Lunes, 17 de octubre de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

A través de Mi presencia y de la presencia del grupo que peregrina junto a su Madre Celeste, Yo estoy desactivando espiritualmente lo que podría hacer desaparecer por completo la mitad de esta ciudad, que en su mayoría es indiferente al llamado de Dios y no lo acoge.

Es así que su Madre Celeste y sus misioneros en sacrificio, se ofrecen para estar durante el mes de octubre en el Estado de San Pablo para que las consciencias de aquí perciban que es hora de salir del punto al que llegaron, de no permanecer en la comodidad.

Por eso, hijos Míos, el Cielo y todo lo que forma el Universo Celestial está con la mirada detenida en los acontecimientos que se viven en esta ciudad de San Pablo; así como también el Universo observa si los servidores de la Madre Santísima están comprendiendo la importancia de mantener viva la casa ofrecida para la adoración al Señor.

Ya no es tiempo, Mis amados, de justificarse delante de la urgente necesidad de responder a un llamado, como también a la advertencia que les hace su queridísima Madre Celeste.

Por esta razón, un estado de transmutación permanente se ha instalado y algunos de Mis misioneros participan y colaboran con esa coyuntura, la que intentará, hasta el final de octubre, dejar una semilla de mayor consciencia.

Es por eso que todos los paulistas, así como todos Mis hijos del Brasil y del mundo, deberían tener como meta la colaboración con su Madre Celeste, para que un equilibrio y una armonía extraordinarios se instalen sobre la ciudad de San Pablo y esta sea merecedora de un tiempo mayor de paz.

Su Madre Celeste los invita a colaborar con la misión a Centroamérica y México en nombre de todos los que podrían hacerlo y no lo hacen.

Quiero de ustedes una constante actitud operativa y no estática. Deseo que, como en otros tiempos, los paulistas puedan salir de sí y ayudar en la sustentación que su casa ‒el amado Núcleo e isla de salvación‒ desempeña para el Plan Divino.

Les agradezco por acoger cada una de Mis palabras.

Los espera más despiertos,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz