Viernes, 30 de noviembre de 2012

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Hoy vengo a agradecerles por cada día en que sus pequeños corazones confirmaron la unión con Mi Corazón. Será a través de la unión inquebrantable Conmigo que sus seres encontrarán sustento, que sus almas y sus espíritus encontrarán el alimento que los colmará. Yo Soy el Espíritu de Dios, enviado a nutrir Sus hijos con la Paz.

Fortalezcan cada día la unión Conmigo, persistiendo en el camino de la oración y de la Paz. Será la Paz alcanzada por ustedes la que les mostrará un nuevo camino, cuando sus ojos ya no encuentren la salida. Esta Paz, queridos, encenderá la luz interior de cada ser y será el puente seguro en dirección a Dios. Caminen por el camino de la Paz para encontrar el refugio seguro que hay dentro de vuestros seres, en lo profundo de vuestros corazones, y es allí donde los espera con paciencia y amor Mi Hijo, el Redentor de toda las almas.

Amados hijos, busquen dentro de cada uno de vuestros corazones a Mi Hijo Jesús, que inicia Su retorno. Abran las puertas del corazón, pues es primero allí adonde Él llegará. En pocos corazones Cristo ya hizo Su morada y en otros Él espera del lado de afuera, observando una gran puerta que se encuentra cerrada.

Mis hijos, es a través de la fortaleza interior de cada uno de ustedes que Cristo encontrará el camino de Su retorno. Pero si cada corazón no construye este camino, ¿cómo Él podrá llegar?

Este Majestuoso visitante deberá ser convidado por vuestras almas a hacer eterna morada en vuestros corazones. Digan un simple “sí” al Corazón Misericordioso de Cristo y Él los escuchará.

Eleven con sinceridad sus corazones al Santísimo Corazón de Cristo y Él los sentirá.

Él limpiará con Sus propias manos aquellas moradas que le sean ofrecidas, porque tan grande es la Voluntad del Señor de estar cerca de Su rebaño, que no se importará en hacerlo.

Queridos hijos, Mi Corazón hoy les habla con la simplicidad del Corazón de María. Soy la misma de Nazaret. Y con el mismos Amor que preparé el Corazón del niño Jesús para recibir el Espíritu de Dios, que viviría allí por toda la Eternidad, vengo hoy a preparar vuestros corazones para recibir al Maestro del Universo. Él conoce a cada una de Sus ovejas y desea reunir todo Su rebaño, en un rebaño sagrado que seguirá Sus pasos de Pastor.

Queridos, las ovejas de hoy, serán los pastores de mañana. Quien hoy sigue a Mi Hijo como fiel oveja de Su rebaño, mañana caminará a Su lado, conduciendo a un rebaño más.

Por eso, caminen en Gloria a Dios y a Su hijo. Construyan en oración Su camino de regreso; díganme que “sí” y Él luego llegará.

Les agradezco, con un Amor maternal e infinito.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad