Miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

En Mis brazos llevo al mundo. En Mi Corazón guardo a la humanidad. En Mi oración socorro a la humanidad y así auxilio a todas las almas. Con Mis ojos contemplo la alegría de algunos corazones y el dolor de los corazones heridos.

Por eso, Mi misión es traer el Cielo a la Tierra a través de las oraciones de Mis soldados. Mis Gracias son derramadas hora a hora, segundo a segundo, sobre este necesitado mundo. Mis manos oran perpetuamente por ustedes. Mi Inmaculado Corazón se eleva hasta el trono celestial de Dios para pedir, como mediadora, por toda la humanidad.

Mientras el tiempo, los cambios y los acontecimientos pasan rápido en la vida de todas las almas, Mi Corazón los quiere llevar hacia un estado profundo de paz. Quiero revelar a Mis pequeños la esencia de la Divina Misericordia de Jesús. Quiero que Mis pequeños aprendan a estar en Mi Hijo sin temer por nada y así caminar en alegría hacia el encuentro con Su Misericordioso Corazón.

Como Madre protejo a los corazones y despierto el poder de la fe para la vida. Como el mañana, traigo la esperanza, la renovación en Jesús, el inicio de un nuevo camino hacia Dios.

Día a día, contemplo que la necesidad de la humanidad aumenta, por eso, desde los Cielos, Dios el Altísimo, Me envía hacia Mis hijos para ayudarlos a encontrar el Amor del Creador.

Pequeñas almas de Dios Padre, hoy como Madre de la Divina Misericordia derramo una vez más el Rayo del Perdón y de la Reparación sobre vuestros corazones. Pero para que vuestras vidas sientan la insondable fuente de la reconciliación, ustedes deben dar el “sí” a Dios, al Padre del Amor y de la Compasión.

Queridos hijos, hoy estoy llamándolos a convertir vuestras vidas en perdón, en paz y en Misericordia eterna para todos.

Hoy estoy llamándolos a hacer algo por esta humanidad, porque ella, por sus propias acciones, se separa de la Paz de Dios.

Hoy estoy llamándolos a reforzar el poder de la oración en vuestras vidas.

Hoy estoy llamándolos al ayuno y a la meditación de los Misterios del Santo Rosario.

Hoy les pido que vuestros corazones se vuelvan misericordiosos y humildes para que Jesús se manifieste en cada uno de Sus discípulos.

Hoy estoy llamándolos a despertar del sueño de esta humanidad.

Hoy estoy llamándolos a ser activos servidores de Dios en vuestro prójimo, en vuestras familias, en vuestros más queridos amigos y en toda la humanidad.

Porque hoy Mi Corazón los llama a estar en Cristo Salvador para que la Gracia de Dios auxilie al mundo.

Hoy los llamo a abrir vuestros ojos a la realidad de la humanidad y a comprometerse con la oración perpetua por todas esas causas que necesitan de la Misericordia del Redentor.

Queridos hijos, hoy les pido que enciendan la Llama del Espíritu Santo en vuestros corazones para que Mi Inmaculada Paz se difunda por el mundo, porque en el final de todo ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad