Domingo, 8 de septiembre de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, BRASIL TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Amados hijos de Mi Corazón:

Con profunda alegría celestial, retorno a la Tierra para encontrarme con sus pequeños corazones. Como Madre de cada una de sus almas y guardiana de cada una de sus esencias, vengo a anunciar la presencia del Reino de Dios en sus vidas; vengo a preparar sus corazones para el retorno glorioso de Mi Hijo Jesús; vengo porque sus almas claman por Mi presencia y sus espíritus glorifican al Altísimo por la oportunidad de estar Conmigo.

Hijos Míos: aunque sus corazones muchas veces no lo perciban, sus almas Me llaman día y noche, claman por Mi auxilio y por Mi presencia en sus vidas. Por eso estoy aquí, para brillar como un Sol en sus esencias y encender nuevamente la llama en el corazón de aquellos que la tienen apagada. Mi Luz los restaura, los redime y los conduce a la Casa de Dios, a Su Reino Celestial.

Quiero que hoy contemplen con la simplicidad de sus corazones, la grandeza de Mi presencia y la oportunidad de Redención que se les está ofreciendo.

Por eso, delante de Mi Inmaculado Corazón, entréguenme  sus deudas, sus dudas, sus faltas, sus miedos e incomprensiones. Coloquen hoy a Mis pies todo aquello que consideran imperdonable, para que sea curado por Mi Amor Maternal.

Si confían en Mi presencia y se abren con sinceridad a Mi Consciencia Maternal, podrán recibir en sus corazones todas las Gracias que traigo del Cielo. Solo necesito que tengan fe y que Me permitan llegar a lo profundo de sus seres, porque si Me dicen sí, ahí Yo estaré.

Vengo cada Aparición, hijos Míos, para consagrar un poco más esta Ciudad y este Estado, así como este País, para que cada espacio de esta Nación se torne un templo sagrado, para recibir la Esencia Crística de Mi Hijo Jesús.

Toqué una a una las puertas de sus casas, anduve con Mis propios pies por las calles de esta ciudad, anunciando a los corazones Mi presencia, despertando uno a uno los corazones que están hoy delante de Mí.

Nunca es por casualidad que los llamo para estar Conmigo; es tiempo de despertar del sueño en que viven, para redimir el pasado y abrirse a lo nuevo; para borrar lo que pasó y conocer lo que vendrá y que los necesitará preparados.

Despierto sus corazones para formarlos en la oración, en el ayuno, en la entrega y en la oferta de sí al Santísimo Dios.

Despierto sus corazones para que conozcan la alegría que es para sus almas y sus espíritus, cumplir con el Plan del Creador y ver día a día como este Plan se concreta.

Despierto sus corazones para que nuevos soldados se unan a Mi ejército orante por la Paz y este venza la falta de amor que hay en el mundo.

Hoy los conduzco al despertar del corazón, de la consciencia, del alma y del espíritu, para que reconozcan Mi presencia maternal y Me sigan.

Si escuchan con atención Mi voz, sentirán en estas palabras Mi presencia y mientras están atentos a cada frase pronunciada, Mis manos se extienden en dirección a sus corazones; así podrán sentir un toque divino en sus esencias, toque que para muchos cambiará sus vidas para siempre.

Vengan a Mí, hijos queridos, caminen Conmigo, obrando y orando por la Paz.

Si están hoy delante de la Reina del Cielo, es porque el mundo los necesita despiertos.

Yo los amo y les agradezco por escuchar la voz de sus corazones y responder a Mi llamado.

María, Madre y Reina de la Paz