Miércoles, 25 de febrero de 2015

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, SEÑORA DE LOS POBRES Y REINA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo Soy la Señora de los Pobres, pero no solo de los pobres en la materia. Soy la Madre de los pobres de espíritu, de los pobres de corazón. Soy la Madre de los que carecen de amor y de paz, de los que carecen de fraternidad en sus hogares y en sus vidas.

Así vengo, hijos Míos, para demostrarles que la verdadera riqueza no proviene de este mundo y en él no se encontrará, hasta que puedan descubrir el manantial purísimo de donde provienen todas las cosas.

Yo Soy la Señora del Cielo, reconocida por los ángeles y arcángeles, por los santos y bienaventurados, por Dios y por Su Hijo; y al mismo tiempo, vengo al mundo como Señora de los Pobres, para que sepan que no es con las riquezas materiales que un alma se ennoblece. La grandeza de un alma se expresa en su pura unión con su Creador, que es el verdadero Rey de todas las cosas y que reina en todos los espacios.

Quiero que sepan que de nada valen las riquezas de este mundo, si pobre es el corazón. Aquel que más riquezas posee, es el que sabe que debe dar y donar más a los demás, no solo lo que tiene, sino también a sí mismo. Porque les digo, en este día, que no hay mayor grandeza y gloria que despojarse de todo lo que proviene de este mundo, inclusive de sí mismo, para encontrar todos los bienes celestiales.

Hijos queridos, aquel que todo da, siempre recibirá del Señor el auxilio para seguir adelante en su camino de evolución; nada le faltará. Si bien Dios podrá permitir que aprenda por medio de las dificultades que deberán forjar su espíritu, jamás dejará que perezca ese espíritu y que se apague la llama en su corazón.

Yo Soy la Señora de los Pobres, pero también la Reina de la Paz, pues el mayor tesoro que traigo al mundo es la Paz de la cual tanto carecen los corazones. Abracen ese tesoro que les traigo como algo único para la humanidad y multiplíquenlo por medio de vuestras oraciones y de la entrega de vuestras vidas.

Mis amados, jamás se olviden que la llave para abrir todas las puertas, comprender y conocer todas las cosas, es la oración hecha con el corazón. Por eso los invito hoy a consagrar vuestras vidas a este manantial infinito de Paz y de Redención, que es la oración verdadera.

Dejo en este día Mi bendición para este Centro Mariano, que crece a medida que aprende con las dificultades de la vida.

Les pido a todos los que hoy se consagran como Mis hijos, como símbolo de su disposición a consagrar la vida a Dios, que jamás permitan que aquí no se forme un canal verdadero de oración. Este Centro Mariano pertenece a vuestras almas y al mundo entero y debe estar, constantemente, generando luz y amor para la Tierra, por medio de vuestras oraciones.

Por eso, les pido a todos ustedes que no dejen de venir a este lugar y colocar aquí un ladrillo de oración, para que se construya la gran fortaleza que este Centro Mariano necesita para seguir cumpliendo la misión que Dios le encomendó.

Yo los aguardo en oración y en fe, generando Paz y Redención para el mundo.

Cuento con la respuesta de vuestros corazones.

María, Señora de los Pobres y Reina de la Paz