Domingo, 3 de marzo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN APOYO A LA TAREA REALIZADA EN BUENOS AIRES, ARGENTINA TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A MADRE SHIMANI

Mis amados hijos:

En este día tan importante, donde miles de consciencias se preparan para definir sus vidas para siempre, quiero agradecer con todo Mi Corazón esta tarea que todos ustedes se animan a realizar Conmigo.

El Padre Único en los Cielos observa amorosamente vuestras almas y esencias y quiere derramar una Gracia especial de amor y esperanza sobre ustedes, que representan en este momento a esta Nación.

Cuando Argentina se haya consagrado a Mi Inmaculado Corazón, la luz de Dios brillará de norte a sur y de este a oeste. La Nueva Jerusalén deberá fundirse con la consciencia de América del Sur y ustedes, hoy, están siendo parte de ese proyecto de la Tierra Prometida.

No desfallezcan, hijos Míos, sean firmes en vuestro interior y abran vuestros corazones para ser partícipes de este proyecto de Dios Padre.

Junto a Mí irán peregrinando por todas las naciones de este bendito continente, hasta que el último de Mis hijos tenga la oportunidad de sentirme y de ingresar en Mi Corazón.

Desde el comienzo del Plan de rescate para las almas, Nuestro Señor diseñó que esta región del mundo viviera un especial aprendizaje de amor y redención, y que se proyectara hacia el resto del mundo. Sería una enseñanza pura de fraternidad, aquella que llevaría a la integración plena de los credos, las religiones y los pueblos, las lenguas, las razas y todas sus sociedades y así, en integración, la humanidad pudiera encontrar, a través del ecumenismo espiritual, el camino definitivo para la unidad.

Es a través de esa unidad que vivirán en la Nueva Tierra, cuando todos tengan las mismas oportunidades espirituales, la que les permitirá vivir en una armonía material en este Planeta Sagrado, bendecido por la Mano de Dios desde el principio.

Recuerden que en este mundo Dios colocó los pies de Su Amado Hijo Primogénito, al que les entregó para que aprendieran de Él todo lo nuevo, lo renovador.

Hoy el Padre Dios les volverá a entregar a Su Hijo Amado. Él tocará con Sus Pies nuevamente esta Tierra. Todos lo verán cuando los Cielos se abran y Él comience a descender en espíritu hasta que, a medida que se acerque a esta Tierra, se convierta en carne y pose Sus Pies como ya lo hizo un día.

Aquel que lo contemple caminar transfigurará su ser, aquel que lo escuche hablar convertirá sus células en luz, aquel que pose sus ojos en Sus Ojos verá la Faz de Dios.

Escuchen Mi Voz, hijos Míos, que los llama para que estén unidos a Mí más que nunca.

Espero sus corazones mañana y los días siguientes junto a Mi hijo Iván. Unamos en lo interno del corazón lo que Dios ya ha unido en el Cielo. Pronto comprenderán de lo que en este tiempo han participado y sepan Mis amados, que nunca más serán los mismos.

Agradezco a esta casa que ha tenido la Gracia de recibirme. Quiero que en este lugar la luz de la oración del corazón ilumine a toda esta ciudad y esta Nación. Aquí dejo depositada la semilla de Mi Inmaculado Corazón, para que germine en amor para todos.

Les pido que oren, que siempre oren con amor y sinceridad por todos los que no oran y no escuchan Mi llamado maternal.

Los coloco a todos en el Sagrado Corazón de Mi Hijo, Cristo Jesús, porque en Él siempre vencerán el miedo y el mal que los pueda rodear.

Los amo, hijos queridos, los amo y nuevamente les agradezco todo lo que hacen por Mí.

Los espero a todos en Mi Inmaculado Corazón.

María, Reina de la Paz