Domingo, 27 de octubre de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE CAMPINAS, SAN PABLO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE DE JESÚS, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Contempla en Mi Corazón la Paz que necesitas y encuentra en el profundo Amor, que allí habita, la fuerza y la valentía para seguir adelante.

Mis queridos, para que el alma alcance la vida consagrada, es necesario ser persistente; porque además de vencer las tentaciones del mundo y superar todas las pruebas que llegan para su fortalecimiento, deberán vencer la más grandiosa batalla, contra ustedes mismos.

Mis amados, a lo largo de los ciclos los hombres cultivaron el amor por la materia, por las modernidades y por las innumerables ilusiones que el mundo ofrece. Cultivaron la propiedad, tanto de los bienes materiales, como de las consciencias y de los Reinos. Ahora, el Señor Me envía para alertar a Sus criaturas y traerles una Fuente de Amor y de Adoración verdadera, porque sólo hay una única cosa que jamás los abandonará mientras estén vivos y por toda la eternidad. Les hablo del Amor Sacratísimo que Jesús alcanzó en la Cruz, por la Salvación y por la Redención de toda la humanidad.

Vengo a anunciar el retorno glorioso de Mi Hijo, como quinto misterio de Mi rosario luminoso, para que sea contemplado por los corazones del mundo.

Deben prepararse en espíritu, en alma y en consciencia, para que cuando llegue al mundo Mi Hijo Jesús, encuentre entre los Suyos la morada perfecta para consumar en la Tierra el paraíso eterno, la vida verdadera que fue gestada en el Pensamiento Divino.

En estos tiempos, bienaventurados serán los simples de corazón, de mente y de espíritu, porque responderán sin miedo y sin demora, a la Voluntad que Dios les anuncia a través de Sus Mensajeros.

En este día, les pido, que a través de la simplicidad existente en sus corazones, disuelvan los obstáculos y los muros que los separan de una vida de santificación. Porque llego a sus vidas para prepararlos para la vivencia de lo sagrado, de lo glorioso y de lo divino, por medio de la oración y de la adoración al Sacratísimo Cuerpo de Mi Hijo.

A través de la simplicidad del corazón, sólo díganme “sí” y, siguiendo el ejemplo de María Magdalena, escuchen la Voz de Cristo, que les dice: “No pequen más”. Y respondiendo a este llamado, encuentren el camino de la devoción perfecta y de la paz.

Cuando el enemigo toque a la puerta, si no tuvieran coraje de negarlo, silénciense. Silénciense rápidamente y clamen por el auxilio del Señor, diciendo:
 

Pedido de Auxilio al Padre Eterno

Padre Eterno,
estoy aquí para cumplir Tu Voluntad.

Mi alma, mi cuerpo y mi espíritu
aspiran decirte eternamente sí
y confirmarme día a día
en Tu Plan de Amor.

Por eso, ven Señor en mi auxilio,
delante de esta prueba.

Amén

 

Con fe y coraje, devoción y valentía, levanten el estandarte de la Paz y de la Misericordia, decretando la victoria de la Luz, en sus vidas y en el mundo entero.

Son tiempos de confirmación y de batalla. ¡No bajen los brazos! ¡Sigan adelante! Y delante de las dificultades, clamen con humildad por el auxilio del Señor y con sinceridad pidan ayuda para el prójimo.

Sean verdaderos, sinceros y puros de corazón. Esto los protegerá de sí mismos.

¡Adelante y en oración!

Los guiaré siempre,

Su Amada Madre, María, Reina de La Paz