Sábado, 6 de abril de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL RECIBIDO EN LA CIUDAD DE RECIFE, PERNAMBUCO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A MADRE SHIMANI

Queridos hijos:

He escuchado vuestras súplicas y he sentido que vuestros corazones necesitan estar más unidos a Mí, para que puedan comprender, queridos hijos, que todo el dolor y sufrimiento de vuestros corazones pueden dejarlo a Mis pies.

Para que vuestras almas encuentren alivio y consuelo deben estar más cerca de Mí, que soy vuestra Madre, vuestra Redentora, Aquella que los comprende, no los juzga, que los acoge en Su Corazón Inmaculado sean como sean y aunque hayan faltado a Dios.

Para que Yo pueda aliviar el corazón de la humanidad ustedes, queridos Míos, deben confiar en Mi Amor, que pretende realizar prodigios de paz y consuelo en vuestras vidas.

Abran el corazón, Mis hijos, para que Yo pueda depositar en ellos las Gracias que traigo desde el Cielo. No piensen que no las merecen, porque vuestro Amado Padre, del Amor y del Perdón, espera que vuestras consciencias en humildad se dejen amar.

Yo seré quien les lavará las heridas con Mi Amor, curaré vuestros sufrimientos con Mis Manos de Madre, acariciaré vuestra amorosa presencia con Mi canto de amor y, si estuvieran atentos, Me escucharán en vuestro interior orando por vuestras almas.

Mis pequeños y amados hijos:

En este tiempo tan difícil para toda la humanidad, Mi presencia abre el camino que deberán recorrer, para ingresar en el Corazón de Luz de Mi Hijo Cristo Jesús.

Él llega nuevamente a este mundo para traer la definitiva libertad para la raza, la que romperá las cadenas que la unen con el mal, la oscuridad y el dolor, para que nunca más nada pueda separarlos de Dios.

Déjenme entrar en vuestro corazón, para curar eso que los separa de la Paz, del Amor de Dios y vuelvan a vivir en vuestro mundo interior la dicha celestial que hay guardada en el Reino de los Cielos para cada uno.

Mis amados hijos:

Yo Soy vuestra Madre del Cielo, la que todo lo perdona, todo lo ama, todo lo comprende. Vengan a Mí, descansen en Mis brazos y sientan como todo puede ser, a través del amor sincero del corazón

No teman por nada; llámenme y allí estaré. Búsquenme a través de la oración sincera hecha con el corazón y me encontrarán.

Les dejo Mis maternales bendiciones para todos los que han venido en este día a estar Conmigo.

Gracias por escuchar Mi llamado y Gracias por todo lo que Me dan.

María, Reina de la Paz y de sus vidas