Sábado, 13 de octubre de 2018

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA APARECIDA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que el triunfo de Dios en las naciones sea una realidad

Para que el triunfo de Dios en las naciones sea una realidad, hijos Míos, tomen sus rosarios y recen incansablemente. Recen para que la fe no desaparezca de este mundo y que ella sea inquebrantable e indestructible en los corazones de Mis hijos.

Los Planes de Dios para este mundo aún están vigentes y Su Paz no se desvanecerá de los corazones si ellos luchan con lo más precioso que tienen para eso, que es el poder de la oración, la gracia del servicio y la humildad de sus vidas para vencer, delante de todo el orgullo y la vanidad de este mundo.

Hijos Míos, en oración encuentren el Corazón Inmaculado de su Madre Celestial y contémplenlo para que la fortaleza alcanzada por Mí, mientras acompañaba la Cruz de Mi Hijo, pueda vertirse sobre sus espíritus y, de la misma forma, todas las virtudes de Mi Inmaculado Corazón estén disponibles para que ustedes las vivan y las expresen al mundo como un ejemplo en estos tiempos.

Recen el Santo Rosario y contemplando esos pasajes de la vida de la Sagrada Familia, dejen que los Dones que Dios Nos entregó, para cumplir esta divina misión en el planeta, también estén disponibles para cada uno de los orantes de la Tierra.

Que la oración los una a Dios y les traiga comprensiones más amplias sobre la vida.

Que la oración los lleve a comprender sus propias pruebas y, más allá de eso, la gran prueba de las naciones y del planeta, que ya está en curso.

Todo ya comenzó, hijos Míos.

Sepan que nada de lo que vivirán en la Tierra simboliza el abandono de Dios. Todas las pruebas que el Señor les permita vivir son para que se superen en el amor y en la fe, y dejen en la consciencia humana un principio nuevo del Amor de Dios, Amor que nace en sus corazones cuando son capaces de amar, independientemente de las circunstancias.

Sepan que el Reino de Dios habita en su interior y es allí primero que él debe ser una realidad.

Si dejan que este Reino se establezca en sus corazones, sin importar lo que suceda en el mundo, el Padre siempre tendrá un camino abierto para enviar a Su Hijo a la Tierra, cuando llegue el tiempo.

Oren por las naciones y oren por esta Sagrada Obra de Dios.

Celen para que los Centros Marianos se expresen y sean verdaderas fuentes de paz para el mundo, que en ellos las almas sacien su sed y encuentren aliento, esperanza y paz.

Confíen, porque el mal no permeará al mundo por siempre, y persistan en la oración y en la unidad con los Mensajeros Divinos.

Un día, hijos Míos, este Reino que habita en su interior se revelará al mundo y se extenderá a los todos los rincones del planeta, en una expresión bella e infinita de una vida sagrada que siempre habitó la Tierra, pero que estuvo invisible, así como el Reino de Dios en sus corazones.

Encuentren la paz contemplando las estrellas y sepan que, más allá de ellas, un vasto Universo los aguarda, porque el amor que aprenderán aquí, ustedes lo llevarán hacia cada espacio de la Creación Divina.

Por eso, tengan fe y persistan, recen y estén en unidad, así el triunfo de Dios será una realidad, tanto en las naciones como en toda la vida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora Aparecida