Miércoles, 6 de marzo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA TRANSMITIDO A MADRE SHIMANI

Queridos hijos:

En el correr de todo este tiempo he dado muchos mensajes que Mis hijos no han interiorizado. He repetido con todo Mi Amor, a través de Mis videntes y clariaudientes a lo largo de la historia, miles de mensajes con intensas instrucciones para toda la humanidad.

A pesar de ello Mis hijos olvidan fácilmente lo que les pido y las instrucciones que les doy.

En el último siglo que pasó y en el que están viviendo, como nunca, Mi Voz y Mi Llamado ha recorrido y recorre aún este mundo, de norte a sur y de este a oeste. Cada vez que un impulso de Mi Corazón llega a Mis amados hijos Yo espero, con Mi Corazón de Madre, que él se funda en el alma de muchos.

Hoy Mi Inmaculado Corazón se entristece, porque Mis hijos amados se vuelven unos contra los otros, olvidándose de los impulsos de amor que Mi Hijo y Yo les damos permanentemente; y no comprenden que la Justicia de Dios está descendiendo y será acorde a lo que cada uno haya sembrado en su vida y en la de los demás.

Hijos: en estos días el mundo se agita, porque la Justicia Divina ha comenzado a hacerse sentir en varios pueblos y sobretodo en mis amados hijos cristianos.

Hoy quiero decirles que más que nunca deben valorar el sacrificio de Cristo en la Cruz, orar para reparar Su Corazón y el Corazón de Dios.

¡Reparación, reparación, reparación!

Si ustedes, hijos Míos, no reparan el Corazón de Dios todo lo que está escrito se cumplirá y desde los Cielos solo podremos observar, con dolor profundo, cómo las consciencias ciegas y que no quieren escuchar el llamado de lo Alto se condenan a sí mismas.

El planeta vivirá su purificación, la que comenzará de este a oeste y de norte a sur.

Les ruego queridos hijos, que oren, oren Conmigo por la reparación del Corazón de Cristo y de Dios Todopoderoso. Si oramos sinceramente con el corazón, el Padre escuchará vuestras súplicas y podrá borrar del Libro del Cielo algunos eventos que, de otra manera, se desencadenarán como consecuencia de las acciones humanas.

Hijos queridos:

Todo puede ser evitado. ¡Escuchen Mi llamado!

Oren, oren, oren todo lo que puedan. Reúnanse a orar con otros hermanos; oren con vuestras familias. Oren por las religiones, por los gobiernos y por quienes los llevan adelante, para que la luz verdadera del Espíritu de Dios los ilumine.

Oren hijos, oren, por aquellos que no oran, por los que no creen en el Retorno de Mi Hijo. Oren por los que tienen el corazón cerrado y guardan en ellos miedo y rencor.

Oren por todos. La humanidad se encuentra en una emergencia espiritual. Oren junto a Mí, que como Madre intercederé ante Mi Hijo, el Redentor.

Mis amados hijos: guardo vuestras plegarias en Mi Corazón Inmaculado para llevarlas al Cielo.

Los amo y los convoco a estar permanentemente Conmigo.

Paz para la Tierra.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Amén