Sábado, 8 de agosto de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE LA SANTA MADRE DE DIOS, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

¡Paz para todos los corazones del mundo!

¡Paz para todos los peregrinos del mundo!

¡Paz para todos los verdaderos servidores de Dios en todo el mundo!

¡Paz para los nuevos apóstoles de Mi Hijo!

¡Paz, siempre Paz!

Mis amados hijos:

Hoy comienza un nuevo ciclo planetario. Hoy el planeta y su humanidad ingresan definitivamente al ciclo intenso de su transición para convertirse, en los tiempos que vendrán, en una nueva civilización.

Hoy comienza para Mis hijos más conscientes la plena purificación de sus seres para que cuando los grandes movimientos del Armagedón se desencadenen ellos ya estén vacíos de sí, purificados y puedan ayudar a sus hermanos a transitar los tiempos difíciles que este mundo vivirá.

Para que una humanidad nueva pueda surgir, la anterior debe trascenderse en todos sus aspectos sin dejar estructuras arcaicas, cristalizadas, que no permiten que Mis hijos den pasos en su consciencia.

Cada ser de esta Tierra se purificará y recibirá la Gracia de convertirse en aquello que Dios Todopoderoso pensó para él. Cada ser en este mundo tendrá la oportunidad de expresar los atributos espirituales que el Creador colocó en su esencia para que en su experiencia de vida sirva al único Dios y a todos sus semejantes.

Después de tantos errores, de tantas faltas, nuevamente el Padre Eterno enviará a Su Hijo Primogénito a este planeta. Esta vez vestido de Gloria para rescatar una vez más a esta raza; raza que sucumbe día a día en la ignorancia, la falta de paz y la carencia espiritual.

Hoy, queridos hijos, tocarán todas las trompetas y Mi manto de luz se extenderá por los cuatro puntos de la Tierra para cubrir a todos aquellos que en humildad se definan y se coloquen bajo la protección de la Madre de Dios, la Consciencia Femenina Universal, que está aquí entre ustedes para hacerles este ofrecimiento una vez más.

Nada detendrá la llegada de lo nuevo, porque así está escrito por Dios en los libros de la Creación. Esa es Su Voluntad, que Su Proyecto Santo se cumpla.

Recuerden que las grandes victorias espirituales que resuenan en el Universo y que cambian para siempre los destinos de todo lo creado son eso, victorias espirituales y no materiales.

La Gran Victoria Divina que cambió el rumbo de esta Creación fue la Cristificación de Mi Hijo, el Nazareno, que a los ojos de la gran mayoría en ese tiempo fue un fracaso y una mentira.

No se dejen engañar por los acontecimientos materiales que verán, porque esta humanidad está tan perdida que volvería a destruir todo lo erguido por Dios, solo por no aceptar la verdad.

Por eso, hijos amados, únanse a Mi Corazón y permitan que Yo realice prodigios en vuestras consciencias, aquellos que quedarán grabados para siempre en sus espíritus y que nadie les podrá quitar, porque serán vividos y experimentados por ustedes mismos.

Esas serán vuestras verdades, vuestras fortalezas y tesoros en el tiempo que vendrá, en el cual vuestra fe verdadera deberá levantarse firme y ser la columna que los sostenga.

Recuerden estos días que han compartido en esta Sagrada Aurora; recuerden la simplicidad de esta Casa, el esfuerzo que aquí se hace por aprender de lo sagrado y de la reverencia a Dios. Recuerden hijos, que esta es la verdad; la verdad de que Yo estoy aquí con ustedes, la verdad de que Mi Hijo los bañó con Su Gloria y los llamó Compañeros, que el Padre Santo Miguel descendió de los universos ultraterrestres y los liberó de vuestros aprendizajes oscuros.

Guarden esta verdad en sus corazones y en sus espíritus y no permitan que Mi adversario la destruya.

Hoy traigo la luz de todas las estrellas del firmamento para que los bendiga, para que los códigos de luz universales ingresen en sus consciencias y los guíen en este ciclo final.

Aquí estoy, Soy vuestra Madre del Amor. El que se recoja bajo Mi manto nada deberá temer, porque estará en Mí y Yo en él.

¡Salve Aurora de Mi Corazón!

¡Salve humanidad en redención!

Gracias por estar hoy aquí, en este suelo sagrado junto a Mí.

Vuestra Madre Universal, Rosa de la Paz