Jueves, 6 de noviembre de 2014

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 16.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Madre María Shimani:

Buenas tardes a todos, estamos ahora sí, en las últimas 150 cuentas de la Maratón de la Divina Misericordia. Y nosotros aquí, en el Centro Mariano del Espíritu Santo vivimos un día muy especial. Lo único que faltó es que descendiera la Paloma del Espíritu Santo y nos llevara a todos al Cielo. El fervor, la intensidad, la devoción y el amor fueron la pauta de las oraciones de hoy y el escenario se prestó para acogernos, para que este descenso del Espíritu Santo se pudiera manifestar.

Hoy aprendimos que podemos conversar con Dios, cara a cara, cuando oramos la Coronilla a la Divina Misericordia y que, palabra por palabra, colocamos en el Corazón de Dios nuestra súplica por este mundo y por esta humanidad. Y cuando Sus hijos claman de esa forma por Misericordia, Nuestro Padre, que tiene un Corazón grande y bondadoso, no espera ni un segundo para derramar Su Misericordia en este mundo.

Así que hoy aprendimos a conversar, cara a cara, con Dios y nuestra oración cambió por completo. Por lo tanto, a partir de hoy ya sabemos como conversar con Dios todos los días a las tres de la tarde.

 

Reciban la bendición eterna para que esta bendición, en los días que vendrán, los santifiquen.

Recen Conmigo por Mis peticiones, por Mis preceptos, por Mis designios, por Mi gran Voluntad, que es la Voluntad de Dios Altísimo que viene en este día a auxiliarlos.

Para rezar Conmigo, concentren vuestro corazón en la fuente que corre, en el agua de Vida, el agua de redención y de paz que, desde el Cielo y el Infinito, viene para lavarlos y purificarlos.

Recen de corazón Conmigo como lo han hecho hoy, en oferta y donación a Dios.

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

Para honrar a Mi Corazón y para que vuestros pecados y faltas sean perdonadas, en nombre de toda esta humanidad y de aquellos que se pierden y no escuchan a Dios, de aquellos que no beben de la fuente de Mi Corazón, por este fin, por este objetivo divino, recemos juntos por tres veces cada señal de Mi Pasión y de Mi Transfiguración. Los escucho. Eleven vuestras ofertas a Mi Sacratísimo Corazón. 

A continuación, se oran las decenas del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, repitiendo solo tres veces cada oración.

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, 
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.

Cuando oro con ustedes, oro por el mundo y Mis códigos de luz y de cristificación ingresan en vuestras células y átomos para modificar vuestras faltas y deudas y convertir a todos vuestros seres en la Luz y en el Espíritu de Dios, para que algún día Mis queridos, santifiquen el gran Nombre de Dios, Iod-He-Vaud-He.

Hoy traigo entre Mis Manos el Rosario de la Paz. Benditos aquellos que imitan Mi ejemplo y que en las noches oran Conmigo en el susurro del corazón, en el silencio del espíritu, el alma que ora y habla a Dios. 

Benditos aquellos que duermen con el Santo Rosario en sus camas. Estarán unidos, fusionados y ampliados por el gran Espíritu de Dios. Sus cuerpos se elevarán al Reino de Dios en cada nueva súplica, porque Mi Corazón escucha a las almas que oran pacientemente y que encienden en el corazón su fervor.

Hoy les revelaré, Mis compañeros, Mis discípulos del ayer y del futuro, hoy les diré, Mis compañeros, que he hecho con vuestras oraciones y con todos aquellos que estuvieron unidos a Mi Corazón en lo profundo del Amor, de la Verdad y de la Justicia. Muchas almas fueron aliviadas. Situaciones irreparables fueron transformadas. Muchas almas fueron rescatadas. Espíritus que estaban apagados se reencendieron. Muchas naciones recibieron un tiempo más de paz. Porque Mis Rayos de Misericordia Divina descendieron a través de vuestro verbo, de cada nueva palabra que pronunciaron con el corazón. Y aunque que ustedes estén cansados por luchar tanto tiempo en esta vida, Mi Corazón contempla vuestros esfuerzos y sacrificios.

Así como les ha dicho la Santa Virgen María, Yo vengo a pedirles también cosas simples y verdaderas. Necesito que permanezcan en este mundo sin pertenecer a él. Que todos los días de vuestras vidas, en cada nuevo despertar como en cada nuevo amanecer, vuestros ojos despierten recordándome, sintiéndome en el corazón, para que vuestro día sea bendito y alabado por Dios, el Todopoderoso. De esa forma, ustedes Me permitirán que Yo descienda a vuestras vidas.

A través de esta Santa Maratón muchas semillas fueron depositadas en vuestras esencias, las que deberán brotar en el próximo tiempo. Ahora, Mis compañeros, dependerá de vuestra convicción y oración que estas semillas puedan dar sus frutos y que, en los tiempos de mayor caos, de mayor tribulación y oscuridad, Yo pueda servirme de vuestras semillas como nuevos dones entre Mis Manos, que serán irradiados para el mundo entero por el fruto de vuestros esfuerzos, de vuestra dedicación y entrega a Mi Corazón.

Así como hoy Yo les hablo, Mi Voz hace eco en las almas de todo el mundo, pues no Me podré ir de aquí hasta que un alma alcance la cristificación. Eso será un gran evento para el Universo y también lo será más profundo y verdadero cuando todos, como grupo de almas, alcancen el gran paso a la cristificación.

En este ciclo, Mi Corazón los viene a purificar, a derramar Sus gracias y bendiciones, a separar el trigo de la paja, lo viejo y duro de lo sano y bueno que guarda vuestros corazones. Por eso sacrifíquense todos los días.

Yo estoy también en las cosas tan simples, en cada quehacer de la vida, en todas las tareas del día a día. Ustedes Me encontrarán en cada lugar y Me podrán escuchar cuando tan solo pongan atención en las cosas simples. Porque cuando Yo ya no pueda estar aquí, entre ustedes, anunciando Mi Palabra de Vida y de Resurrección, ustedes Me encontrarán a través de las señales, señales que serán puras y verdaderas, que serán una luz en vuestros caminos, una bendición para vuestras almas, un amor profundo para vuestras familias.

El gran momento para la humanidad se acerca. Muchos se están acercando al umbral definitivo del tiempo. La fusión del universo se aproxima. Todo el sistema solar se está congregando y preparando a través de las Leyes y de los Rayos, para dar el último impulso a la raza de esta humanidad. Ese será el gran momento para todos, antes del avistamiento de la luna roja, cuando ustedes podrán dar ese paso, recogerse en Mi Corazón Sagrado, orar profundamente en vuestros hogares sin mirar hacia afuera, sin poner atención en lo que suceda, solo en el templo interior, el que será vuestra verdadera protección.

Yo no vengo a anunciarles miedos, sino un tiempo de consciencia, de despertar, de evolución, de un gran paso hacia el Reino de Dios.

La humanidad ha sido muy ayudada por Nosotros. Nosotros somos parte de ustedes. Nuestros Corazones fueron humanos y ahora son Corazones glorificados. Vuestros corazones pueden ser glorificados solo cuando sigan el camino y la guía que Yo les entrego. Así estarán unidos a Mí.

Y a pesar de los desafíos y las pruebas y de todo aquello que caiga sobre ustedes, por más pesado que parezca o por la gran deuda que represente, Yo no los dejaré solos ni un momento. Necesito que se fusionen con Mi Espíritu, que eleven vuestras consciencias hacia Mi Reino Mayor, porque solamente la oración y la unidad de todos los grupos, orantes, devotos y fieles, será la posibilidad para todos de cruzar el umbral hacia el océano de Mi Misericordia que los aguarda todo el tiempo, cuando tan solamente lo busquen a través de la humildad del corazón.

Cuando llegue el tiempo del gran paso de la humanidad, verán surgir en el Cielo el advenimiento de nuevas señales, las que indicarán Mi llegada a la humanidad.

Por eso, les oferto Mi Corazón como único camino para vuestra conversión y redención. Yo les entrego los Dones y los Sacramentos, porque todas las almas que se han separado del Propósito de Dios, deben vivir los Sacramentos de forma simple, comulgar Conmigo, ser bautizados por Mi Espíritu, por el Espíritu de Mi Padre, por el Espíritu Santo de Dios, confesarse con Mi Corazón, trabajar y dar caridad a todos y ofertarse al servicio abnegado. Eso les permitirá dar el gran paso en nombre de todos aquellos que no lo darán. 

Los 144 000 seres, que serán los soles del Nuevo Tiempo, deberán ayudar a la humanidad a que se vuelva a erguir, a mirar hacia Dios y pedir perdón por sus faltas.

Hoy les entrego las llaves del gran cambio.

Vengan a Mí. Acérquense para una bendición. Sigan, orando con el corazón, coligados con Mi Espíritu, con Mi Fuente de Vida.

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

Así como Yo vertí, en la Cruz, el Agua y la Sangre de Vida que permitió la redención de la humanidad, desearía que en este momento espiritual vuestros seres y vuestras almas reciban el Agua y la Sangre de Vida, glorificadas y santificadas en el momento de Mi Resurrección.

Canten “Agua y Sangre de Cristo”, así uniré Mi Corazón con ustedes y con vuestras familias.

Pido a todos los Centros Marianos que oferten su entrega por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza que son altamente ultrajados por el hombre y eso ha hecho perder su inocencia. Por eso, el Agua y la Sangre de Vida les permite reencontrar la inocencia para vivir en la pureza y en la santa humildad.

Canción: Agua y Sangre de Cristo.

Gracias por haber respondido al Llamado de Mi Voz.

Gracias a todos aquellos que trabajan por el Plan de Dios, independientemente de sus ideas y sentires.

Gracias a todos los que alcanzaron la unidad predilecta con Dios, la fusión con Su Santo Espíritu a través del verbo de la oración y del canto.

Hoy les dejo el Santo Espíritu de Dios, el Don de la Sabiduría para que guíe vuestros caminos cuando solamente lo invoquen de corazón y de alma. La sabiduría les dará la respuesta en el fin de los tiempos.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón: 

A pedido de Nuestro Señor, en presencia del Espíritu de la Sabiduría, vamos a cantar “Espíritu Santo, ven” en agradecimiento al Sagrado Corazón de Jesús.

Canción: Espíritu Santo, ven.

Nos resta agradecer a todos por esta oportunidad recibida, y creemos verdaderamente que todos fuimos lavados, bautizados, ungidos de alguna forma.

¿Qué habrá de tan fuerte detrás de estos Sacramentos que Cristo nos oferta en este tiempo?

Estamos imitando Su ejemplo y todo lo que Él nos pidió realizar en este momento.

Miércoles, 5 de noviembre de 2014

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 16.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Oración: Padre Nuestro (en arameo y en español).

Hoy vengo a hablarles al corazón, lugar en donde siempre Me encontrarán. Hay muchos corazones que están heridos y lastimados por las diferentes experiencias de vida.

En esta hora de Misericordia y de Piedad, Mi Sol universal viene a vuestro encuentro para poder auxiliarlos y perdonarlos. Y como esta fuente, esta Agua de Vida que brota debajo de Mis pies, así es el manantial de Mi Misericordia para ustedes.

Están a tiempo, queridos compañeros, de rendirse a Mi Corazón Sagrado para que reciban los dones que necesitan en estos tiempos. No demoren, Mis compañeros, en dar el gran paso hacia el universo. El Señor los necesita firmes para que Él pueda realizar Sus obras en el fin de los tiempos.

Hoy vengo a lavar vuestros corazones con Mi Agua de Vida, vengo a entregarles Mi Cuerpo Glorificado para que puedan comer de Él y comulgar.

No pierdan tiempo, Mis compañeros, despójense de ustedes mismos para que las Gracias de Dios puedan habitar en vuestras moradas y puedan ser irradiadas a todos.

Mientras hoy estoy con ustedes aquí, compartiendo este misterio sacerdotal, Mi Corazón contempla al mundo entero, a las almas que necesitan de Dios, principalmente aquellas que se pierden día a día y que no encuentran el camino de Mi Misericordia.

Como una gran emanación de Luz universal, Mi Faz se hace presente ante ustedes para que reciban los códigos luminosos de Mi Corazón y, definitivamente, se puedan renovar y curar.

Ya están cruzando el umbral de la purificación. Muchos corazones padecen estas consecuencias, pero esto ya estaba escrito desde el principio. Ya fue anunciado por Mi Corazón Glorificado cuando estuve entre ustedes aquí, en el mundo. Aférrense a Mis Manos y vuestros corazones se liberarán, no padecerán la purificación tan profundamente, sino que serán lavados por Mi Luz y recibirán Mis Gracias celestiales.

Consuelen vuestros corazones con Mi Presencia. Reciban de Mi Manto la sagrada protección que necesitan. Abran vuestros corazones para el gran cambio del fin de los tiempos. Mi Corazón los guiará, Él los acompañará.

Yo vengo en este tiempo para poder donarme a ustedes profundamente, pero también vengo en este ciclo, en esta época, para poder liberar al mundo de todos los espíritus impuros que engañan a las almas, que perturban a los corazones y que desvían los pies de todos aquellos que deben caminar hacia el Reino Celestial. Pero esto terminará cuando vuestra decisión sea profunda y sincera.

Yo les mostraré el nuevo camino a recorrer en tiempos de purificación y de pruebas. No se detengan en vuestras purificaciones. Permitan que la Ley de la Justicia Divina pueda equilibrar todo, dentro y fuera de vuestros seres. Nunca estarán solos para poder purificarse. 

Los Sagrados Corazones se donan, en estos tiempos, como el verdadero bálsamo del Amor y de la Paz. Y a través de estos encuentros que Yo tengo con ustedes, derramo, en vuestras vidas y en todas vuestras familias, aquello que en verdad necesitan para estos tiempos, lo que llamo “Gracia de Dios”, aquello que les permitirá superar las pruebas, liberar los caminos, cortar las amarras y encontrar la nueva esperanza brillante en el horizonte, para que todos encuentren al final del camino el verdadero Paraíso de Dios.

Mi silencio hoy los lleva a la unión predilecta con Dios, a la búsqueda constante del amor.

Hoy Mi Corazón visita a cada uno de ustedes para enseñarles cosas nuevas.

Lavarán vuestras cabezas y purificarán vuestros pies de toda mancha, como Yo les he enseñado, para que se puedan renovar y encontrar la unidad con Dios, unidad que muchos están perdiendo por ser tan indiferentes al cambio, a la gran transformación.

Repitamos y oremos con el corazón.

Sagrada Unidad de Dios 
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén.
(se repite varias veces)

Cuando estén separados y no puedan unirse, invoquen la Sagrada Unidad de Dios, llama flameante que se guarda en los Sagrados Corazones. Así serán ayudados totalmente por Mí, por Mi Santísima Madre y por San José Castísimo.

Sean justos en estos tiempos, para que puedan ser equilibrados en el tiempo final. Todos juntos vivan la Sagrada Unidad, la Sagrada Unidad espiritual de Dios, el Pensamiento Divino que unifica las formas y todas las diferencias bajo un mismo propósito redentor.

Busquen la Sagrada Unidad de Dios. Nutran vuestras vidas a través de la Unidad, llama de Gracia y de Piedad que los confortará, que no los separará, sino que los unirá con Mi Corazón misericordioso.

Cuando hagan esta invocación, afirmarán en vuestras vidas que están unidos a Dios y que no se separarán de Él, a pesar de lo que acontezca en este mundo.

Busquen la Sagrada Unidad y estarán en profunda fraternidad. Así serán dignos de servirme y merecerán la cura de Dios para alcanzar la redención.

Mediten en lo que les digo. Aspiren a vivir en la Sagrada Unidad.

Recemos por todos los que no viven la unidad con Dios y por los que deterioran el Plan Divino de Dios a través de sus indiferencias y sus arrogancias, de sus orgullos que los llevan a la perdición. 

Cuando no puedan vivir la Sagrada Unidad, estén atentos para invocar esta oración. Estarán protegidos y seguros para que vuestros caminos no se desvíen como una hoja que vuela al pasar.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a hacer la oración todos juntos por tres veces más.

Cristo nos pide, en este momento, que todos los hermanos que estén coligados en diferentes partes del mundo y en las Comunidades-Luz se postren delante de Él para realizar esta invocación:

Sagrada Unidad de Dios 
unifica nuestras vidas, 
unifica nuestro ser, 
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén. 

(se repite 3 veces)

 

Y que en el consuelo que hoy les derramo, vuestras vidas alcancen la pureza original.

Reciban Mis Gracias, Mi Paz y Mi bendición.

Este es un día especial para que vuestros corazones, ya fortalecidos por la oración, Me encuentren mañana en otro punto de la consciencia, un gran paso interior que Yo los invito a dar en confianza y en paz.

Purifíquense, transmútense y encuentren la liberación.

Por este mundo que los reúne y por todos aquellos que deben despertar a tiempo, amorosamente les agradezco por vuestra fe.

Vayan en paz y fortalecidos.

Bajo la bendición espiritual de Dios, sean bienaventurados y reciban el Amor del Padre y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a cumplir con un pedido que Nuestro Señor nos hizo. Él nos pidió que hiciéramos siete Bautismos y siete Lavapiés, y que bautizáramos aquí, en esta fuente que Él consagró.

¿Cómo denominó a la fuente, Fray? 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Fuente del Sagrado Corazón.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Cuéntenos Fray, qué fue lo que le dijo Nuestro Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Momentos antes de la Aparición, vimos a Cristo, a Jesús, realizando un encuentro como si fuera en otro tiempo.

Él estaba celebrando la cena. Estaba lavándoles los pies a algunos de nosotros. Estaba llamando a Pedro, desde su casa, para que lo siguiera y lo acompañara a predicar.

Después, Él consagró esta fuente y pidió que realizáramos estos Bautismos aquí, en el Centro Mariano del Espíritu Santo, en donde fue consagrada la primera fuente bautismal, la Fuente del Sagrado Corazón.

Canción: ”Cristo, Fuente y Manantial de Vida”.

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