muerte dejé para el mundo Mi mayor testimonio de amor por aquellos que Me entregarían a través de los tiempos, por sus indiferencias, ultrajes y, por los castigos a los inocentes.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Gracias Jesucristo por cuánto nos das.

Después, compañeros, harán comulgar a todos sus hermanos de esta bendición sacratísima que hoy Mi Corazón ha realizado para todos los presentes.

Me elevo en oración y vigilia hasta el momento de Mi Cruz.

Miércoles, 23 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras estoy presente, recapaciten en todo lo que Yo les dije en estos últimos días, y  definan sus vidas en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como manantial inagotable para las almas sedientas del Amor de Dios.

En este día los preparo para mañana, en Mi última Cena, donde reviviremos el gran misterio de Mi Divinidad y de Mi Agonía, antes de la Pasión.

Mi Corazón se ofreció completamente por cada uno de ustedes, y Él, nada perdió.

Estoy ante ustedes como ante el pueblo de Dios, que se reúne como un solo rebaño para recibirme en esta Semana Santa.

Ya ungí sus pies, bendije sus cuerpos, purifiqué una parte de sus vidas y los acerqué aún más al Corazón de Mi Padre, para que siendo renovados por Mi Espíritu, puedan sobrevivir en esta transición que se aproxima, la cual deben amar aunque no la comprendan ni la conozcan, porque el mundo tiene que purificarse, compañeros, para así poder encarnar una nueva humanidad, y escribir una nueva historia en los libros sagrados del Cielo, a través de este cenáculo que hoy viviremos y de esta bendición que propagaremos para la bienaventuranza de todos.

Eleven nuevamente sus intenciones para que Mi Padre las pueda escuchar, y así, contemplar en Su Misericordia infinita todas las necesidades de Sus hijos en el mundo entero.

Ustedes saben, compañeros, que hay almas que sufren más que ustedes en esta hora planetaria; por eso la obra en la que están todos ustedes debe tener una continuidad, y no vacilar.

Mi Santa Madre les entregó las bases para realizar esas obras, basada en la integración de la fraternidad y en la unidad de los seres de la Tierra que se congregan en Mi Nombre para servirme, y así, servir a Mi Padre que está en los Cielos.

No quieran nada para sí, sino todo para los demás, así encontrarán su libertad en la donación simple de las cosas, y en la expansión absoluta del amor de sus corazones.

¡Ay, amigos Míos! Cómo me gustaría que Me escucharan muchos más, así como Me escuchan ustedes con el corazón abierto, y con la preparación que Yo les imparto para vivir el fin de los tiempos.

No dejen su trabajo espiritual para atrás, nunca lo permitan. Caminen en confianza hacia Mi Corazón y así podrán vivir todos los días la renovación espiritual de sus seres internos.

Ahora Yo les mostraré un ejemplo[1]:

Este es el mayor secreto de Mi Amor por el mundo.

Esta es la revelación perfecta del Amor de Dios para con todas sus criaturas.

Quien la contempla se salva.

Quien la interioriza, encuentra la liberación de su espíritu de todas sus formas.

Quien ama al Santísimo revive Mi Pasión y la abraza como su trabajo interno.

Esto fue, compañeros lo que Yo entregué para los doce y para toda la humanidad.

En el plano material, Yo les muestro Mi Presencia.

Dichosos de aquellos que creen en eso y lo viven permanentemente.

Este es el portal por donde ustedes pueden pasar todos  los días y dejar para atrás sus costumbres y hábitos mundanos para elevar sus espíritus, lo que los liberará.

Quien cruza a través de esta Santa Custodia hacia el Reino de Dios, se fortalecerá y nunca se sentirá perdido.

Esta es Mi Expresión de Amor por el mundo y se los repito, para que lo  puedan sentir como verdadero y puro.

Aquí esta Dios presente con toda Su Conciencia, pequeño y semejante a ustedes, vivo y resplandeciente, como los corazones humildes.

Este es el símbolo de Mi Patriarcado, este es el emblema para  Mis legiones, para los adoradores de Cristo y de Su Santa y Viva Faz.

Este es el alimento para los hambrientos.

Es la luz para los que están en la oscuridad.

Es la solución para las dudas, la claridad para las incertidumbres, la fortaleza para los que están ciegos y no Me pueden ver.

¿Quién querrá adorarme así como los ángeles Me adoran,  todo el tiempo?

No Soy algo desconocido para ustedes, por eso encarné en el mundo y les di el mayor testimonio de Dios para toda la humanidad.

El día miércoles, después de haber vivido Mi mayor agonía por amor y de haber soportado todos los pecados que hasta los días de hoy las almas cometerían por ignorancia y perdición, antes de la última cena, Me retiré en el silencio del corazón.

Yo vengo a revelarles, compañeros, esa luz que Yo Soy, para todo el Universo, ese símbolo salvador para las almas que buscan la salida y que no encuentran en su camino ninguna verdad.

Vean al Hijo de Dios resplandeciente en este Misterio, previo a Su Pasión del viernes.

Cuánto amor se reflejó para cada uno de ustedes en aquel tiempo, y aún está vivo a través de los corazones y de todas las generaciones que viven a Cristo en su interior.

Este es el compromiso de todos los adoradores que quieran asumir en sus vidas el equilibrio del planeta y de la humanidad, en este tiempo de caos: Adorar al Santísimo Cuerpo de su Maestro hasta los últimos días de la batalla.

¡Cuánto amor hay para derramar a través de este Santísimo y de este símbolo de paz!

¡Cuántos corazones podrían ser aliviados, si solo Me miraran con simplicidad y devoción!

No vengo a instaurar almas fanáticas, sino espíritus en permanente contemplación y elevación hacia lo alto; espejos de Dios vivos sobre la superficie de la Tierra que retransmitan a través de sus almas los impulsos Divinos de este santo símbolo: ser espejos de la paz, ser luz entre la oscuridad y las tinieblas, ser amantes de Mi Amor Misericordioso y Pacífico.

Asuman en sus vidas este legado, porque hay almas que han venido a este mundo para realizar esta, Mi Voluntad, de adorarme todo el tiempo.

En la mesa de la última cena instituí este Principio de Dios en el mundo y para todas las criaturas.

Mi Corazón se entregó por ustedes, y se ofreció como una gran eucaristía viva de carne, sangre y agua, para que las almas pudieran salvarse bajo la intercesión  de su Señor.

Y hoy impongo aquí, compañeros, la bendición de la Santísima Trinidad sobre este arquetipo, este símbolo de paz para el mundo.

Quien camine detrás de él será una chispa para el mundo, resplandeciendo en los abismos.

Quien viva por Cristo encontrará la paz y nunca perecerá, cuando su confianza sea más grande que sus miedos y que todas sus pruebas.

Ahora hijo, muestra al mundo lo que Yo Soy.

Dejen depositado en este símbolo sus aspiraciones; en verdad nunca los abandonaré, porque quien está en Mi nada teme y tendrá vida eterna.

Los bendigo, hijos, con Mi Luz y con Mi Paz.

Coloquen sus rostros sobre Mi Corazón resplandeciente y sientan el amor que los conforta en esta hora de entrega y de renuncia por el mundo.

Ustedes se consagraron a Mí, y Yo Me complazco por eso.

Ustedes dijeron que sí y Yo los acepto, en imperfección e inmadurez, porque no veo sus miserias, compañeros; solo veo todo lo que el mundo puede dar cuando caminan en la trascendencia y se confirma en la fe de servir a Dios hasta el final.

En el nombre del padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Y aun cuando estoy presente, espero que sepan contemplarme en la continuidad de su amor y de su devoción por Mí, porque lo único que deseo, compañeros, es la redención de sus vidas y la pacificación de sus corazones, en ustedes y en sus semejantes.

Elevemos al  Padre del Cielo este ofertorio de hoy, que acoge Mi Corazón Misericordioso, y sientan la paz, solo la paz de vivir en Dios.

Quien está en Dios, nada teme
Quien está en Dios, no retrocede,
Quien está en Dios vive del amor de Dios,
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios. Amén. ( x3)

 

Incienso.

En la oferta del incienso, compañeros se encuentra la purificación del espíritu y del alma, y de cada parte de los cuerpos que se alinean con la luz para elevarse.

Agua,

El agua es el símbolo de la purificación de toda la materia, es la castidad de Dios manifestada a través de este elemento sagrado, es el bautismo para todos los que deben renovarse.

Aceite.

En el aceite se encuentra el remedio para los enfermos de espíritu, la renovación por obra de la Gracia, y los objetos sagrados que dibujan la elevación de las almas por medio de la contemplación y de la adoración, son la conexión perfecta para los seres.

Instituyo el código de Mi Divina Sangre.

A través de MI Cuerpo instituyo la esencia de Mi Alma glorificada.

Segundo día de intenciones bendecidas por Mi espíritu.

Se recita el Padre nuestro en arameo y se leen y responden algunas intenciones.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

A pedido de Cristo y por todas estas intenciones escucharemos “Páter Noster”

[1] Fray Elías pide que traigan el Santísimo.

Martes, 22 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mis primeros recuerdos sobre los dolores del mundo se aproximan a través de la Pasión. La hora se está acercando. Los discípulos deben tener consciencia de esto.

El Señor está sobre Su trono y todos alrededor lo ven para glorificarlo y honrarlo. Después de eso, entré por la humanidad.

Hoy, los hago postrar ante el Altísimo y Soberano Dios. Hoy los hago postrar para que la paz se establezca en el mundo y no la guerra entre los corazones.

Hoy, los hago postrar para que puedan sentir esto como algo verdadero que nace de Mi Corazón y que se vivifica en las almas. Sientan de Mi Corazón toda la alegría por este momento, toda renovación por este encuentro y por cada paso que es dado en el sacrificio, en el nombre del Hijo de Dios y de la realización de Su Obra a través de los tiempos y de este último ciclo.

Hoy, los hago postrar como a los ángeles cuando están frente a Dios, ante Su Majestad y Omnipotencia, ante Su Poder y Omnisciencia, ante Su Omnipresencia y Divinidad. Así se postraron los tres apóstoles cuando Me vieron transfigurado en el monte Tabor, para que de esa forma aceptaran la concreción del Proyecto hasta el fin de los tiempos, hasta que Yo retorne.

Ahora elévense y vean aún a sus Ángeles de la Guarda postrados ante el Padre Celestial, en intercesión por cada uno de ustedes y por el mundo. Porque las legiones de la Luz trabajan, como una sola, para derrotar a Mi adversario y a sus reinos opositores que hacen temblar la Tierra y a toda la humanidad por las acciones de los injustos y de los indiferentes a Dios.

Cada vez que se postren trabajen vuestra resignación y humildad y destierren el falso poder humano, la mentira y la negación entre los míos. Porque quien está Conmigo, está de verdad. Y si está en Mi Verdad, está en la transparencia de las cosas. Aunque a veces no lo puedan vivir, Yo les doy la fuerza interior para realizarlo y para que cumpla Mis designios.

Hoy, muchas almas del mundo lloran por no poder recordarme, por haber dejado atrás el compromiso y haberse sumergido en los abismos de la Tierra. Pero Yo estoy aquí para alentarlos, para que continúen en Mi Camino de perseverancia y de fe. Por eso hoy no estoy en lo alto de los Cielos.

Mis Pies tocan este Altar, por eso los he hecho postrar ante Mí para que estén postrados ante Mi Padre Celestial.

Si el Rey toca con Sus pies este suelo es señal que las cosas pueden cambiar antes de que todo suceda, por la consecuencia de sus discípulos y de sus obreros del Plan.

Dejen que sus corazones sean inundados por Mi Amor Misericordioso para que ese Amor se multiplique infinitamente y cure todas las heridas.

Yo Soy el motivo perfecto para sus dudas y espero que no lo olviden cuando todo comience a suceder en la humanidad.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Fray Juan de la Cruz, Fray Cristóbal, Fray Joaquín, Fray Sebastian y Fray Thiago: a pedido de nuestro Señor que se presenten aquí en el palco.

Mientras llamo a las ovejas, Yo llamo al interno de vuestros corazones para que puedan unirse a Mí, en este Obra máxima que Yo vengo a realizar por todos y en cada uno de ustedes, a través de sus grados de amor y de entrega a Mi Corazón Glorificado.

Hoy, les pido que mantengan sus ojos cerrados para que escuchen Mi Mensaje y no se distraigan porque la hora se aproxima y nadie sabe cómo será. Solo Dios lo sabe en su infinito Amor. Pero Él, por su gran bondad y divinidad, se los revela a través de Su Amado Hijo.

No importa si Él no está, porque si Yo lo llamo Él está aquí.

Yo vengo a hablar a sus almas y no a sus modos de vida.

Necesito que en Mi transparencia vean la Luz que los viene a iluminar, a iluminar por Mi Gracia.

Hoy, vengo a hablar de esta forma no por ustedes, sino por el mundo que no escucha. Necesito que sientan la humildad del Poder de Dios, que es el Poder que ha creado todas las cosas en este Universo y en otros. Y después de tantas revelaciones y señales gran parte de la humanidad continúa igual, dando las espaldas al Proyecto de Dios. Pero como fue en el pasado, compañeros, las grandes Obras se realizan con muy pocos.

Postúlense a Mis Ejércitos de Luz y de Redención, a la Victoria y al Triunfo de Mi Misericordia en el mundo por los tiempos que vendrán.

Yo vengo aquí a constituir sacerdotes, amando Mi Pasión y Mi Sacrificio por el mundo. Vengo a depositar Mis Verdades en los corazones que están en transformación al igual que los vuestros.

Recuerden lo que Yo les he dicho: "Primero saquen la paja de su ojo antes de sacarla de sus hermanos, porque quien no ama de verdad, ¿cómo podrá entrar en el Reino de los Cielos ante la gloria de Su Hijo?"

Necesito que sus vidas sean cristalinas pero no perfectas. La perfección se alcanza con el amor a la transformación y a la renuncia de todo lo que enorgullece al mundo de tiempo en tiempo.

Así, compañeros, vean a la humanidad como se destruye por la falta de ese amor que proviene de Dios.

Sus corazones ya fueron bendecidos por el Mío y eso lo deben creer hasta el fin de sus días. Ese es el mayor testimonio que Yo les puedo entregar para estos tiempos, es la Gracia que puedo depositar en sus corazones que se han equivocado muchas veces sin percibirlo.

Pero hoy no vengo a traerles el poder, sino la Verdad del Padre, porque aún muchas almas se están perdiendo en toda la humanidad y alguien debe hacer algo por ellas. Ustedes me han dado ese "sí", confío en vuestra constancia y respuesta a Mis designios.

No necesito que forjen su transformación, sino que la vivan como el Universo lo prevé.

Todo tiene un tiempo para madurar dentro de ustedes y Yo los puedo acompañar, amigos Míos, cuando Me lo permiten. Todo está pronto para que ustedes puedan vivir una nueva vida en el Corazón de Luz y de Hermandad.

Hoy, no solo bautizaré a los que se han convocado para este sacramento, así como bautizaré a otros en otro día para que todos reciban la Gracia, no solo el que es bautizado, sino también aquel que lo vive por el hermano. De esta forma, Yo les invito a vivir la fraternidad dentro de Mi Obra Crística.

Necesito, compañeros, que en Mi Obra ustedes se entiendan bien y no desarmonicen mis espacios por vuestras decisiones inmaduras. Necesito que actúen como Yo actúo con ustedes cuando están en el pecado, en la soberbia o algunos en la maldad. Mi Misericordia supera todas esas barreras que son obra de Mi adversario, que son planes perversos que han sometido a la humanidad en este último ciclo.

Así como Yo le revelé a Faustina el poder de Mi Amor por ustedes, hoy vengo a revelar a todos los presentes que ese amor es continuo y perseverante por cada corazón humano.

Necesito que confirmen sus vidas a Mi Corazón a través de las buenas obras, de los buenos modos y ejemplos de amor y de unidad.

Si ustedes, compañeros, no consiguieron vivir esos atributos después de tantas instrucciones que Yo les he dado: ¿qué le dirán en el último día de la Tierra a los Señores del Juicio Final?, ¿qué no lo hicieron porque no quisieron?, ¿qué no sintieron que eso era así? 

No vengo a buscar de ustedes cosas perfectas ni realizadas, vengo a despertar en Mis apóstoles lo que Yo desperté en los doce del pasado.

Necesito que sean consecuentes Conmigo en la simplicidad y en el amor, en la verdad y en la unidad. Y repito tanto esto, compañeros, porque ya no lo podré repetir nunca más cuando todo suceda.

Vendré entre las nubes cuando todo ya esté terminando y cuando la humanidad despierte en la próxima mañana para vivir su Juicio ante todo el Universo Celestial.

Sus Ángeles de la Guarda escriben este momento como algo sagrado en Sus Libros de Luz y nada es por acaso, nada se pierde y la energía tampoco.

Por eso vengo a dedicar este tiempo a ustedes, porque cuando los Sagrados Corazones ya no estemos aquí quisiéramos ver quien en verdad entendió el motivo por encima de sí, por encima de todo.

No podré dejar de decirles, compañeros, que al haber aceptado Mi Convocatoria y Mi venida a este lugar en un tiempo caótico y difícil, ustedes, Mis amados, son responsables ante los Señores de la Ley de que esto perdure hasta los últimos días.

Vuestra incomprensión o enojo no Me servirá. No vengo a hablarle a los ingratos ni a los indiferentes. Sus corazones deben transformarse a través de cada una de Mis Palabras todos los días de la vida, para que sus hermanos, a través de sus ejemplos, también se animen a transformarse en el Amor que Yo les ofrezco infinitamente.

Compañeros, aunque algunos piensen que esto es injusto, es lo que Yo les puedo legar y donar con todo Mi Corazón. Y saben que eso es verdad y que no los engaño sino no sería Jesús.

Yo no Soy un espejismo, no Soy una ilusión, Soy la Verdad del Padre que encarnó en este mundo para que todos la pudieran conocer y salvarse a través de los tiempos y de los siglos.

Necesito que guarden memoria de todas estas Palabras para cuando el mundo se mueva, de Oriente a Occidente y de norte a sur. Pero si su servicio fuera constante, compañeros, cuántas almas se podrían salvar con un gesto de caridad, de amor y con una sonrisa de luz que sus rostros reflejen constantemente. Yo los invito a ingresar a Mi Reino despojados de todo, principalmente, de las cosas internas, de todo lo que sufren, de todo lo que creen o de lo que creen saber más allá de todo.

Ayer, Yo les invité a ser niños pequeños y mansos. Hoy, los invito a ser conscientes de sus actitudes y acciones para que los Mandamientos se cumplan correctamente en el Cielo como en la Tierra y no salgan de la Ley por sus propios medios. Porque no será Dios que los castigará, será su acción que los llevará a otros caminos y no me verán. 

No sean sordos y ciegos como millones de almas lo son en este mundo. Este es el mayor padecimiento de Mi Corazón Vivo y Glorificado que se vuelve a derramar sobre el mundo, como un manantial de Gracia.

Yo les entrego Mi Verdad para que la puedan vivir porque es lo que hoy necesitan para crecer en simplicidad y amor.

Yo vengo a marcar en sus corazones la señal de Mi próxima venida al mundo para que, en el momento más agudo de la Tierra, los propios Ángeles de la Guarda las puedan activar y así Me reconozcan dentro de esta humanidad, volviendo en gloria y luz.

Necesito que siembren el verdadero amor y no el falso amor. Sé, compañeros, que no saben lo que eso significa, por eso Yo se los vengo a enseñar a través de Mi Presencia, de Mi Radiación y de Mi Amor vivo que vibra en sus corazones todo el tiempo a través de la Comunión, de los Sacramentos y de la Oración cuando se unen a Mí verdaderamente.

No quisiera que sus pies estén sucios todo el tiempo por haber caminado por otros lugares en donde Yo no estoy presente. Pero sepan que si caen, así como Yo caí tres veces por cada una de las almas de la Tierra en aquel tiempo, Yo vengo a levantarlos del suelo, en la cordialidad de Mi Espíritu y de Mi Misericordia infinita. Así como Yo los levanto, Mi Madre los eleva hacia Su Corazón Inmaculado, repleto de Amor y de Bondad por cada uno de Sus hijos.

Así, todas las madres deberían serlo al igual que Mi Santa Madre Inmaculada. Que la bondad y el amor acojan a los que sufren, a los que no comprenden y a los que no aman. Porque quien trabaja en la paciencia del corazón y en la humildad lo conseguirá, no hay duda en eso.

Ahora que han escuchado esta importante revelación de fraternidad, coloquen sus manos con las palmas hacia arriba, así como Yo se los estoy enseñando. Cuando abren sus manos, compañeros, es señal que quieren recibir algo. Que estén abiertos para escuchar en humildad y sin ningún pensamiento, solo en el vacío del espíritu.

Yo los invito a vaciarse de lo que sienten, para que como instrumentos, se puedan renovar a través de Mi Corazón.

Dejen que esa Luz penetre en sus corazones y almas. Y cuando vivan un momento difícil, recuerden este momento y sustitúyanlo por Mi Presencia Solar. Y así lo podrán hacer, en la mutua ayuda a sus semejantes y hermanos que también necesitan del aliento de un corazón pacificador.

Hoy, bendeciremos las intenciones para que ellas se purifiquen antes de entrar en Mi Corazón y en el Reino de los Cielos.

Pueden sentarse mientras bendeciré estos elementos.

Oración del Ángel de la Paz.

Canción: "Estoy Contigo, Señor".

Padre Nuestro en arameo...

Respuestas de Cristo Jesús a las intenciones que los asistentes realizaron para la Aparición.

Cristo Jesús respondió luego a varias de las intenciones que los asistentes colocaron para la Aparición.

Responderé, compañeros, más intenciones cuando sus corazones se abran aún más al Mío, durante esos días. No dejaré de vigilar por cada una de sus intenciones y por las intenciones de la humanidad.

En unión al Padre Eterno, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Lunes, 21 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como un símbolo de paz coloquen sus cabezas debajo de Mis Manos para que Yo los pueda bendecir.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy estoy aquí como Jesús Misericordioso para que recuerden la importancia de esta misión que el Padre le encomendó para el fin de los tiempos.

Ahora sientan Mi rayo blanco y Mi rayo rojo.

Yo soy la justificación y la sanación para las almas y, de la misma forma, Yo soy la Sangre que todo renueva y purifica.

En este segundo día, el segundo Trono de Dios se ha aproximado a través de Mi Sagrado Corazón y del Arcángel Rafael, que ha venido en Mi compañía para glorificar este momento y por la redención de la humanidad.

Mientras el Arcángel Rafael los contempla en nombre de todos los Padres Creadores, busquen unir vuestros espíritus a la esencia de la Cura cósmica que proviene de los Universos mayores, aquellos que tienen fe y fidelidad a los planos mayores, a los planos superiores de consciencia desde donde todo surge en la Creación.

Recemos para nuestro Padre, que está atento a la voz de todas las súplicas. Repitamos:

Amados Padres Creadores,
Esencias sublimes de Luz,
desciendan la Misericordia de Dios sobre el mundo
para que la raza entera alcance la redención
(7 veces)
Amén

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Escuchamos trece campanadas a pedido de nuestro Señor.
 

Observen y sientan con amor todos los prodigios que Yo les traigo desde el Cielo, porque si en verdad las almas se sumergieran en Mi Misericordia, la maldad del mundo ya no existiría y no sería necesario sufrir.

Yo vine a ustedes a través de Mi encarnación en Tierra Santa. Nací como Luz de Dios para el mundo y derramé esa Luz de Dios para todos sin excepción.

Quiero que aprendan a beber de esa Fuente de Luz, que reúnen todos los Padres Creadores en el Universo y, que glorifican el Santo Nombre de Adonai eternamente.

Abracen esta oportunidad de redención y sientan, compañeros, cómo vuestras amarras se liberan, el pecado es purificado y la paz despierta en los corazones que escuchan Mi Voz.

Hoy vengo con la potestad de todo el Universo para el mundo entero y para las almas presentes y no presentes, visibles e invisibles, que necesitan encontrar la luz para poder abrir su corazón y reconocer la presencia del Rey que se hace visible entre las dimensiones, en cada esencia interior, que acoge con amor cada una de las palabras.

Hoy estoy como Jesús Misericordioso Solar. Traigo la sabiduría para todos, la consecuencia de poder cumplir con el Plan y de manifestar las obras de Mi Padre, así como están escritas en vuestros corazones y almas para esta tarea de fin de tiempo.

Ustedes, compañeros, tienen esta parte que cumplir. Otras almas deben hacer otra parte del Proyecto, que está intentando ser concretado a través del servicio de las almas que se donan a Mi Corazón por medio del despertar de los corazones, a la Sagrada Liberación Divina que los congrega.

Hoy vengo en la expresión infinita de Mi Misericordia y por la Misericordia de todos los Padres Creadores, los arcángeles, que intentan elevar este momento como una bendita ceremonia de purificación y de luz, de redención y de paz para todos los espíritus de la Tierra.

Así como Yo entré en Jerusalén y muchas cosas sucedieron, hoy Mi Padre concede a través del Corazón de Su Hijo Amado, un tiempo de paz en los corazones frustrados, en las almas que hacen las guerras y que desvían el Proyecto de Dios por sus acciones.

Hoy estoy aquí por todos, por cada uno de los hijos de Mi Padre, por los que Me responden y por los que no Me responden, por los que abrazan Mi llamado y por los que niegan Mi llamado, porque así Mi victoria se dará y Mi adversario será derrotado, cuando los corazones acepten Mi convocatoria. Está en ustedes el cambio del destino de todo el planeta, así como también está la responsabilidad en toda la humanidad.

Si doce consciencias que en el pasado estuvieron Conmigo consiguieron cambiar los acontecimientos de todo el planeta, ¿qué podrían hacer miles de ustedes, aferrados a Mi Fe, unidos a Mi Corazón, para que todo mal se extirpe en los corazones ignorantes que no ven la Luz?

Si cada uno cumple con su parte, a pesar de lo que suceda, no habrá por qué temer.

Den con amor todo lo que puedan dar y no se restrinjan, no cierren vuestros corazones ante las ofensas sino acojan vuestras lecciones como un acto de humildad y de pacificación, para que al fin, compañeros, la humanidad cumpla el nuevo patrón, la nueva vida sobre la Tierra en los corazones obedientes a Dios y a Su cambio.

Como fue en una Sagrada Semana anterior, conquistaré a siete intenciones, no para revelar la curiosidad y la propia voluntad sino para guiar a los espíritus hacia el Proyecto que Mi Padre tiene previsto para estos tiempos, a través de todas Sus jerarquías y criaturas, que se reúnen en el nombre de la Luz y de la Verdad.

Por eso prepararán, como una vez se los pedí, una cesta dorada para el día de mañana, escribirán vuestras intenciones. Y si pudieran dar un paso mayor, escriban la intención de vuestros hermanos, de vuestros familiares o conocidos y no las propias, así podrían estar en el escalón de la fraternidad y de la hermandad entre todos los seres, poniendo la atención en el que más necesita de una palabra de salvación.

Hasta el final de los días de este encuentro Yo rezaré por cada una de esas intenciones, porque es lo que se Me ha permitido. Y si confían en Mi Misericordia, esas intenciones se cumplirán y no habrá ningún nudo que se oponga a que todo se pueda concretar en el nombre de la Paz.

El Padre Eterno está presente a través de Mi Espíritu para que el mundo despierte a su gran llamado de redención y de conversión, de comunión con el Hijo Primogénito y con la Santísima Trinidad.

Hoy bendeciré los elementos, pero especialmente a los niños que han venido a Mi encuentro en nombre de todos los niños del mundo, especialmente de aquellos que son enterrados en los desiertos en esta hora aguda del planeta.

¿Será que ustedes, compañeros, por un instante sentirían Misericordia por esas cosas y no por ustedes mismos?

Yo necesito que caminen a Mi lado de otra forma y con otra perspectiva, haciendo madurar la consciencia y el corazón en la verdadera necesidad planetaria que Yo los invito a vivir Conmigo, como Mis apóstoles.

Tráiganme aquí el incienso para santificar la Mesa de Dios.

 Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Cristo escucharemos Pater Noster, uniéndonos al Espíritu del Creador de todas las cosas.

Pater Noster...

A través de los elementos sagrados se encuentra la liberación de los caminos, se disuelven todas las amarras, se abren las puertas internas para que los corazones caminen en confianza hacia Dios y eleven su aspiración hacia lo Alto.

Esta Comunión de hoy, compañeros la ofreceremos por aquellos que deben ser consecuentes con el plan de evolución, y especialmente por los que más necesitan de una intercesión divina.

Mañana quisiera verlos a todos con velas en sus manos, pues Mi Luz debe materializarse frente a ustedes, para que así crean que Yo estoy presente en el nombre del Amor y de la Paz por los siglos de los siglos.

Hoy Mi Corazón glorifica vuestros corazones. Hoy Mi Amor colma a los que más necesitan del Amor de Dios y ese Amor hace reafirmar los votos en aquellos que dicen “sí” a la Voz del Maestro y a Su Sagrada Palabra.

Hoy necesito, compañeros, que sientan la Alegría de Mi Presencia, porque donde está Mi Alegría no está el mal.

En los más pequeños verán el ejemplo de la inocencia que Yo necesito de ustedes, para que pronto en conciencia y en el próximo mundo puedan entrar al Reino de los Cielos.

Mi Corazón se complacía ampliamente en los más pequeños, cuando Yo vivía aquí en el mundo entre ustedes. Mi Corazón se calmaba en los niños ante tanta adversidad; ellos son el regocijo de la nueva humanidad, es el espíritu de la pureza que nunca puede perderse en los hombres y en las mujeres de la Tierra.

Sean como niños y estarán en Mi Corazón, no con infantilidad sino con inocencia, con verdadera pureza y compasión por todos vuestros hermanos, así como ellos aman a todos los que ven en sus caminos.

Por eso hoy, también vengo al mundo desde el Universo de Mi Padre, trayendo esta buena nueva de que los más pequeños, en estos tiempos, son los que se ofertan de corazón para apoyar a la humanidad en esta transición. Busquen la unión con vuestro niño interior y curen el pasado para que él se pueda borrar de vuestra historia.

Mis Rayos de Misericordia permiten multiplicar todos los dones y todas las obras. En los niños, Yo también Me encuentro, dos veces, cuando juegan y cuando sonríen para los adultos.

Yo estoy en todas las cosas, así como Mi Padre está en todas las cosas, porque si así lo creen vivirán la verdad.

Mientras Me elevo en este día de bendición, cantaremos al Hijo Supremo, para que Su Gloria se expanda por los cuatro puntos de la tierra.

Repitamos:

Aleluya, aleluya, aleluya

Misericordia, Misericordia, Misericordia

Jesús yo confío en Ti.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Domingo, 20 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En Mi Gloria hoy está el mundo sufriente y mezquino, porque a través de Mi Poder, todo se hace posible  cuando los corazones se congregan a través de Mi Luz para adorarme.

Ciento cuarenta y cinco ángeles están hoy aquí Conmigo, en representación de todas las huestes de Luz del Padre Celestial y de los Padres Creadores, para dar comienzo a esta ceremonia sagrada durante siete días consecutivos.

Caminen a Mi lado, viviendo Mi Pasión, cada paso y cada hecho, cada momento y cada historia que fue escrita por Mí en este planeta y en su registro sagrado, en los libros del Cielo y de todo el Universo[1].

Este es el Libro de la Sabiduría de Dios, de las claves sagradas del Padre, que decretan desde el principio del Génesis el surgimiento de la Nueva Humanidad. Recuerden: Yo Soy el Alfa y el Omega, el que dio el primer impulso al mundo, y también soy el que dará el último, cuando retorne en Gloria a Su casa.

En este Libro está escrito la idea principal de Dios, lo que los corazones deben conocer para cumplir la Voluntad del Padre. Aquí está escrita su historia y Mi historia, Mi historia con ustedes en Tierra Santa.

Recuerden, compañeros, quiénes fueron en ese momento; no para vanagloriarse, sino para despertar al compromiso que olvidaron y que hoy vengo a renovar para todos en este lugar, porque en Aurora ya fue renovado. Y ahora ustedes tienen esta gracia de complacer Mi Corazón y de vivificarme a través de este encuentro sagrado durante siete días.

En este Libro está escrito lo que ustedes deben hacer, lo que Mi Padre espera de ustedes.

En este Libro está registrado el momento de su paso, así como está registrado en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como una Fuente de Luz para todas las almas que aspiran verdaderamente curar su pasado y renovar sus espíritus en Mi Nombre Santo.

Y cada uno de los ángeles presentes, de los ciento cuarenta y cinco ángeles, guardan la voluntad en sus corazones para cada uno de ustedes, que es la Voluntad de Adonai, del Eterno, del Infinito.

Y este primer paso deben darlo los consagrados, porque como consecuencia, las almas se animarán a dar el paso en confianza a Mi Corazón y a Mis designios celestiales.

Quiero que honren al Dios Todopoderoso, que es el Rey verdadero de todas las cosas desde el principio.

Yo Soy parte de su Dios y de Su Magnificencia.

Yo Soy parte Su Omnipresencia y de Su Omnipotencia.

Honren junto a los ángeles la Presencia del Padre Eterno y de Su Gracia infinita manifestada a través de Su Hijo Amado.

Que canten los coros del Cielo y también canten los coros de la Tierra a través de los corazones abiertos a escuchar este llamado.

¡Aleluya, aleluya! Su hora de dar el paso está próxima.

Así como lo hizo Su Hijo Amado, lo deberán hacer ustedes en esta hora aguda del planeta, cada uno en su grado de amor y de evolución.

Abramos las puertas de los Cielos en este encuentro sagrado a través de Mi Corazón Glorificado.

Que se encienda el incienso y que se escuchen la voces, porque bendeciremos este altar para que él sea digno de recibir las Gracias del Hijo Primogénito, de su amado Pastor y Señor.

Padre Santísimo, desciende Tu Poder sobre los corazones no redimidos.
Desciende Tu Gracia sobre los corazones que Te honran día y noche.
Desciende Tu Misericordia sobre aquellos que aceptan la redención y la liberación del mal.
¡Oh, Adonai! Bendice a Tus hijos, a aquellos que perseveran a través de Mi Corazón amante;
a aquellos que caminan a pesar de las barreras y de sus propios desafíos.
Bendice al mundo en este día, para que muchos más puedan entrar en Tu Reino
a través de la ofrenda de Tu Amado Hijo, que se hace pequeño ante los ojos de los hombres,
para que te puedan reconocer, Padre, en la presencia de Tu Amor Infinito.
 
 
Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantaremos a pedido de Cristo, en Su Presencia, el Kodoish melódico, para honrar junto a los ángeles del Cielo al Padre Celestial.

Kodoish, Kodoish, Kodoish...

 

Ahora, compañeros, que sus corazones están limpios y sus almas están bendecidas por Mi Espíritu, ingresarán Conmigo por el Gran Portal de la Paz, para que Dios en Su Gloria, pueda derramar Sus Gracias sobre Sus hijos y todas las criaturas de este Universo, que también se congregan para este momento en alabanza y adoración y en acción de gracias por todo lo recibido; en donde Mi Misericordia pudo aplacar la Justicia para que ustedes pudieran estar aquí, en nombre de toda la humanidad y recibir también de Mi Corazón todo el Amor del Universo; amor que recibe el Universo también de ustedes en cada oración pronunciada, en cada Comunión realizada, en cada servicio entregado para aliviar el sufrimiento del mundo.

Hoy haremos una acción de Gracias especial y escogeré a catorce consciencias, a catorce almas entre todas las presentes, para que en acción de Gracias realicen una penitencia para el Maestro del Amor, por todo lo que lo ofenden y lo han ofendido y para que una vez más triunfe Su Misericordia en el mundo entero.

Esta acción de Gracias y esta penitencia significará, hijos Míos, siervos de Mi Padre, que los catorce a los que Yo escogeré, en nombre de todos, serán ungidos en su pie izquierdo, que representa la resignación ante el Padre Universal y ante Su Ley, para que en nombre de ustedes, de sus familias y de la humanidad entera, Yo pueda impartir en esta tarde una expiación que liberará a los corazones amarrados por las fuerzas del mal y perdidos por las tinieblas de Mi adversario.

Porque hoy establezco aquí Mi Luz, presente hasta el fin de los tiempos, para quien la pueda reconocer más allá de las apariencias y de las formas.

Aquel que pueda ver Mi Luz hasta el fin de los días será dichoso y bendito y Yo lo coronaré con Mi Gloria, para que esté sentado a Mis Pies en el Paraíso, junto a los ángeles y arcángeles, alabando al Creador por toda la eternidad.

Invoquen internamente la presencia de sus ángeles, porque ellos esperan por su respuesta y convocatoria, para que las obras del Señor sean realizadas por sus principios ultraterrestres, cumpliendo así la Voluntad de Adonai en las criaturas que se abren para reconocer esa Sagrada Presencia Divina.

 

Oración al Ángel de la Guarda...

 

No Me iré hasta que haya nombrado a las catorce consciencias que un sacerdote bendecirá para la liberación del mundo y para la paz en toda la Tierra.

Mientras los ángeles adoran la Presencia del Hijo de Dios, tráiganme aquí la Santa Custodia, para que ella simbolice el principio y el fin de un ciclo en el planeta para esta Sagrada Semana de amor y redención para los corazones del mundo.

El Santísimo representa para ustedes, compañeros, la sagrada expiación que irradia Mi Glorificado Corazón cada vez que lo miran con devoción y humildad, buscando la Caridad de Mi Espíritu, el Amor de Mi Alma, que está presente en la Eucaristía expuesta en el Santísimo Sacramento del altar.

No tengan expectativas por ser escogidos.

Busquen renunciar por Mí, al menos por una vez.

Sean misericordiosos de corazón y dejen que los que más necesitan reciban la Gracia, la misma que hoy derramo sobre todos ustedes.

Todos son importantes para Mí, todos pueden ser perlas preciosas en el Reino de Mi Corazón.

No se alejen de Mi Gloria.

Mientras espero el Santísimo contemplen Mi Corazón, que es poderosamente invisible para todos.

Contemplen en adoración a Mi Espíritu, que los abraza para renovarlos y que los absuelve para perdonarlos por toda acción errada, para que así conozcan Mi Amor soberano.

Dios se expresa a través de este santo Misterio para que las almas reconozcan Su Voluntad y la presencia de Su Amor.

Padre Nuestro en arameo...


[1] Jesús está mostrando un libro abierto.

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