Sábado, 20 de julio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL, RECIBIDO EN EL FORTÍN DE SANTA ROSA, CANELONES, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA MADRE DE JESÚS A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Fortalézcanse, pequeños corazones, ¡fortalézcanse!

A los que están listos para caminar, les es mostrado el camino, y pueden vislumbrarlo hasta la primera curva, a partir de esa curva no conocerán nada, salvo que lleguen hasta ella.

A los que no están listos, son mostrados los caminantes y, aunque sus ojos no consigan percibir el camino, ellos deben seguir con fe a aquellos que caminan con pasos firmes y mirada serena en la meta a ser alcanzada.

Mis pequeñísimos hijos, para todas las creaturas de este mundo el Señor tiene un Plan especial para manifestar con ayuda de Sus incansables Mensajeros, pero este Plan depende sobre todo de la disposición de vuestros corazones.

Ya pudieron percibir, como muchos de los que dijeron “si”, que los Planes de Dios son totalmente desconocidos, sorprendentes y celestiales. Aquel que acepta dar los pasos con la guía permanente de Dios sabe, a través de la vivencia, que está caminando bajo las Leyes Mayores, que no son de esta Tierra. Es como vivir en un mundo dentro de otro, en todo momento.

Todos Mis hijos están convidados a dar este paso, a vivir bajo Leyes Mayores, que los llevarán a sentir que sus pies ya no se posan sobre la Tierra, sino sobre algún lugar que desconocen, otra Tierra.

A los que no comprenden lo que les digo, los llamo a que prueben vivir lo inusitado, lo desconocido, lo misterioso, lo celestial. Para ello, deben elevar el corazón a ese Dios que los observa constantemente y que espera una respuesta positiva, verdadera, firme, con la decisión del espíritu y la voluntad del alma.

Si lo hacen con pureza y sinceridad y responden, una tras otra las indicaciones enviadas por Dios, por medio de los acontecimientos de la vida, con rapidez percibirán el cambio inmediato de vuestros corazones y de vuestra existencia. Pero para que esto ocurra, Mis pequeños, es necesario saber leer en los acontecimientos de la vida y saber ver que Dios les habla directamente a través de esos acontecimientos.

Cuando un llamado de Dios llegue a vuestros corazones no den vuelta el rostro ni cierren los ojos fingiendo que el Señor no les habla al corazón, porque solo se engañan a ustedes mismos. Dios conoce las intenciones más profundas de vuestros corazones, de vuestras almas y de vuestros espíritus, materias creadas por Él en el Universo Celestial.

Los que ya dijeron “sí” que estén preparados y dispuestos a renovar cada día, a cada minuto, a cada segundo, los compromisos que asumieron con Dios. Los tiempos actuales están tan acelerados y desconocidos por ustedes mismos que son vuestras propias consciencias las que deben confirmarse siempre ante Dios, sellando en todo momento ese eterno compromiso, sin pensar en momento alguno que ya está hecho. Así podrán confirmarse nuevamente delante de Dios y fortalecer el vínculo de sus corazones con Él, perpetuamente.

Les agradezco por acompañar Mi Materno Corazón.

María, Madre y Reina de la Paz