Martes, 13 de mayo de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN LA CIUDAD DE MADRID, ESPAÑA, TRANSMITIDO POR LA SEÑORA DEL SANTÍSIMO ROSARIO AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Gracias por haber respondido con esfuerzo y oración al llamado para que Me reciban durante este mes de mayo en Europa.

Luces sublimes que nacen de Mi Corazón a través del Reino de Fátima, se expanden en este día para todas las almas. Jardines Celestiales descienden del Cielo y se manifiestan para que las almas que han caído reencuentren el camino de regreso a Dios.

El Reino de Fátima en este día eleva, desde el interior de los corazones, todas las moradas, todos los santuarios internos que se revelan y se presentan como ofrenda ante el Reino del Creador. Los ángeles del Reino de Fátima, atentos y serviciales, hoy recogen en sus divinas manos las ofrendas de todos los que dijeron sí al llamado de la Madre Universal.

Querubines y Serafines del Reino de Fátima se congregan en el nombre del Amor de Mi Hijo, para recorrer los cielos de Europa y dar un toque de luz y de despertar para los corazones dormidos; así todas las vidas que están sobre la Tierra son impregnadas por la fuerza maternal del Inmaculado Corazón.

La Voz es escuchada por los que abrieron el corazón y todos, en consciencia, se preparan para el gran momento del Retorno de Cristo. Por esa razón, Mi Corazón Inmaculado peregrina junto a Sus hijos para llamarlos a la misión por la Paz.

Por cada ciudad que pasa la Virgen del Cielo, las almas reconocen el momento misericordioso que les ha tocado vivir y sienten en lo profundo de sus seres la Gracia Divina que proviene del Universo.

Nuevas estrellas se encienden por la oración simple y amorosa; ellas ahora formarán parte de la corona de la victoria y del triunfo del Inmaculado Corazón.

Hoy Fátima, el Reino de la Paz, celebra el reencuentro de los dignos hijos de Dios con el Reino del Amor. Los corazones caminan firmes hacia la reconciliación de la vida y hacia la cura espiritual de sus seres.

La Madre Universal, la Reina de la Paz, los reúne en este nuevo cenáculo para iniciar el apostolado de Cristo.

Que vuestras antorchas de Fuego Divino sean elevadas hacia lo Alto, pues llegó la hora de que vuestros corazones iluminen el camino de los que viven en la eterna oscuridad.

Sean precursores del mensaje mariano y sean un testimonio vivo para los que nunca creyeron en Cristo, porque grande es Su Divina Misericordia, la que los congrega y los une nuevamente con el Reino del Padre Celestial; así verán como vuestras deudas están siendo borradas para que pueda nacer el nuevo ser, la nueva alma y el gran espíritu redimido.

Que el Santuario Interior de Fátima sea la Luz sublime que los guíe, que sea el motivo primordial para vivir el perdón y la paz.

¡Bendiciones para todos Mis hijos presentes!

¡Gracias por responder a Mi llamado!

María, Señora del Santísimo Rosario de la Paz