Miércoles, 30 de diciembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Es por Mi Gracia, que todos son salvos, es por la Gracia Infinita de Dios que toda conversión interior es posible. No Me canso de animarlos a caminar en la fe y en la esperanza de que el día de mañana, verán a la Santa Madre venir desde el Cielo para pisar la cabeza del adversario, redimirlo y así establecer los mil años de paz.

¿Creen que eso es posible?

Si Yo Soy la Bendita entre todas las mujeres puedo, a través del Amor de Dios, convertir y redimir las cosas imposibles. Si Soy la Abogada del Cielo, puedo interceder y ayudar a quien en verdad y sin provecho Me lo pide. Yo Soy la Mujer Vestida de Sol, con la luna a Sus pies y con las siete rosas en Su jardín de Luz.

Guarden el acontecimiento de ese momento que llegará, el de la Madre del Altísimo pisando con Sus pies al mal y a lo que causa el dolor. Es para eso que Mis ejércitos de oración trabajan todos los días, es por esa causa positiva de redención que los corazones se cristificarán.

Vengo en este tiempo para cumplir el Apocalipsis; vengo como la última Estrella Guía para llevar hacia Cristo a todos los que en honestidad quieran estar con Él antes del gran juicio.

Cada acontecimiento humano, planetario y espiritual está siendo contado y registrado. No tienen que tener miedo de caer, deben agradecer poder conocer cómo el mal existe y engaña desde hace mucho tiempo a la humanidad.

Yo vengo para develar todas las artimañas y para poner luz y paz donde no existe. He escogido con Mi mirada a los que Me acompañarán a batallar con la bestia, cuando esta salga de su oscura caverna. El amor la vencerá, la fe la volverá débil, la verdad la espantará, y será redimida por la Misericordia de Dios, así todo se transfigurará por la acción de la Ley Divina.

Trabajen como pacificadores de Cristo, digan sí a su pronta redención, Yo estoy aquí para ayudarlos y extenderles Mis manos de amor.

¡Los necesito ahora!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En la fe siempre caminamos,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz