Viernes, 8 de agosto de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN ANUAL EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo Soy la Aurora que resplandece en la vida de todos los seres. Aquellos que Me buscan jamás perecerán, jamás tendrán sus corazones cubiertos por la oscuridad, porque siempre abrirán las puertas para el ingreso de Mi Luz.

Yo Soy Fuego, proveniente del Fuego Divino, que restaura y transforma los seres. Aquellos que siguieron Mis pasos pueden dar testimonio del Poder de Mi Corazón. No existe en el mundo aquel que se haya arrepentido después de haber abierto sus brazos y su corazón para Mi Poder transformador.

Yo Soy la victoria de los corazones caídos y el camino de los que están perdidos.

Yo Soy el tesoro de los que son pobres y la cura de los enfermos.

Yo Soy la Madre de todos los seres; no existe en el mundo aquel que no pueda llegar a Mí.

Hijos Míos, ¡que Mis palabras resuenen en los corazones de todos los seres! Que aquellos que no Me sientan y no Me encuentren abran definitivamente las puertas de su corazón.

La Ley Divina Me permitió llegar al mundo y convertir a los seres, instaurando la Paz e instituyendo el propósito Divino en este planeta.

Después de siete años de instrucciones quiero que profundicen el contacto Conmigo y que caminen con mayor determinación hacia Mi Corazón. Quiero que presten atención a Mis palabras, entregadas a lo largo de estos años, y vean con alegría como ellas se volvieron vida en cada uno de vuestros seres.

Vayan y sean testimonios vivos de Mi presencia en el mundo. Que, al ver vuestros rostros redimidos, los seres de esta Tierra pierdan el temor de seguir los pasos dictados por Dios.

Mis queridos, el mundo aún teme profundamente ingresar en este camino, porque la oscuridad tomó el corazón de muchos seres y los ató a los placeres e ilusiones que podía ofrecerles. No tengan miedo de cortar esas amarras con el pasado. No tengan miedo de perdonar los errores y de borrar de vuestras vidas todas las acciones equivocadas que realizaron por ignorancia.

Hijos Míos, la falta de perdón de todo el pasado está sujetando el corazón de Mis servidores, para que ellos no puedan ingresar en un nuevo arquetipo de vida.

Sepan que el Agua de Vida ya fue derramada sobre los seres. La Sangre Misericordiosa de Mi Hijo ingresa día a día en vuestras células; Su Cuerpo Glorificado se funde con vuestros cuerpos en redención, a través de la Sagrada Comunión. Por eso, borren de vuestras memorias lo que ya pasó y permítanse renacer a un nuevo tiempo de la humanidad.

No rememoren el pasado, afligiendo vuestros corazones por todos los equívocos cometidos. No obstante, eleven vuestras consciencias hacia una nueva experiencia en la que los Sagrados Corazones los conducirán y a través de la cual podrán encontrar un nuevo futuro.

El tiempo del retorno de Mi Hijo ya está llegando, y con Él la oportunidad de retornar al Origen y llevar consigo el Amor Crístico y Universal.

Hijos Míos, hoy decreto delante de ustedes, por la potestad que Él Me entregó, que una nueva vida deberá ser vivida por los seres de este mundo. Por la Majestad de Mi Hijo, borro el pasado de las criaturas que claman por Redención y les digo que ahora y para siempre, coloquen vuestro corazón y vuestros ojos fijos en la meta que deberán alcanzar.

Es tiempo de despertar los nuevos Cristos en el Universo. Es tiempo de vivir definitivamente la Redención. Yo les abro las puertas.

¿Quién de ustedes ingresará?

Aguardo que puedan responder a este nuevo Llamado.

Yo los amo siempre y los bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad