Sábado, 1 de diciembre de 2012

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA:

Mensaje maternal y ecuménico para Mis hijos del mundo entero

Hijos:

Hoy vengo a cada uno de sus corazones como Madre y Reina de todos los pueblos y de todas las lenguas. Vengo a unir vuestros pequeños corazones a Mi Corazón, así como Dios me pide día a día.

Les agradezco, con Mi Amor de Madre, por la sincera respuesta de cada uno de sus corazones. Sientan en el silencio la Paz que Mi Inmaculado Corazón les irradia, pues es a través de esta Paz que vuestros corazones encontrarán el camino para la unión fraterna, sin juzgamientos y sin diferencias.

Queridos hijos, este día alegra Mi corazón y sella en el universo un momento único, aunque sus consciencias poco comprendan los Planes de Dios. Una señal fue lanzada al Infinito. Una respuesta sincera de sus corazones toca hoy el Reino de los Cielos y, si vuestros pequeños seres prosiguen en lo profundo del corazón en comunión Conmigo y con el Propósito Sagrado por el cual Dios me envía, muchas cadenas que antes parecían inquebrantables, se podrán romper, y muchas almas que antes parecían inalcanzables podrán recibir la Gracia de oír y sentir Mi Llamado maternal.

Mis hijos, necesito que humildes vuestros corazones siempre estén unidos, pues será una la barca que los reunirá a todos en el momento de subir a Mi Reino. En Mi Reino no existen diferencias. Y si alguno de vuestros pequeños corazones aspira ardientemente comprender Mi Llamado, ingresen en Mi Corazón, en oración y paz. Permítanse ingresar en Mi Reino y allí podrán tener sus corazones limpios para percibir y vivir la Voluntad del Señor, a través de Mi Corazón.

Vengo hoy como la Reina de los ángeles y de los hombres, como la Señora de cada criatura de este Universo. Pues es así que uno en Mis brazos, no solo vuestros pequeños seres, sino también a todos los seres, de todos los reinos. Entre hombres y ángeles, los reúno a todos en Mi Corazón.

Mis amados hijos, confíen en Mi Corazón, pues luego podrán comprender y vivir lo que les pido día a día. En cada momento en que sus corazones Me lo permiten, derramo sobre ustedes un poco de este Santo Espíritu, que les traerá sabiduría eterna para actuar en la Tierra y por toda la Eternidad en los Cielos.

Les agradezco.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad