Jueves, 23 de marzo de 2017

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos Míos:

Que el canto de cura y de redención planetaria sea entonado, para que las puertas inciertas se cierren en la consciencia humana.

Que nunca ningún cantor desista de servir con su simple voz al Reino de Dios.

Que las notas y melodías musicales, en este día, sean activadas para que las almas del mundo escuchen en su interior el Gran Llamado.

Que los coros de la Tierra, formados por los grandes ejércitos de las almas al servicio del Plan de Dios, se unan en comunión a los potentes coros angélicos para que en todo este Universo se emita la clave sagrada de la paz y de la reconciliación.

Que con cada pieza que hoy será presentada, los Universos sublimes desciendan al planeta para que la consciencia humana siga siendo trabajada, y así, las criaturas reencuentren el sentido de su vida espiritual.

Que cada cantor, que emitirá la melodía de armonía, coloque en su corazón a las naciones del mundo, con el fin de que se establezca un tiempo de paz en donde ya no existe.

Que las manos de los coralistas se unan entre sí para atraer hacia la Tierra la unidad entre el hombre y Dios, que nada más esté separado, que reine la sagrada hermandad para que cada alma cumpla con su preciosa misión.

Que cada instrumento irradie la nota de cura que le falta a muchas almas, y que así, cada corazón reciba el impulso interior que necesita.

Que este encuentro de música perdure a través de los tiempos y, a través de las ofrendas, que todos los corales no dejen nunca de abrazar el llamado de los coros celestiales, porque les aseguro que estarán siendo partícipes del anuncio de la segunda Venida de Cristo.

Que sus corazones se alegren y que las bases de este encuentro de música se fortalezcan por el amor de todos al Divino Propósito Mayor.

Que las puertas de este encuentro de música se mantengan abiertas para que nuevos cantores puedan llegar, y así, la hermandad se expanda más allá de las naciones, de los pueblos y de las razas.

Que Mis hijos del mundo tengan presente que todavía espero por las almas que se ofrecerán para formar parte de la sagrada producción de este evento celestial.

Los espero.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los unifica,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz