Sábado, 27 de julio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ Y DE LA DIVINA GRACIA AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

En el Universo y en el Todo existe el Bien, en el Bien existe la Luz y en la Luz está presente la Sabiduría; esto pertenece a la Creación de Dios.

Cuando Vuestro Padre mandó crear los universos, aún no existían los soles ni las estrellas y Dios quiso que la Luz alumbrara los espacios del infinito cosmos; así nació la Luz desde una grandiosa explosión de amor que Dios irradió para los universos.

Después Dios creó las especies y las criaturas, de las criaturas surgieron las generaciones y de las generaciones despertó la devoción y el amor a Dios. Dios quiso que todas las criaturas del universo tuvieran a un gran Ser hecho a imagen y Espíritu Divino, y así Su Santo Espíritu envió a la Tierra a Su Amadísimo Hijo, que llegó al mundo para redimirlo y protegerlo.

Pero una vez en el Cielo, un servidor de Dios se reveló y cerró para siempre su corazón a Dios; Dios dejó que ese hijo aprendiera y obrara, para que algún día la Doncella Vestida del Universo-Sol también llegara a la Tierra, para rescatar a todos los que habían caído de generación en generación por las acciones engañosas de este hijo dolorido de Dios.

Y así Cristo salvó al mundo y a la humanidad y venció el error a través del Amor de Dios y nuevamente por los siglos de los siglos, los hijos del Padre se salvaron.

Ahora Mi Hijo retornará en Gloria y en Espíritu para establecer los años de Paz. Por eso ahora Dios quiso que la Mujer llena de Estrellas y de Luz volviera una vez más a la Tierra, porque Ella junto a Su Hijo Amado, salvarán al gran hijo del Padre que está muy herido y cuando eso suceda, todo el universo cambiará.

Si ahora, querido hijo, querida hija, estás cruzando el umbral de un desafío o de una gran prueba para tu vida, vuelve tus ruegos hacia Mi Corazón, porque Soy Tu Madre, Tu Amada Madre que brilla por amor en el firmamento para elevar hasta Dios a las almas caídas.

Encuentra en todo este misterio, la presencia del Amor de Dios, y sobre todas las cosas, les pido que amen la Voluntad de Dios, porque si aman la Voluntad del Padre, todo cambiará desde el principio hasta el fin y ustedes, Mis queridos, hallarán la Luz que tanto necesitan.

Hoy vengo a curar vuestros corazones y vuestros seres internos, para que en confianza asuman en este tiempo lo que Dios quiere que aprendan. No estarán solos, nunca lo estarán. Mi Corazón se recoge en el corazón de Mis hijos, para irradiarles fuerza de Espíritu de Dios y mucha paz. Que la paz no se escape de vuestros corazones, recuerden que cada momento para ustedes es único y predilecto en el aprender y en el experimentar.

Mis pequeños, ¡ánimo!, ¡ánimo!, ¡ánimo y esperanza! Mientras ustedes se redimen, otros corazones despiertan a Dios. Permanezcan en Mi Hijo y llámenlo para que siempre esté entre ustedes; Él nunca les fallará, siempre estará a vuestro lado, porque los ama profundamente.

¡Les agradezco Mis amados por vivir en Mi llamado!

Los bendice y los guía siempre,

María, Vuestra Madrecita de la Eterna Paz