Viernes, 7 de junio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A MADRE SHIMANI

Queridos hijos:

Cuando un alma se resiste a aprender, lo que por Voluntad de Dios está designado en cada momento de vida, esa consciencia comienza un sendero de sufrimiento, que al principio es imperceptible para ella.

Así pasa cierto tiempo y esa consciencia, que al comienzo pareció aliviada por no ingresar en un nuevo aprendizaje, empieza a sentir desasosiego; porque mientras su mente y sus emociones parecen vivir aquello que desean, su alma y su espíritu ingresan en un proceso de temor por saber que no están en el camino correcto y que están desperdiciando un tiempo precioso; siente que la vida no se detiene y que las experiencias que no están bajo la mano del Altísimo podrían llevarla a errores, que luego no le permitan encontrar la verdadera salida.

¿Por qué, Mis amados, insisten en vivir desasosiegos? ¿Es que no confían en Mí y en el Salvador, Mi Hijo, Cristo Jesús?

Tengan siempre presente, queridos hijos, que en este tiempo todavía estoy con ustedes, acompañándolos por los senderos de vuestra vida y quiero que aprendan vuestros nuevos caminos tomados de Mi mano, sin sufrimientos, sin desasosiegos y sin temor.

De esta forma aprenderán a través de vuestra propia experiencia, a caminar por el sendero del Señor, con discernimiento y paz; y podrán así saber que los caminos que nos ofrece la Voluntad Divina son caminos por medio de los cuales encontramos paz y libertad interior, aquellos atributos que nos hacen servidores plenos del Plan de Dios para Sus criaturas.

Envuélvanse en Mi manto protector de Madre y den sin temor los pasos que el Creador les indica; aquel impulso que grita en el fondo del corazón y no teman perder nada, porque solo encontrarán el camino directo al Corazón Bendito del Redentor.

No descansen nunca en la satisfacción de la mente y en el cumplimiento efímero de los deseos del cuerpo, porque allí nada encontrarán. Únanse a Mi Inmaculado Corazón y transiten el camino verdadero que los lleva a ser dignos hijos de Dios. Todo lo demás pertenece a la ilusión de este mundo, que ha perdido su conexión espiritual.

Todavía están a tiempo de reencontrar el camino verdadero, aquel que el ser humano perdió en la distracción de los sentidos, el poder material y la modernidad.

Anímense a vivir por verdadero amor, amor puro, aquel que sustenta la verdadera vida del ser en el universo.

Los espero para acompañarlos en este desafío.

Los amo y los guardo.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Madre vuestra