Lunes, 25 de julio de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Es tiempo de reconocer la Verdad de Dios, hijos Míos, de retirar de la consciencia la ignorancia de sí misma y de vivir, todos los días, la filiación divina como principio.

Es tiempo de reconocer la propia esencia y, con humildad, dirigirse al Creador de todas las cosas que habita en el su interior, y dejar que Él se expanda y establezca definitivamente Su Reinado.

Yo he venido al Reino de Lys, hijos amados, por un Propósito universal y no por un propósito humano. Yo he venido porque este es Mi Reino espiritual y divino, donde se guarda lo más puro de cada consciencia. Es desde el Reino de Lys que resguardo las esencias y protejo a todos Mis hijos, de sí mismos y de Mi adversario.

Las llaves que abren las puertas de este Reino son la fe y la devoción ardiente; y es esa fe y esa devoción que vine a renovar en el interior de Mis hijos para que, a través de su despertar, las puertas del Reino de Lys estén abiertas a toda la humanidad y a todos los Reinos de la Naturaleza, que también tienen su pureza resguardada en Lys.

Mientras los tiempos más graves se inician y muchos de Mis hijos están perdidos en las tinieblas, sobre todo en el norte del planeta, es necesario que las puertas de Lys estén abiertas para que, al reconocer la propia esencia, al descubrir y vivenciar la filiación con Dios, las almas no se extingan ni se desanimen ante los desafíos y los abismos a los cuales las lanza Mi adversario.

Hijos, estamos en una gran batalla por el triunfo de la Paz y ustedes deben ser conscientes de eso. El Reino de Lys debe contar con soldados despiertos en la superficie de la Tierra para que, conscientes de la situación espiritual y física del planeta, sean guardianes del manantial que fluye de Lys para sustentar a las almas en la verdad y el amor, y para que ellas no se dejen perder ni engañar por la confusión de estos tiempos.

Hijos Míos, la pureza irradiada por los Espejos de Lys es imprescindible en estos tiempos de oscuridad y de tinieblas, para una gran parte de la humanidad. Y, cuando les hablo de las tinieblas, no Me refiero solo a las guerras, al hambre, a la violencia, sino también hablo de la ignorancia, de la indiferencia hacia Dios y del crecimiento de las energías capitales que ciegan los ojos de los que se comprometieron con Mi Hijo y con el Creador a vivir los principios crísticos y despertar un amor que abre las puertas del infinito para la unión con Dios.

Los Espejos de Lys, con su potencia divina, deben disolver las tinieblas que no permiten que Mis hijos encuentren la verdad sobre sí mismos y sobre la vida en la Tierra. Para que esos Espejos estén activos, hijos, debe haber columnas de oración y de fe que los sustenten, y con pureza de intención y humildad ofrezcan al Padre su despertar y su entrega, para ser instrumentos Suyos en el mundo.

Es por un motivo universal y divino, hijos Míos, que despierto al Reino de Lys y que instituyo una nueva Casa en la superficie de la Tierra; no porque no sea suficiente lo que ya alcancé como Divinidad en Europa a través de Fátima, de Lourdes o de Medjugorje; sino que cada una de Mis Casas tiene una función única, despertar a ciertas almas y manifestar un principio divino.

Ahora, es tiempo de un despertar más profundoen Europa, como en América. Es hora de que Mis hijos sean más conscientes de la batalla de estos tiempos y que se unan, a través del ecumenismo universal, para sustentar espiritualmente al planeta y preparar, en el suelo de la Tierra, la fecundación de una nueva vida.

Hijos, con el simple motivo de elevarlos y despertarlos es que estoy aquí. Como Madre Celeste y Universal, pretendo conducirlos a la Verdad del Creador.

Que en esta noche, los Espejos de Lys se enciendan en su interior y reflejen, en sus esencias, Su pureza y Su paz, para que sientan y vivan el despertar a la vida superior; y que sus almas, que están sedientas de servir al Padre, encuentren finalmente su camino.

Yo los amo y los bendigo, colocando en sus esencias la Flor de Lys, Flor que despierta la pureza y la verdad en su interior.

Aquella que los guía siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz