Domingo, 20 de mayo de 2012

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN ALJUSTREL, PORTUGAL. AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El grupo más cercano a las Apariciones fue a Aljustrel a orar el Rosario. Durante la última decena de los Misterios Gloriosos, los elementos de la naturaleza comienzan a manifestarse de una forma diferente y la presencia de la Madre Divina parece próxima.

Terminado el Santo Rosario, Aparece la Madre Divina.

Fray Elías se pone de pie y se dirige hacia el lugar de la aparición y llama a todo el grupo a acercarse por pedido de la Madre Divina.

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como Reina de los Patriarcas enviad este mensaje extraordinario a todos.

Queridos hijos:

La Gracia y el Amor de Dios serán vuestra fortaleza cuando Mi Corazón Inmaculado ya no esté entre vosotros.

Seguid rezando, seguid orando, para que el mundo se alivie desde el Corazón de Dios. Os agradezco por vuestra respuesta y la de todos. El Señor está atento a la voz de los servidores de la oración.

Hoy vengo aquí como la Reina de los Patriarcas, que anuncia la Buena Nueva para el mundo, para Mis hijos en esta humanidad.

Hoy también estuve con vosotros por la mañana (en las oraciones matinales) y también os agradezco vuestra colaboración.

Llevo hoy sobre Mi manto tres estrellas que anuncian la venida del Espíritu, del Gran Espíritu de Dios. No coloquéis en vuestros corazones ningún sentimiento malo, el Señor os protege y os guía. Estoy con vosotros, queridos hijos, confiad en ello.

Hoy vengo aquí para deciros cómo está el universo de Dios. Vuestra oración es lo que permite la llegada de las Gracias. Como Yo Soy la gran portavoz del Corazón de Dios, las oraciones permiten grandes milagros a través de la intercesión de Mi Corazón.

Hoy abro Mis manos de luz sobre vosotros para que así os coloquéis bajo Mis rayos de maternidad y de amor. Sabed que Mi Corazón ampara a aquellos que me buscan. Por eso Yo estoy aquí, por una Gracia especial de Dios, que después de todos los acontecimientos comprenderéis.

El mundo debe vivir la confirmación al Reino de Dios, por eso vuestro permiso y el de todos Mis hijos será muy importante para que Mi plan se cumpla en vosotros.

Sabed también que Yo estoy aquí donando Mi Corazón para que encontréis reposo y alegría, fe y esperanza, amor y compasión.

También hoy Yo les pido que continuéis orando para que las altas mareas del mundo puedan cesar a través de Mi contemplación y adoración hacia todos Mis hijos. Permitan que el Rayo de Mi Paz sea el centro de vuestra existencia, para que Mi Hijo que está llegando a la puerta de cada vida, pueda encontrar a Su servidor en esta hora tan definitiva.

Colocad vuestros corazones sobre Mis brazos, para que como hice con Jesús, os pueda resguardar y deciros qué es lo que más quiero.

Si ahora estáis aquí en Fátima, significa que tiene un fin para Dios; en poco tiempo lo sabréis.

Es importante que sigáis los pasos de la Madre de Nazaret, la cual viene a vuestro encuentro para advertiros. Sentid Mi Corazón como una antorcha, ved Mi rostro de Amor y de Paz por todos, para que a través de Mí podáis llegar al Redentor, quien también os escucha y os espera perpetuamente.

No olvidéis, queridos hijos, la comunión con Mi Hijo; sea como sea comulgad con Él; Él os aguarda, Él os ama, Él os promete una nueva vida.

Doy un poco más de regocijo a todos vosotros a través de Mi serenidad, para que sepáis que Dios es Misericordioso y que Él también os espera en este, vuestro Reino, Reino que pertenece a Él, al que llamamos mundo y que deberá ser convertido por vuestras oraciones, por vuestra fe, por vuestra consagración al Padre.

Ved hoy también entre Mis manos Mi contemplación por este mundo; cuenta a cuenta os coloco en Mi Corazón, para que vosotros y vuestros hermanos podáis seguir caminando hacia la meta divina de Dios.

Yo Soy vuestra intermediaria, entregadme ahora vuestras manos para que Yo os pueda conducir hacia el verdadero camino que Dios promete para cada alma. Seguid confiados, obrad en la confianza de Dios en todos los sentidos de la vida y estaréis así siempre en Mi Corazón maternal.

Os agradezco.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Al finalizar la aparición Fray Elías relata lo que ha sucedido.

Fray Elías: Durante la oración apareció un ángel con una lanza que tenía en su extremo una media luna, se colocó frente a nosotros, hizo la señal de la cruz y nos saludó inclinando su cabeza, haciendo una reverencia. Luego desapareció.

Al final, en la última decena de los misterios Gloriosos, apareció la Madre Divina, la Virgen. Para confirmar Su presencia hicimos la señal de la cruz, y Ella permaneció allí esperando que el grupo terminara de orar.

La aparición fue muy intensa y aconteció un movimiento cósmico importante. La aparición fue etérica-física. La Madre Divina apareció sobre uno de los olivos de Aljustrel.

Llamó la atención que llevaba sobre Su manto unas estrellas. En un momento abrió Su manto y del lado derecho e izquierdo dentro de él, había una pequeña estrella, y otra al medio también en el manto, cerca de donde terminaba el manto. Por lo tanto eran tres estrellas que hacían una triangulación y hacían un movimiento energético, iluminándose. Ellas atraían una energía superior, cósmica y celestial que descendía sobre la Madre Divina.

Ella, en ese momento hizo una revelación: que toda la oración que los diferentes grupos en el mundo han hecho el día de hoy, ha permitido que Ella interceda y que algunos acontecimientos que estaban previstos iban a ser amparados por Sus estrellas, y se estaba refiriendo a las doce estrellas de Su corona. Que cada una de las estrellas de Su corona iba a interceder delante de algunos acontecimientos, a través de un amparo que Ella daría sobre esos procesos planetarios.

En ese momento, Ella mostró una imagen externa del planeta donde se veían los continentes y los mares y todo lo que estaba sucediendo en ese mismo momento de la aparición. Era una visión panorámica de la situación externa e interna del planeta. Luego amplió la visión hacia lo que estaba sucediendo en este universo, lo que está aconteciendo hoy con la alineación de los astros (Tierra, Luna, Sol, y Pléyades). Se veía un movimiento de energías que parecían ser cósmicas y que se manifestaban a través de rayos de luz, junto al movimiento de todos los planetas de este sistema solar donde nos encontramos. Y mostraba cómo eso repercutía dentro del planeta.

Cuando Ella habló del amparo que dará a través de Sus doce estrellas, se vieron algunos procesos planetarios que sucederían con la naturaleza y con la humanidad, y cómo la consciencia femenina intercedía delante de esos acontecimientos.

El movimiento del viento hacía mover todas las ropas de la Madre; estaba con el manto blanco, túnica rosa, con Su cinturón; estaba descalza y con sus cuentas entre las manos. Ella se aproximó mucho, estaba muy cerca del grupo.

A pesar de que fue una aparición muy corta, por lo que fue percibido, se sintió que el universo cósmico se hizo presente sobre nosotros de una forma muy intensa a través de la Madre Divina.